Pide Rigoberta Menchú denunciar «por Twitter» a hombres golpeadores

Por Benny Díaz

Aguascalientes, Ags.- “La violencia contra las mujeres es terrible, sin límites, y lo más lamentable es que las personas hemos perdido la capacidad de asombro ante la violencia, ahora más bien la vemos con “curiosidad”; en cualquier carretera del mundo si pasa un accidente, volteamos a ver o nos detenemos, pero sólo para saber si hay difuntito”, dijo Rigoberta Menchú  Tum, Premio Nobel de la Paz 1992 en su visita a esta entidad con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.

La guatemalteca resaltó que en su país han vivido casos realmente terribles cuando han ido ha buscar osamentas de 30 personas y “hemos encontrado 200, 300 y hasta 400 exhumaciones en fosas clandestinas”.

Su visita a Aguascalientes fue organizada por el Instituto Aguascalentense de la Mujer, por lo que agradeció las atenciones recibidas de parte del gobernador Carlos Lozano de la Torre y de su esposa Blanca Rivera Río, “de quien en las pocas horas que llevo aquí ya he escuchado lo mucho que ha hecho en pro de las mujeres”, resaltó.

La Premio Nobel de la Paz se reunió en el Teatro Aguascalientes, con estudiantes de enseñanza media y media superior, a quienes exhortó a que “manden un tuitazo para preguntar ¿por qué un hombre golpea a una mujer?, si todos hemos nacido de un vientre femenino”.

Lamentó que en el mundo exista tanta violencia contra las mujeres, pero sobre todo en los países latinoamericanos, donde se han realizado actos de verdadera barbarie contra las mujeres, pero también resaltó que está “en nosotras mismas el erradicarla, porque si esperamos a que llegue la prosperidad por sí sola, ésta nunca llegará; hay que trabajar, y mucho para conseguir las oportunidades y para eso hay que prepararse y luchar por ellas”.

Compartió su propia experiencia para lograr salir adelante luego de la tragedia que vivió en su familia: “Muchos me preguntan ¿cómo le hice para no dejarme llevar por el dolor de no saber dónde quedaron los restos de mi madre, de saber que la humillaron, golpearon y asesinaron; de ver cómo quemaban a mi padre y a más de 30 personas y que no pasó nada?; sólo trabajando y luchando por los derechos de los indígenas, de darles voz y decirles a los gobiernos que ya no nos dejaremos, que somos iguales y que tenemos los mismos derechos. No me pude quedar sin hacer nada, porque de haberlo hecho, eso de nada me hubiera servido”, aseveró.

Nunca pensó en ganar un Nobel

La guatemalteca dijo que la pregunta que más le hacen es: “¿cómo le hizo para ganar un premio Nobel?”, la respuesta es fácil: “nunca lo pensé, porque de hacerlo no lo hubiera ganado. Sólo trabajé, trabajé y trabajé por lo que creí. Sé que cuando uno cree en algo hay momentos en que se cansa de luchar, pero darse por vencido es traicionar el ideal”.

Comenta que ese premio no la hizo ni más, ni mejor persona. Sigue viajando por el mundo dando conferencias y la única diferencia es que “ahora si me pagan los viajes ida y vuelta, al principio nomás me pagaban el de ida y me dejaban como a los músicos: que me regresara a pie. Una vez que fui a una conferencia a África, antes de ganar el Nobel, tuve que ir a comprar muchos collares a Tepito y venderlos a las mujeres de allá para poder pagar el pasaje de regreso”, expresó.

Por eso invitó a todas las mujeres presentes, “que son muy jóvenes a que participemos con plena conciencia y ahora optimicemos lo que tenemos para crear una energía positiva y haya espacio donde las mujeres no sean agredidas y vivamos como debe ser, tampoco hay que creer que haremos un mundo ideal, sino hay que comprometernos a construir algo mejor para nuestros hijos”, expresó.

Al terminar su ponencia le fue entregada una placa conmemorativa de su visita a la entidad y hoy se reunirá con varios estudiantes universitarios con quienes intercambiará ideas.

Escribe Libros Infantiles

En breve entrevista, Rigoberta Menchú dijo que además de sus constantes viajes por el mundo y de trabajar incansablemente por los indígenas de Guatemala, de México y de toda Latinoamérica dedica su tiempo a escribir libros infantiles “mismos que daré a conocer en el próximo año”, concluyó.