En Guadalupe, fracaso en ruta
JUAN GÓMEZ
Lo que sucede en el municipio de Guadalupe es algo inédito en su historia política, que evidencia la ausencia de liderazgo, inmadurez, improvisación y falta de compromiso con el ejercicio de gobierno municipal.
La dirigencia de Morena en el estado de Zacatecas no dimensiona lo que sucede en la conducción del municipio guadalupense, que es gobernado por suplentes sin experiencia en el gobierno municipal.
Todo empezó con la síndica María del Carmen Salinas Flores, quien dejó la posición jurídica más importante del ayuntamiento, para que el 31 de octubre de 2018 el entonces edil en funciones Julio César Chávez Padilla le tomara protesta a la suplente, María de la Luz Muñoz Morales.
Para finales de diciembre 2018 el secretario del ayuntamiento, Carlos de Ávila Barrios renunció a la secretaría de gobierno municipal. El anuncio lo dio el propio Chávez Padilla en su red social, en donde justificó que el funcionario atendería asuntos personales. No dio más explicaciones ni información.
La renuncia de De Ávila Barrios sigue siendo un misterio, pero la realidad arroja un dato duro: en la planilla que registró la coalición “Juntos Haremos Historia” estaba anotado como regidor y el ahora ex funcionario prefirió regresar a esta representación al cabildo guadalupense y dejar la secretaría, luego de la crisis de los despidos que emprendió la administración municipal en septiembre pasado.
El 7 de enero, una semana después de que el secretario de gobierno municipal renunciara al cargo, el alcalde en funciones Julio César Chávez, sorpresivamente solicitaría licencia al cabildo guadalupense, argumentando “problemas de salud”.
Si bien es cierto que Chávez Padilla cuando era regidor perredista en el cabildo guadalupense sufrió un trágico accidente en el perdiera la vida una regidora, cuando regresaban de una actividad en Villanueva, en los últimos días no había mostrado malestar en la espalda, sitio que se lesionó seriamente en aquella volcadura.
Aún así el lunes 7 de enero su departamento de Comunicación Social había convocado a una conferencia de prensa al mediodía que sería cancelada de inmediato. Ya no se citaría nuevamente a la prensa local. Por la noche, César Artemio González Navarro, ex jefe de prensa del ayuntamiento y ex coordinador de la feria de Guadalupe, rendía protesta ante el pleno del cabildo.
Tres días después, ante este escenario carente de experiencia y liderazgo para conducir las riendas del municipio de Guadalupe, el gobernador del estado, Alejandro Tello Cristerna invitaba a su despacho al presidente municipal interino para manifestarle el respaldo institucional del gobierno a su cargo, “y comenzar las acciones de colaboración y coordinación que permitan al municipio garantizar los servicios, obras y acciones que los guadalupenses merecen”.
Pero además de la institucionalidad gubernamental y del espaldarazo al ayuntamiento mostrada por el mandatario estatal, Tello Cristerna también evidenció su preocupación por la conducción de la administración municipal cuando dijo: “de ninguna manera voy a dejar a la deriva a Guadalupe. Sacaremos adelante a este municipio”.
La administración municipal presenta un fuerte debilitamiento a causa de la ausencia de liderazgo en su conducción pero además, es evidente la falta de experiencia en el equipo administrativo.
Quien si ha dejado a la deriva al municipio es la dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien convoca a conferencia de prensa para darle su respaldo al presidente López Obrador, pero regateándole el apoyo a la administración municipal.
Hay razones para ello. Julio César Chávez no ha militado en Morena y se desconoce que se haya afiliado. Es más, su militancia partidista ha sido ocasional, primero en el PRD que le permitió llegar a la regiduría del ayuntamiento de Guadalupe, pero después hizo campaña a favor del PRI y ello le permitió la posición de secretario de gobierno municipal, de donde iría a la subsecretaría de gobierno en la actual administración.
Este escenario de falta de liderazgo y debilitamiento institucional se profundiza por las fallas y errores en el otorgamiento de servicios públicos, pues las fallas de basura y los problemas de inseguridad por los que atraviesa esta demarcación municipal son parte de la vida cotidiana de los ciudadanos.
Aunado a lo anterior este año el Impuesto Predial se elevó de forma desproporcionada, lo que ha desatado la molestia y el enojo de los ciudadanos, quienes de esa manera resienten el arribo de la nueva administración morenista en este municipio, aplicando medidas que lesionan la economía de los contribuyentes.
Guadalupe es un laboratorio político en donde Morena debe analizar cada un de las fallas y errores para enmendar, enderezar la ruta de la actual administración para evitar un descalabro mayor en la elección estatal de 2021, pues Guadalupe podría ser el botón de muestra de la ineficacia en el gobierno.
Al tiempo.