Fomentemos un crecimiento urbano sustentable
Cualquier revisión y evaluación sobre el sistema de planeación urbana actual, pasa por el análisis del Foro de Hábitat de Vancouver Canadá en 1976, como paradigma de los modelos urbanísticos racionalistas que han fallado ante la fuerza de la configuración caótica y compleja de las ciudades en nuestro país.
El interés público que el Plan emanado de este Foro de Vancouver tiene, radica en su influencia en el marco jurídico de casi todas las entidades federativas de México, que no han sido eficaces ante la lógica de la movilidad del capital; que bajo las condicionantes históricas en que se ha llevado el crecimiento urbano, han convertido la inmovilidad territorial en conglomerados desordenados que propician crisis ecológica, por la ausencia de una política de Estado prospectiva y sustentable.
Ahora estamos ante la necesidad de diseñar instrumentos de gestión ambiental que garanticen la protección del medio ambiente urbano y sus recursos naturales, que aumenten la calidad de vida en las ciudades y mejoren el espacio público.
Los lineamientos ambientales para el diseño, construcción y seguimiento de los proyectos urbanísticos deben ir orientados para armonizar los esquemas ingenieril y ambiental, de manera que las actividades desarrolladas en la ejecución de un proyecto de esta naturaleza sean compatibles con el entorno en el cual se desarrollan y permitan la sustentabilidad.
Por lo que respecta a nuestra ciudad de Zacatecas, el desarrollo de fraccionamientos nuevos y asentamientos han crecido principalmente en las en las faldas de los cerros que conforman la zona conurbada de Guadalupe; los lugares ubicados en las afueras de la ciudad antes de 1972 han quedado dentro de ella.
El crecimiento urbano de la ciudad de Zacatecas ha tenido un desarrollo acelerado y desordenado en los últimos 30 años, en parte por las propias condiciones orográficas de la zona donde está ubicada la capital y sus alrededores y por la deficiente e improvisada planeación urbana.
Zacatecas junto con el municipio de Guadalupe, forman la zona metropolitana que en conjunto suman 298,143 habitantes (INEGI, 2010) y no hay que olvidar que Guadalupe es uno de los municipios del país con mayor crecimiento poblacional, siendo éste, mayor que el de la propia capital del estado.
Los asentamientos irregulares cubren zonas minadas y áreas mineralizadas no desarrolladas o no exploradas suficientemente. Estas zonas son principalmente, la Loma de las Bolsas ahora está cubierta por asentamientos urbanos irregulares, mismos que se han incrementado.
En estas zonas, existen mineralización de plomo, zinc, cobre y oro; se tienen ubicados cuando menos 10 tiros, así como pequeñas obras mineras y terreros. Los tiros de San Ignacio, el Gato y La Esperanza están ubicados ahora totalmente dentro de la ciudad, así como las antiguas obras mineras de Quebradilla, Buenavista, el Piquete y el Edén. La zona del Orito comprende un área de unos 3 kilómetros cuadrados que actualmente es ocupada por colonias como la Pimienta, Lomas del Lago, Jesús González Ortega y otras.
Dadas estas condiciones, es fundamental el diseño de una política de Estado de largo plazo y la aplicación de las medidas bajo el enfoque del Urbanismo Sustentable, como modelo que optimiza el uso racional de los recursos naturales, promueve la reducción de contaminantes al medio ambiente, ayuda a mejorar la gestión ambiental al interior de los ejecutores de las obras, programas y proyectos para mejorar la calidad de vida del entorno social.
Lo anterior, mediante una mejor comprensión de la variable ambiental por parte de los diseñadores y operadores de los proyectos y sus ejecutores.
Indudablemente, si queremos que las ciudades de Zacatecas, particularmente la zona metropolitana de Guadalupe, tengan futuro y viabilidad como espacios de desarrollo colectivo en todos sus ámbitos, obligadamente tiene que ser a partir de los siguientes principios: peatonalización de las ciudades, conectividad urbana, diversidad en uso del suelo, diversidad en materia de vivienda, calidad en arquitectura y diseño urbano, estructura tradicional de barrios y colonias, transporte inteligente y la sustentabilidad urbano-arquitectónica.
En este sentido, el arquitecto Felipe de Jesús Gutiérrez Gutiérrez, especialista en desarrollo urbano, nos dibuja con claridad, la situación general de las ciudades en nuestro país y las pautas a seguir para reorientar el desarrollo urbano:
“Las ciudades son sistemas muy complejos, son organizaciones de gran número de personas que interactúan y se relacionan con un territorio. Sin importar su tamaño, el simple hecho de que en una ciudad confluyan intereses particulares y colectivos, propicia la aparición de dinámicas socio-organizativas, ambientales y económicas.
Una planeación urbana participativa e integral, posibilita la identificación y la formulación de políticas y estrategias acordes a la realidad de nuestra ciudad y de la ciudad que queremos. La planeación urbana, a la manera como se entiende en la actualidad, es una actividad incluyente, en la cual todos los sectores de la población deben tener voz en la toma de decisiones sobre el destino de la ciudad que habitan.”
Finalmente, por otro lado, es primordial para el estado de Zacatecas fomentar el uso racional y eficiente de la energía y la necesidad de construir viviendas con sistemas de captación de energía solar que cumplan con las condiciones de aislamiento térmico.
Actualmente, nuestro país depende de manera excesiva de los combustibles fósiles como fuentes energéticas no renovables que tienen un horizonte de vida limitado.
En Zacatecas, dado su enorme potencial solar, es posible incorporar en edificios y casas-habitación sistemas de calentamiento de agua mixtos a través del uso de energía solar, permitiendo la reducción del consumo de gas y otras fuentes energéticas. Sólo es cuestión de voluntad política.