Episodios dolorosos: el trabajo todo lo vence
GABRIELA ÁLVAREZ MÁYNEZ
Hace unos días, la reflexión que hago en este portal de noticias, era en torno a la participación ciudadana. Recuerdo esto al inicio del texto, porque la semana pasada se vivió un acontecimiento fuerte y de trascendencia en el país. Las mujeres no fuimos representadas en la Cámara por las y los diputados que hicieron mayoría, para un acto de total importancia. El contexto es importante para poder entender la magnitud de lo que los ciudadanos hacemos cuando apoyamos a personas que nos pueden traicionar en la toma de decisiones.
El diputado federal Cuauhtémoc Blanco tiene una denuncia por abuso sexual que no se puede procesar, ya que el fuero lo protege, la fiscalía de Morelos generó que se discutiera y se hiciera este proceso. El resultado ha sido doloroso, pues vimos una trifulca en donde las diputadas federales de Morena, El Partido Verde y el PRI se unieron para evitar que le eliminaran este privilegio.
El punto valioso para resaltar en este asunto es que se mostró nuevamente una falacia de muchos políticos que dicen estar con “el pueblo”. Las mujeres que creemos, que tenemos una esperanza en que las leyes de nuestro país nos van a dar una mejor vida, lo vemos lejano. El destino de las decisiones está en manos de mucha gente que no piensa en la protección real y justa, que nos defrauda, que no piensa en el bien común.
En Zacatecas apoyaron a Cuauhtémoc Blanco, la diputada Fuensanta Guerrero del PRI, de Morena, Soledad Luevano, Julia Olguín, Ricardo Monreal, Ulises Mejía Haro y José Narro, del Partido Verde Carlos Puente. No son pocos los diputados federales del Estado y nos dieron la espalda. ¿En qué sentido? Los votos que emiten, las iniciativas que presentan, deben estar pensadas en el colectivo, en el mejor funcionamiento de la ciudadanía. En este caso, se pide la eliminación de fuero para que Cuauhtémoc pueda llevar a cabo un proceso y las instituciones investiguen si es culpable o no, pero ni siquiera puede realizarse el proceso, porque ya se evitó con el apoyo de aquellos que lo protegieron.
Esto nos lleva a una reflexión fundamental ¿qué sucede con los ciudadanos? Este acto fue trascendente, pues vimos en las redes, en las pantallas, a un grupo de diputadas federales de Morena y del PRI echando porras al señor para que subiera la tribuna y le dieron la voz. El delito por el que se le acusa es muy grave, pues atenta contra los derechos de una mujer, y es hasta irreal ver a mujeres defendiéndolo y llevándolo a un estrado para que alce la voz. ¿Dónde quedamos las mujeres, los ciudadanos?
Hay esperanzas. Las diputadas federales que votaron para eliminar el voto de protección al diputado, en Movimiento Ciudadano, dieron la batalla, la indignación se mostraba en sus rostros, en las pancartas que llevaron en las lonas, en el micrófono, cada vez que lo tomaron. Ellas nos levantaron el ánimo, nos hacen pensar que hay gente de nuestro lado y que ve por los derechos. Si vamos más allá, es interesante analizar la función y labor que realizan en la Cámara de Diputados, las iniciativas que se han defendido son interesantes, pues han apoyado el aumento salarial, lo relativo a derechos laborales, como la aprobación de la Ley Silla, para todos aquellos que tienen trabajos destinados a pasar muchas horas de pie, y una lucha muy marcada por reducir la jornada laboral a 40 horas.
Es sorprendente si nos adentramos en la página del Congreso y observamos las iniciativas presentadas por diputados, en muchas ocasiones se habla de que faltan, de que algunos defendían poder votar desde su casa, pero dónde queda el trabajo que nos merecemos los mexicanos. Ahí es donde debe entrar nuestra labor para analizar lo que se realiza, para dejar de creer en discursos que suenan bonito pero son una falacia, la realidad se muestra en la acción, en los resultados obtenidos de dicho trabajo.
Vivimos en un país que aún tiene muchas necesidades y carencias, por ello, las mentiras y el engaño, porque los ciudadanos ni tiempo u oportunidad tienen para revisar por si mismos dicha información, así que hay una tarea titánica, salir y dialogar, no crear encono hacia los temas políticos, pues para muchos pueden ser difíciles, aburridos, pero cuando observemos que tienen que ver con nuestra vida cotidiana y con todo lo que hacemos en nuestras actividades, el interés será mayor, y el cuidado para elegir a nuestros representantes no llegará a manos de personas que nos traicionen y vean la cara cuando emitan su voto en las tribunas.
Docente de la UAPUAZ
Unidad Académica Preparatoria de la Universidad Autónoma de Zacatecas