Hábitos saludables y ejercicio, básicos para prevenir diabetes
Aún teniendo factores de riesgo, como antecedentes familiares, es posible retrasar o hasta evitar la aparición de la diabetes mellitus, practicando dos sencillas medidas, mismas que deben mantenerse como un estilo de vida activo y saludable (EVAS): hábitos alimenticios saludables, consumiendo una mayor cantidad de vegetales y frutas; y menos grasas y carbohidratos, así como ejercicio físico diario, caminando por lo menos media hora.
Es indispensable que la sana alimentación no se vea como “un castigo o un tratamiento a corto plazo”, sino como un nuevo estilo de vida, el cual debe iniciar desde la infancia y reforzarse en tres etapas de la vida, donde tenemos mayor peligro de padecer diabetes mellitus: pubertad, adolescencia y el embarazo, porque en ellas trabaja más el páncreas por sobrepeso y obesidad.
Marisela Rubio Cáceres, epidemióloga adscrita a la Unidad de Medicina Familiar 4 del IMSS en Zacatecas, explicó que los púberes y adolescentes tienden a incrementar la ingesta de alimentos, sobre todo “chatarra”, razón por la tienden a engordar. Por ello, deben reforzarse los buenos hábitos en alimentación en estas etapas y fomentar el ejercicio.
Una etapa en la que puede presentarse con mucha facilidad la diabetes mellitus es durante el embarazo, pues con el pretexto de que se “tiene que comer por dos”, la madre aumenta de peso, además de que hay incremento en la producción de hormonas, principalmente las llamadas diabeto-génicas, agregó.
Explicó que la obesidad, acompañada de sedentarismo, son factores determinantes no sólo para sufrir de diabetes mellitus, sino también enfermedades cardiovasculares, como infartos, hipertensión arterial y elevación de colesterol y triglicéridos. Insistió en que la base para prevenir la diabetes mellitus es una dieta balanceada y el ejercicio, desde la infancia, inculcando más el deporte y menos el sedentarismo.
Asimismo, invitó a retomar la “comida tradicional”, dejando atrás los malos hábitos, en los que cada vez son más frecuentes la comida rápida y la vida sedentaria, pues la exposición del organismo por mucho tiempo a las grasas animales y el incremento de carbohidratos son sumamente agresivos para la función del páncreas y dificultan la producción y acción de la insulina.
Rubio Cáceres indicó que “aprender a comer en forma adecuada es muy difícil, sobre todo si se habla de dieta, ya que de inmediato se piensa en prohibiciones”.
Destacó que en la prevención de la diabetes mellitus, el ejercicio ayuda a que funcione mejor la insulina, de tal forma que el páncreas no trabaje exageradamente y se puedan aprovechar todos los niveles de glucosa circulan en la sangre. Otros de los grandes beneficios de la actividad física, son que aumenta el colesterol “bueno o protector” de infartos y disminuye los niveles del malo y de los triglicéridos.
Cuando se habla de una alimentación saludable, se trata de disminuir la cantidad de alimentos ricos en grasas animales y en carbohidratos, como pizzas, hamburguesas, hot dogs y otro tipo de comidas rápidas; así como eliminar de la dieta aquellos productos que contienen azúcares refinados: refrescos, dulces, postres y bebidas alcohólicas, concluyó la especialista.