Higiene factor fundamental para evitar la hepatitis: IMSS
Guadalupe, Zac.- La hepatitis es la inflamación del hígado, sus orígenes pueden ser bacteriano, traumático, viral, por amibas o por otros agentes, así lo mencionó Patrocinio Piña Cruz, epidemiólogo adscrito a la Coordinación Delegacional de Salud Pública del IMSS.
Dentro de la clasificación de hepatitis más comunes se encuentran la A, B y C, aunque existen otras que no son comunes en el estado.
La de tipo A, afecta principalmente a los niños y puede considerarse una enfermedad benigna porque casi el cien por ciento de los casos transitan sin tratamiento y se auto limitan, es decir, se curan solas y desaparecen, anualmente se reciben entre 50 y cien casos en las diferentes clínicas del IMSS en el estado.
La sintomatología que pueden presentar los pacientes con esta enfermedad en sus diferentes clasificaciones es: Color amarillo (ictericia), fiebre, diarrea, falta de apetito, adormecimiento, desánimo, aunque hay casos asintomáticos donde el enfermo se ve aparentemente bien. Las principales vías de transmisión son las secreciones corporales como saliva, orina y heces fecales o a través de los enseres domésticos usados por la persona enferma, detalló el especialista.
Piña Cruz informó que existe vacuna contra Hepatitis A; sin embargo, ésta se aplica particularmente a pacientes comprometidos inmunológicamente, por el riesgo que presenta para ellos adquirir este padecimiento y en casos extremos fallecer.
Por lo que respecta a la hepatitis B se registran de tres o cuatro casos por año. Esta se trasmite principalmente por vía sexual, similar al VIH/SIDA, también se puede transmitir por la vía placentaria, es decir, de madre a hijo, y a través de agujas que comparten principalmente personas drogadictas.
A diferencia de la “A”, esta sí puede volverse crónica, hay casos de pacientes que desconocen ser portadores de dicha enfermedad. “El 95 por ciento de los casos se detectan por el sistema de donación de sangre, las personas acuden a donar sangre, se hacen los estudios y ahí se descubre que son portadores de Hepatitis B, lo cual es señal de que al menos el 50 por ciento de quienes la padecen no lo saben”, mencionó Piña Cruz.
De este tipo, se presentan entre cinco y 10 casos al año y aunque hace 10 años no había pacientes con esta enfermedad en los últimos años se detectan con mayor frecuencia.
La Hepatitis “A” es curable, las “B” y “C”, pueden derivar en cirrosis y cáncer hepático. Todas son tratables, pero es necesario ir al médico para detectarlas y tratarlas a tiempo.
La mejor vacuna en este caso para evitar hepatitis A es la higiene de manos, de alimentos y de agua, mientras que para los tipos B y C la higiene sexual, así como evitar el uso de agujas contaminadas, rastrillos o cepillos dentales.