En Ojocaliente sólo sordera gubernamental y represión; ninguna obra
OSVALDO ÁVILA TISCAREÑO *
En septiembre del año pasado iniciaron las administraciones municipales en el estado de Zacatecas, todas ellas despertaron grandes expectativas en la población que una y otra vez ha sido objeto de promesas incumplidas y abandono reiterado en la atención de sus más elementales necesidades. Nuevamente, la tónica generalizada del proceso de elección efectuado en julio pasado, fue la transición en el poder municipal con el recambio de partido en el poder, rompiendo con la hegemonía que por años mantuvieron algunos partidos en el ejercicio de las administraciones municipales Este el caso de Guadalupe donde el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió la elección dando paso al Partido Revolucionario Institucional; Fresnillo donde el Partido del Trabajo (PT) dio paso al Partido Revolucionario Institucional; o Jerez donde el PRI entregó la administración al Partido Acción Nacional (PAN).
Los recambios de partido en el poder, demuestran, sin lugar a dudas, una población demandante y exigente que desesperada busca soluciones puntuales y efectivas a la problemática que los aqueja y no está dispuesta a esperar eternamente las soluciones, sino que castigará a los malos gobernantes y dará la oportunidad a otros en la búsqueda de acciones efectivas que modifiquen su calidad de vida o al menos aminoren la terrible miseria que agobia a la mayoría de los mexicanos.
Coincidentes con esas expectativas, hartos de una administración anterior llena de frivolidades y de excesos de poder, en el municipio de Ojocaliente la gente confió en el candidato de la alianza PAN-PRD, Ivan Husain Vitar Soto, quién ganó las elecciones con un amplio margen a su favor. Coincidí en un evento público con el Alcalde electo antes de tomar posesión del cargo, quién me lo presentó, lo describió como un político comprometido con su pueblo y dispuesto a llegar acuerdos en pro de sus gobernados y dispuesto establecer compromisos para buscar juntos recursos para obras de impacto social.
Como en todos los municipios, mis compañeros acudieron desde los primeros días de la administración a presentar un pliego petitorio que incluía obras de infraestructura social y apoyos de orden asistencial, todas las peticiones encuadran perfectamente en cualquier plan municipal de gobierno y constituyen actos de justicia social. Después de la entrega de la petición formal, una comisión de ojocalentenses acudió a solicitar una audiencia con el ejecutivo municipal y la respuesta a sus solicitudes.
La espera se prolongó y fue necesario acudir masivamente para recibir la atención directa del primer edil, en esa reunión a la que acudí personalmente, recibimos una retahíla de quejas sobre la administración anterior, un sinfín de explicaciones para justificar la inacción gubernamental y múltiples trabas burocráticas para incorporar a los peticionarios a los programas municipales. Pero con la intención de cubrir los requisitos, nos dimos a la compleja tarea de cumplir uno por uno; entregar la documentación solicitada y los respectivos expedientes de los peticionarios.
Todo fue en vano, estaba claro que sólo se trataba de maniobras burocráticas y pretextos reiterados para meter al laberinto del tiempo a los solicitantes, pues una vez cumplidos los requerimientos, constatamos que eran sólo eso; burdas maniobras. No quedo de otra que salir a la calle a denunciar esa situación.
Y en la primera manifestación y como respuesta inmediata se apersonaron un grupo de individuos con apariencia de golpeadores, con la clara intención de intimidar a los manifestantes, pues acompañaban al Secretario de Gobierno, que sólo salió a negar en rotundo soluciones y negar la posibilidad de entrevistarse con el Alcalde, no quedó otra salida más que retirarse y programar la siguiente movilización para el 12 de junio.
Y de la fecha al momento que escribo estas líneas, se desato una campaña de desprestigio contra los lideres: Amenazas a los antorchistas de ser excluidos de cualquier programa gubernamental y la solicitud expresa de ser objeto de alguna agresión en caso de asistir a la manifestación de los antorchitas, es decir al más puro estilo fascista, exclusión, amenazas de represión y persecución; en vez de obras y apoyos sociales.
Claro está que estamos ante un aprendiz de dictador que desconoce la Carta Magna de nuestro país y atropella los derechos constitucionales que juró respetar y honrar, pero los antorchistas no nos detendremos en nuestra aspiración de vivir en una patria más justa, la razón nos asiste y lo que pedimos es obligación de los gobernantes atenderlo. Además hemos hecho importantes gestiones como el drenaje de la comunidad de Nuevo Mundo, la electrificación de varias calles en Las Lajas, la pavimentación de calles en Cerrito de la Cruz – Las Lajas, y el acceso de Las Colorada y gestionamos también acciones de vivienda para decenas de familias, es decir no solo pedimos, hemos sido promotores del progreso de este municipio y por todo eso exigimos respeto y soluciones.
Cuarenta años de existencia como movimiento social, nos han permitido conocer a muchos personajes como éste, que traicionan al pueblo al que le juraron lealtad y trabajo para sacarlos de la miseria y esta vez como ha sido siempre, persistiremos en nuestra lucha. Convoco por este medio a los antorchistas de todo el estado a que nos dispongamos a dar todo el apoyo a nuestros compañeros de Ojocaliente, sabedores, que como un solo hombre, más temprano que tarde, venceremos a este enemigo del pueblo.
* Dirigente Estatal del Movimiento Antorchista