Gobernantes en campaña, se olvidan de los problemas de la gente
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
Por enésima ocasión hemos constatado la incongruencia con la que se conduce el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), pues durante años varios de los personajes principales de este instituto político se quejaron reiteradamente del uso de recursos públicos desde la federación y gobiernos estatales a efecto de favorecer al otrora invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI), baste recordar el éxodo emprendido por el hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien denunció el presunto fraude del que fue objeto en Tabasco, y en el 2006 tomó la Avenida Reforma en la Ciudad de México para exigir el recuento “voto por voto” para lograr que se repitiera la elección en virtud de que se habían usado recursos públicos para hacerlo perder.
Sin embargo, a partir del 2018 hemos constatado un viraje radical en la percepción y sobre todo en las acciones, pues se ha convertido en lugar común la participación de funcionarios federales, gobernadores y legisladores en actos proselitistas despertando la sospecha del uso de recursos públicos para manipular la voluntad ciudadana en los procesos efectuados en Hidalgo, Aguascalientes, Tamaulipas, Durango, Oaxaca y Quintana Roo, siendo recurrente la presencia de figuras como el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, el Canciller Marcelo Ebrard Casaubon, la Jefa de Gobierno Claudia Sheiunbaum o Gobernadores como Indira Vizcaíno de Colima, Marina del Pilar de Baja California o Rubén Rocha de Sinaloa; y la lista de legisladores es bastante abundante despertando la duda sobre si solo se trata de un acto solidario o los funcionarios en cuestión acudieron con recursos financieros en respaldo a las campañas; baste recordar el escándalo protagonizado por el Secretario de Gobernación federal al trasladarse a un mitin político con motivo de la revocación de mandato en una aeronave oficial, y no se trata de una campaña de desprestigio, el 4 de abril apareció en diversos medios de comunicación el uso de un avión de la Guardia Nacional para transportarlo a un mitin de Morena (https://radioformulanacional.com.mx/2022/04/04/utiliza-secretario-de…), por ende, quienes antes se quejaban del uso de recursos públicos ahora los manejan con total cinismo.
Con respecto a los programas sociales se ha mencionado repetidamente que a los beneficiarios se les obliga acudir a mítines partidistas y se les presiona para votar por los candidatos morenistas, o sea lo mismo que antes, sólo que ahora no es táctica del pasado neoliberal como grita el Presidente, sino parte fundamental de las acciones del partido guinda.
Al concluir las campañas de este año y ante la proximidad de los procesos electorales en Estado de México y Coahuila se celebraron magnas concentraciones el 12 de junio en Toluca y el 26 del mismo mes en Francisco I. Madero respectivamente, la tónica fue llamar a la unidad, augurar los triunfos electorales de Morena y en lo que parece una abierta provocación a las instancias electorales que ya se manifestaron en desacuerdo dictando medidas cautelares para detener la campaña adelantada. Por ejemplo, así se informó en la nota del portal Aristegui Noticias del martes 5 de julio: “INE prohíbe que Morena y funcionarios realicen más actos proselitistas anticipados”. Emiten medida cautelar ante el riesgo que exista una campaña orquestada de proselitismo adelantado”, en ella se da cuenta de cómo la Comisión de Quejas y denuncias del INE dictó medidas cautelares a varios personajes del partido guinda e incluso al presidente López Obrador, pero al final poco o
Y mientras tanto los problemas se desbordan, y aunque se empecinan en decir que gobiernan para los pobres, la realidad dice otra cosa, baste citar datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI): en 43 meses de gobierno morenista se incrementó en 3.8 millones de nuevos pobres al pasar de 41.9% a 43.9%; los homicidios violentos crecieron en un 67%, pues en mayo de 2016 acontecieron 74,737 y en el mes pasado 124,457; el crecimiento del PIB sufrió una grave contracción inimaginable en los primeros 3 años de gobierno que ni en los peores gobiernos “neoliberales” acontecía: con Zedillo el crecimiento fue del 3.4, del 0.3, con Fox, 2.5 con Peña y ahora menos 1.2, pero además la deuda pública va en aumento al pasar de 105 a 140 billones, y por si fuera poco, sumemos la inflación que es superior en dos dígitos, la crisis de salud y educación, la carestía de obra pública y muchas otras debilidades gubernamentales.
Ese escenario requeriría de toda la concentración en acciones que cambien la realidad, pero nada de eso sucede, la primera línea de funcionarios y gobernadores de muchos de los estados andan auto promoviéndose o respaldando a su candidato favorito pensando en las elecciones de 202, importándoles poco o nada los problemas de la gente. Ante este abandono es necesario que los mexicanos abran bien los ojos, que entiendan que la gente y sus problemas no son una prioridad de los políticos y aunque en sus discursos lo sostengan, la realidad, que es la última prueba de la verdad los desmiente.