El transporte urbano mal planeado de Toluca
RAÚL MANDUJANO SERRANO
El amanuense recuerda que a principios de octubre del 2015, el entonces secretario de Movilidad mexiquense y ulteriormente malogrado candidato a la gubernatura, Isidro Pastor Medrano, dio a conocer un plan de reordenamiento con plazo de 6 meses, mismo que consideraba otorgar permisos a sitios completos de transporte público y no sólo a rutas. Ese “combo” consentiría solo una determinada cantidad de unidades a fin de evitar la sobreoferta. Así se llegó abril del 2016 y nada. Puras apariencias.
La investigadora universitaria –de la UAEM por supuesto-, Elis Rosella Contreras Morales, realizó un estudio intitulado: “La planeación inadecuada del transporte público de Toluca. Caso de estudio ATSUZI”. En él precisa que Toluca “…ha tenido un crecimiento demográfico y una expansión urbana importante que ha generado cambios en las estructura de la ciudad, así como en la prestación de servicios públicos… la oferta del servicio de transporte, se ha dado en forma deficiente, la capacidad de dotar infraestructura y de circulación ha sido desordenada, parcial, segmentada y la movilidad de las personas se ha visto obstruida, paralizando el tránsito en sectores de la ciudad en horas pico prolongadas”…
El periodista reflexiona que todas, las más de 29 concesiones que operan en la capital han y son víctimas de atracos pero casi ninguna denuncia. La razón es que en los asaltos, los “rapiñas”, por persona, podrían ir de 20 pesos hasta 600 (cuando se trata de celulares). Podría no valer la pena acusar ante el Ministerio Público y aunque ello abona a la impunidad, las empresas deberían, si y por obligación denunciar. Una de las empresas más frecuentemente víctimas de los malditos hampones es Atzusi, en sus distintas rutas pero ¿por qué no denuncian? Mire Usted, este redactor ha platicado con al menos 20 personas que han sido víctimas de asaltos y todos refieren que viajaban en Atzusi, el chofer se detiene y suben sujetos que inmediatamente los atracan exigiéndoles que agachen la cabeza y coloquen en sus manos lo que lleven de valor. “Parece que conocían al chofer”, dicen la mayoría.
¿Qué alternativas tiene la autoridad, los empresarios y los usuarios? Hablaremos después de ellas, mientras, cuídese, cuídese porque para nuestra autoridad, sólo somos estadística, pero para su familia y amigos podemos ser todo…
Colofón.- “Mordelones” al acecho
Mientras degusta de un buen tamal oaxaqueño (hecho en Toluca) preparado con carne de cerdo en mole rojo, no negro, rojo, cocido en hojas de plátano y un atole de rompope caliente, el precursor de las peroratas descomedidas no entiende por qué los oficiales de tránsito se ofenden cuando los llaman “mordelones”.
La gente es grosera, no sólo se estacionan por doquier valiéndoles que haya un señalamiento que lo prohíbe, en segunda fila frentes a las escuelas, comercios. La disculpa es siempre “sólo un minutito” o, si es descendiente anglosajón y tiene un cargo público “X” manda “a volar” al servicial agente. Esos seres acartonados que no tienen criterio al multar y que a través de los tiempos utilizaron ese “poder” para obtener ganancias personales. Se hicieron de su propio “coto” y sacaban desde 20 hasta 500 pesos con la amenaza de grúa. Pero eran súbditos de comandantes y debían entregar su “contribución al jefe” si querían conservar el empleo. La sociedad los hizo, como se hicieron las clases sociales, el sexismo (machismo y homo-fobia) y el racismo, o esas expresiones “igualadas” que aluden, negativamente a la condición social o al trabajo de las personas, con ese ingenio popular mexicano.
“Naco” nuestra clasista denotación. No se habla de ayudantes o aprendices sino de “chalanes, o canchanchanes”, “el may”, los “chupatintas”, “el IBM”, “leguleyos y mordelones”, “corruptos todos, sin excepción” los policías, “irse como criada, chacha o gata”, peluqueros o modistos son homosexuales, los albañiles, malhablados; las verduleras, vulgares y peleoneras, “cuerpo de mariachi y su panza de pulquero”, “cara de enterrador”, “muerto de hambre”, “teporocho”, “cuerpo de limosnero”, “estirados”, “perfumados”, “encopetadas”, “pirrurris”, “proles”…
Por lo pronto a cuidarse y hacer bien las cosas. Las multas van de 5 hasta 20 unidades de actualización por el tipo de infracción; es decir, a 72 pesos cada una. En el primer caso (5 puntos) a 360 pesos y de 20, mil 440 pesos y dice nuestro alcalde que será parejo a todos. No le crea mucho… Mejor “abracemos una agente de tránsito”…
Susurros.- No se moverán ambientalistas
Susurran que aún cuando el gobernador Ávila Villegas anunció la cancelación del proyecto Tollocan, el llamado “Colectivo Abracemos Tollocan” no se moverá. “Abrazaron” su propio poder amparados en el ambiente y ahora exigen protección a la fauna, vegetación, mantos acuíferos, imagen urbana y un oficio firmado por el gobernador que ratifique la cancelación y que se los lleven ahí, al kilómetro 1.5… ¿Y luego pedirán registro como partido?…
Twitter: @raulmanduj