Espionaje

JOSHUA H. MENDOZA JASSO

La nota periodística más popular, en lo que va de junio, es la referente al espionaje perpetrado desde el Gobierno Federal hacia ciertos periodistas y líderes políticos en este país. Mucho se habló sobre el tema, se dice de la violación a derechos humanos y a  la privacidad pero, sobre todo, se centra en que el espionaje se maneja con un tinte meramente político.

Yo quiero hablar del espionaje que se hace diariamiente y del cual poco o nada se sabe: hace algunas semanas revisaba un texto sobre un análisis que hicieron a profundidad sobre el manejo de la información en la red social de Facebook. En este texto se mencionaba la cantidad de información y la red en la cual se transforman todas las acciones que un sólo usuario puede tener.

Trataré de explicar esto de forma concisa y entendible.

Primero, debemos entender que nunca leímos el aviso de privacidad al descargar la aplicación; segundo, debemos ser concientes de que usamos la aplicación sin saber qué resultado tienen todas nuestras acciones, comentarios o clic en “me gusta” de toda esta red social. A partir de todo esto, necesitamos entender que el celular tiene consigo un GPS que puede identificar con precisión nuestra ubicación y ligarla con la información de los mapas digitales que están ya disponibles en cualquier lugar del mundo. Así mismo, el celular tiene acceso a la lista de contactos que tienen nombre, teléfono y correo electrónico.

Ahora pensemos cómo todas estas variables pueden combinarse y aquí quiero preguntarles: ¿les ha pasado que se reúnen con una persona, intercambian tarjetas y números celular y al llegar a casa o abrir Facebook les aparece la sugerencia de amigos y casualmente es la primera de las sugerencias? La pregunta que puede surgir es: ¿acaso Facebook es mágico? La respuesta es: no. Al crear la cuenta nosotros colocamos un nombre, generalmente un correo electrónico y en ocasiones el número celular, Facebook tiene la capacidad de detectar que el nombre coincide con la nueva entrada de la lista de contactos y con el correo recién ingresado pero, además, coincide que los GPS estuvieron en la misma posición durante cierto tiempo. Resultado: las personas se conocen y pueden ser amigas. Nada fuera del otro mundo.

Facebook sabe qué páginas nos gustan, qué música escuchamos, qué enlaces visitamos y qué fotos son las más comentadas. De ahí, sale un mundo de información que es oro molido para el tema del mercadeo y venta de productos.

En otro orden de ideas, podemos hablar de Netflix, aquí se tienen los datos de nuestras tarjetas de crédito, la aplicación sabe qué películas, géneros, artistas y horarios en los que nos conectamos. Netflix tiene un perfil por cada usuario, un perfil que generalmente está ligado a nuestra cuenta de Facebook, y, ¿qué creen?, por supuesto que estas dos empresas comparten información relevante sobre nosotros.

Si pensamos un poco, somos espiados en todo momento por las compañías telefónicas, el servicio de “streaming” como Netflix, Facebook y las demás redes sociales.