Elecciones sin certeza
JUAN GÓMEZ *
El proceso electoral 2013 arrancó en Zacatecas con una gran expectativa de renovación en la política doméstica, pero los últimos acontecimientos registrados en los distintos partidos políticos y en el órgano electoral responsable de conducirlo, prevén un final de fotografía.
Durante el primer período de más de 72 años en el poder presidencial, el Partido Revolucionario Institucional sofocó cada uno de los movimientos y revueltas que se generaron, como parte de la protesta por la asfixia democrática en el país, hasta que en el año 2000 el panista Vicente Fox logró el triunfo electoral y el inicio de la alternancia política en México.
En Zacatecas hemos vivido la alternancia política de una forma distinta pero con algunas similitudes. En 1998 el priista Ricardo Monreal logró derrotar con una alianza político-partidista al Revolucionario Institucional, luego del mal gobierno de Arturo Romo Gutiérrez.
Pero 12 años después la perredista Amalia García Medina entregaría la administración a Miguel Alonso Reyes , candidato de la alianza electoral PRI, PANAL y PVEM, a causa de un fuerte desgaste mediático, a las divisiones perredistas, sangrías intestinas y al enfrentamiento con su antecesor.
Miguel Alonso Reyes sacó satisfactoriamente el primer reto electoral federal que tuvo enfrente como gobernador, al llevarse el “carro completo” en el proceso electoral pasado, en el que contribuyó el “Efecto Peña Nieto” pero también la operación y el trabajo político.
El escenario en este momento es muy distinto, el citado “Efecto Peña Nieto” ya no existe y la influencia de la llamada “Luna de Miel” del primer año de gobierno concluyó.
Tampoco existe la alianza electoral que contribuyó fuertemente a las transiciones democráticas en Zacatecas.
El rompimiento de la alianza con el Partido Verde Ecologista de México ha puesto en la superficie de la política local, un enfrentamiento entre el senador Carlos Puente Salas, actual dirigente del Partido Verde Ecologista de México en Zacatecas y el mandatario estatal.
Puente Salas ha sido muy cuidadoso al igual que el Ejecutivo del estado, para no mostrar abiertamente las diferencias políticas, pero es evidente la rispidez entre ambos políticos que marcó la ruptura del “aliado tradicional” con el tricolor.
Hábilmente Puente Salas evita el ataque directo pero le ha cooptado al tricolor los aspirantes indecisos, a los que no ha definido o que de plano rechaza. Además, el senador del Verde Ecologista de México mantiene una buena relación con la dirigencia nacional priista de César Camacho.
De acuerdo a la identidad de la pasada alianza electoral y a los perfiles de sus candidaturas tanto al congreso como en las 58 presidencias municipales, el Verde le restará más votos al Revolucionario Institucional que el resto de los partidos opositores.
Con el Partido Nueva Alianza la situación fue diferente, puesto que la Comisión Permanente del Consejo Político estatal del PRI había aprobado inicialmente la coalición electoral, pese a la oposición de Javier Valadez Becerra.
Sin embargo, la representación del comité estatal priísta no acudió a la cita que ya había extendido la dirigencia del PANAL a los medios de comunicación. Los dejaron plantados en las oficinas del Instituto Estatal Electoral.
El delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Jorge Romero Romero, argumentó que “las excesivas demandas” del PANAL impidieron la concreción de la coalición electoral en Zacatecas. Kaput.
La alianza opositora PAN-PRD tampoco fructificó. El pasado tres de abril el Instituto Estatal Electoral le negó el registro de coalición electoral al PAN y al PRD, bajo el argumento de no haber entregado la documentación en tiempo y forma.
El acontecimiento que rompió con las expectativas de las dirigencias locales de ambos partidos, frustró en primera instancia la estrategia de sumar activos en la pelea electoral, pero además se ha metido en un fuerte desgaste mediático al árbitro de la contienda electoral.
Sin embargo, y aunque no lo pretenda, el PRI amplió el número de sus contrincantes. El PAN, PRD, Verde y Nueva Alianza, operarán en su contra, aún y cuando no se pongan de acuerdo. A ello se agregarán sus militantes inconformes con el resultado de la postulación de candidatos.
El presente escenario ha traído también como consecuencia la “judialización” del proceso electoral zacatecano, lo que constituye un elemento distractor en la contienda electoral, pero también un factor que influirá en la definición de los comicios estatales.
Esta descomposición que hoy observamos en Zacatecas no se había registrado en ningún momento de su vida democrática moderna, lo que puede ser un factor que contribuya a la inestabilidad de la vida política estatal.
La conducción de la política estatal se ha complicado de una forma severa en la entidad, puesto que la crisis de partidos políticos, las confrontaciones entre los liderazgos responsables de conducir a la entidad, los problemas de inseguridad que se han agudizado en los últimos días, presentan un fenómeno que puede generar factores que desestabilicen la conducción del estado.
Cuando se presentan las crisis en los gobiernos o en la vida social, son las instituciones las que pueden ayudar superar esos momentos difíciles, pero en Zacatecas no solo no se han fortalecido sino que las han sometido a un fuerte desgaste mediático que no contribuye a la realización plena de su función.
En este escenario no existe certeza en el resultado de una elección estatal. Esperaremos al registro de los candidatos a los 58 ayuntamientos y al congreso local. Quizá ello nos proporcione una mejor perspectiva de análisis.
Al tiempo.