En Guadalupe, ¿volveremos a lo mismo?

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

En colaboraciones anteriores me he referido al trabajo que durante años hemos emprendido en el municipio de Guadalupe a efecto de cambiar el entorno de miles de familias pertenecientes a los sectores más vulnerables, las obras materiales y acciones sociales a lo largo y ancho del territorio guadalupense son evidencia de ello.

Los hechos son variados y evidentes desde las comunidades lejanas como Los Rancheros, donde se logró la cancha con domo, o en El Bordo donde se construyó la primera unidad deportiva de las muchas que después se llevarían a otras localidades, hay decenas de calles pavimentadas, canchas deportivas, aulas escolares, además de miles de acciones de asistencia social y alimentaria.

Todo esto es prueba de un arduo trabajo que es resultado de una acción colectiva emprendida por miles de ciudadanos que logramos materializar venciendo las adversidades, reitero, las acciones enumeradas, no son producto de un individuo, sino resultado del trabajo colectivo que es capaz de lograr grandes proezas.

Por lo explicado, nadie en su sano juicio podría ver con malos ojos esa acción que por años encabezamos a favor de la gente y a pesar de que muchas veces enfrentamos resistencia en distintos niveles gubernamentales, al final, luego de algunas acciones de protesta logramos que se entendiera que lo que nos motivaba siempre era el bienestar colectivo.

Al principio de la administración municipal que encabeza el Maestro Julio Cesar Chávez Padilla notamos un drástico viraje ceñido a la política promovida por el Presidente de la República de remarcar la atención ciudadana directa que es absoluto disparate pues está claro que las peticiones expuestas siempre se atienden a título personal y cumpliendo la respectiva normatividad; y en el caso de las obras resulta evidente que aunque se formulen peticiones conjuntas, por ningún motivo estamos hablando de solicitudes de dinero en efectivo a los líderes o a los peticionarios y aunque una y otra vez insistimos sobre la imprecisión de lo dicho, al final con el poder de los medios y a fuerza de repetirlo quedó al menos la percepción sobre la ilegitimidad y mezquinos intereses de los antorchistas, pero reitero a mis posibles lectores, siempre pedimos obras y acciones de orden social, nunca moches ni beneficios personales para los líderes y quien afirme lo contrario miente dolosamente.

Gracias a la visión de José Saldívar Alcalde, secretario de Gobierno Municipal y a un viraje de la actitud del Presidente Municipal Julio Cesar Chávez Padilla, se tomaron  acuerdos para la atención de algunas acciones mínimas, que a decir verdad caminaron con lentitud pero se atendieron gracias a un acopio de fuerza de voluntad para esperar plazos que con recurrencia se reprogramaron una y otra vez, como siempre el trato era amable y cortés con nuestro interlocutor, pero las soluciones bastante modestas, mientras las explicaciones múltiples.

Al inicio del presente año solicitamos la atención y el compromiso de este ejercicio que implica la respuesta a un amplio sector de ciudadanos del municipio, las demandas las mismas de siempre: obras de impacto social y acciones de carácter asistencialista que ayuden a enfrentar la terrible situación que hoy aqueja a las familias en todos los ámbitos. La pandemia complicó la concreción de una propuesta pues se suspendieron las actividades en la alcaldía, pero ahora se dan opciones que no atienden en lo más mínimo las necesidades y se repite el argumento de la falta de recursos, pero por otro lado, vemos videos donde se anuncia salud en las finanzas y grandes acciones de gobierno en el momento en que las cosas empeoran en el ámbito económico, por un lado, se niegan apoyos alimentarios a las familias y por el otro se anuncian entregas masivas en algunas colonias

¿Cuál será la versión correcta? Ojalá se entienda que hoy más que nunca se necesita constatar las acciones del gobierno municipal en beneficio de la gente, de no ser así, no quedará otro camino que retomar la lucha y los únicos responsables serán los que juran trabajar por el pueblo. Que conste.