EsCassez de Justicia
RAFAEL CANDELAS SALINAS
Siete años han pasado desde aquel 9 de diciembre de 2005 en el que dentro del noticiero de Carlos Loret de Mola, mediante una transmisión en vivo se pudo observar cómo policías federales entraban a una casa del Estado de México y arriesgando su vida, en una espectacular operación tipo Rambo, capturaban a una banda de peligrosos delincuentes y liberaban a tres personas secuestradas. Semanas después Genaro García Luna reconoció que en realidad habían sido detenidos 24 horas antes y que todo había sido un montaje para la television.
Entre los detenidos se encontraba una jóven francesa que había llegado a México en el año 2003 como turista, que había decidido quedarse a trabajar en un importante grupo hotelero y que se encontraba en el lugar por ser la novia del jefe de la banda de secuestradores. Su abogado defensor alegó que simplemente se encontraba en el lugar menos indicado, con la persona menos indicada.
Cristina Ríos Valladares, una mujer secuestrada junto con su hijo de 11 años por los integrantes de esa banda, envió a todos los periódicos mexicanos una estremecedora carta en la que contradecía ese planteamiento y señalaba a Florence Cassez cómo parte de la banda y no cómo una simple acompañante, la reconoció cómo la mujer que le hablaba durante su cautiverio, la misma que le sacó sangre a su hijo para enviársela a su esposo junto con una oreja que le harían creer que era del niño.
Una vil secuestradora o una víctima de la justicia Mexicana? Más allá de si es culpable o no, la sociedad Mexicana ya ha juzgado a Florence y aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación la haya liberado por no haberle respetado sus garantías individuales a la hora de la detención, por no garantizarle un debido proceso y por que desde su punto de vista, esas violaciones constitucionales generaron un efecto corruptor, para la mayoría de los mexicanos el efecto corruptor se encuentra en nuestro sistema de justicia que encarcela perros y deja libres a los delincuentes.
Es curioso, por decir lo menos, la manera en la que los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación cambiaron su manera de votar de último minuto cuándo se supone es un asunto delicado que enfrentó a dos países y por lo tanto debieron haber estudiado y valorado para llevar una postura firme, fundada y motivada.
Sin duda llama la atención que la Ministra Olga Sánchez Cordero, ponente del caso, primero presentara un proyecto en el que concedía un amparo sólo para efectos, para que se eliminaran las pruebas que se habían obtenido de manera ilícita y se emitiera una nueva resolución y de último minuto lo desecha y lo cambia por otro que amparaba y liberaba de inmediato a la francesa.
También los Ministros Arturo Zaldívar y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena cambiaron el sentido de su voto de ultimo momento, con lo cuál hicieron la mayoría necesaria para abrir la puerta del reclusorio a Florence Cassez, quién casualmente ya tenía boleto de avión a París, dónde fué recibida como una heroína, caminando por una alfombra roja y llevada al pabellón de honor del aeropuerto parisino, durmió en Palacio y será recibida por el Primer Ministro Francés.
Raúl Plasencia, Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos señaló que habría que investigar y sancionar a las autoridades responsables de las fallas en el procedimiento que llevaron a la libertad a Florence, pero nada dijo el Ombudsman respecto a la manera en la que se van a garantizar los derechos humanos de las víctimas, de quiénes han sufrido en carne propia los efectos de esta guerra contra el narco y que con frustración, indignación, impotencia y coraje ven cómo los derechos humanos casi siempre terminan beneficiando a los delincuentes y en muy pocas ocasiones a las víctimas.
Ojalá que ésta no sea la constante de este nuevo gobierno que a escasos 50 días no ha dado con bola. Un nuevo gobierno que deja mucho que desear en la manera en la que procura y administra la justicia. Un gobierno que manda una señal equivocada al dejar en claro que si Florence Cassez es secuestradora, no importa. Si el PRI violó la ley rebasando los topes de campaña y comprando conciencias a través de las tarjetas Monex y Soriana, tampoco importa. Si un inocente tiene la mala suerte de morir en medio de una balacera, tampoco importa, basta con sembrarle un cuerno de chivo, un churro de mota y decir que “estaba metido”. Pero si usted deja de pagar la luz o el agua o cualquier servicio, no solo importa, sino que al siguiente día habrá de pagar las consecuencias sin que haya un gobierno que lo defienda o una Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que le otorgue un amparo.