En Ojocaliente se debe respetar la Constitución
OSVALDO AVILA TISCAREÑO
En colaboraciones anteriores me he referido a la problemática que enfrentamos en Ojocaliente, uno de los municipios más pobres del estado en el que el grado de marginación y pobreza lastima a la mayoría de sus habitantes, a grado tal, que tuvo que ser incorporado en el programa de la Cruzada contra el hambre, pues la mayoría de las comunidades carece de los servicios básicos, no cuenta con calles pavimentadas, la mayoría de los caminos que interconectan a las comunidades son de terracería, muchas de las viviendas son de materiales provisionales, el grado de hacinamiento es muy alto y la carencia de empleo impide que la mayoría de las familias puedan resolver las necesidades más básicas.
Esta lamentable situación que obligaría a emprender acciones inmediatas y efectivas en beneficio de los pobladores, ha variado muy poco, y trienio tras trienio sólo se escuchan promesas de que las cosas cambiarán y que basta con votar por tal o cual candidato para que se note el beneficio en las mayorías, pero nada de eso, las situación sigue igual en lo sustancial.
Ante esta realidad, el antorchismo fiel a su compromiso con los que menos tienen, aplicando el mismo programa que se aplica en toda la patria y con el único objetivo de combatir la pobreza, desde hace tres años acudimos a la invitación de los habitantes de una de las comunidades más marginadas para impulsar la gestión de acciones de carácter asistencialista y obras de infraestructura básica.
De manera inmediata presentamos a la administración anterior, un pliego petitorio que contenía demandas de carácter elemental y la respuesta fue la misma que padecemos en muchos otros municipios, un rotundo no, argumentando múltiples pretextos fuera de toda lógica. El proceso electoral del 2013 dio lugar al cambio del partido en el poder, los ojocalentenses confiaron la alta responsabilidad de conducir el municipio a Ivan Husain Vitar Soto, candidato de la alianza del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pensando que con la llegada de un nuevo gobierno cambiaría la situación de fondo.
Nada más lejos de la realidad, el salto fue del sartén a la lumbre, pues a la ausencia de programas serios y eficaces para resolver los males de la población, a la retahíla de pretextos y excusas para culpar a la anterior administración se le suma un estilo despótico y con tendencias dictatoriales para la conducción de los actos de gobierno, los antorchistas hemos sufrido en carne propia esos excesos propios de emperador omnipotente. Doy cuenta brevemente de ello a efecto de recordar al amable lector la problemática que padecemos a manos de Vitar Soto.
Ante la presentación de un modesto pliego petitorio que incluía acciones de carácter asistencial como: becas, despensas, mejoramientos a la vivienda, empleo temporal y servicios básicos para las comunidades más marginadas, el alcalde personalmente y su primer círculo de colaboradores recetaron una larga lista de excusas y culparon hasta de la caída del muro de Berlín a sus antecesores y justificaron con ello la imposibilidad de atender cualquier solicitud.
Pero las cosas no quedaron ahí, de inmediato se desató una campaña de persecución a los militantes antorchistas amenazándolos de ser excluidos de cualquier programa municipal si persistían en sus exigencias. Por lo que no hubo otra alternativa, que salir a las calles a denunciar esa problemática y la primera manifestación y todas las posteriores tuvieron como comité de recepción a un nutrido grupo de provocadores que amenazaba e intimidaba a los manifestantes e incluso en una de las protestas el alcalde montó un acto de provocación contratando un mariachi que pretendía disuadir la protesta, mientras él burlonamente observaba desde el jardín principal.
Sobra decir que durante las protestas y en todos estos meses no ha existido respuesta alguna a las peticiones, nunca ha dado la cara ninguno de los funcionarios, por ello, ante los actos de provocación y ante la violación reiterada de la Constitución que consagra el derecho de petición, de libre asociación y de manifestación, no quedó otro camino que acudir al Congreso del Estado para solicitar se investiguen las irregularidades descritas y la campaña de persecución emprendida por el alcalde.
El pasado martes 25 un numeroso grupo de antorchistas acudimos a la sede del poder legislativo para que con respeto a la autonomía municipal, pero sabedores de sus atribuciones de fiscalización de los ayuntamientos, llamara al orden a quien gobierna en Ojocaliente, fuimos recibidos por la Comisión de Régimen y Concertación Política integrada por los Diputados Cuauhtémoc Calderón, Guadalupe Medina y José Haro, amablemente los legisladores ofrecieron su intervención, ojalá no estemos ante una salida fácil, confiamos en que los legisladores intervendrán de manera favorable, de no ser así llevaremos nuestras protestas a otras instancias, pues Ojocaliente es parte del territorio zacatecano y debe respetarse la Constitución que algún día juró honrar y respetar Ivan Husain Vitar Soto, pareciera que lo ha olvidado, pero aquí estamos los antorchistas para recordárselo, de ser necesario, hasta el último día de su administración.
