El salario de los funcionarios
PEDRO JASSO CARRILLO
Hace algunos días se expidió Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, Reglamentaria de los artículos 75 y 127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así mismo se adiciona en el Código Penal Federal como un delito nuevo, denominado “Remuneración ilícita”.
Dicha ley se compone de 17 artículos, distribuidos en cinco capítulos, los cuales abarcan temas como; Disposiciones Generales, de la Determinación de las Remuneraciones, de la Presupuestación de las Remuneraciones, de las percepciones por retiro y otras prestaciones y del Control, así como de las responsabilidades y las sanciones.
Lo relevante de esta Ley, es que incluye a los funcionarios públicos del Poder Judicial, pero deja a salvo los derechos adquiridos a consecuencia de la antigüedad, o se realicen con alta especialización, entonces quiere decir que los magistrados de la Suprema Corte de la Nación, seguirán percibiendo los tan honrosos sueldos que venían desempeñando con anterioridad a la expedición de referenciada Ley. Hace algunos días los magistrados de la Suprema Corte, dijeron que iban a realizar deducciones de una 25% de su salario, dejando en claro, que aun así, van a ganar más que el Presidente de México.
El poder judicial, ha sido merecedor de los mejores salarios, aquí la pregunta: ¿actualmente los mexicanos tenemos justicia y su debida impartición?
El poder legislativo es otra instancia que crea nuevos ricos en el país, ya que por décadas, los que ostentan una curul, entran a la cámara con una mano adelante y otra atrás, sin embargo cuando salen son grandes empresarios y viven como reyes. Actualmente, tanto Senadores como Diputados, han hecho de todo para disfrazar sus percepciones y alardear que están en una verdadera austeridad republicana.
Entonces también viene la pregunta: ¿tenemos leyes justas y equitativas?
En el poder ejecutivo pasa algo similar, los funcionarios de primer nivel tienen prestaciones que no son por el concepto de sueldo, pero que benefician su modo de vivir de forma diferenciada, es decir de modo muy superior a la de todos los mexicanos.
Entonces: ¿de qué sirve la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos?, ¿de que sirve tener un Presidente Honesto?, ¿de que sirven todas sus propuestas?
Al final muchos ganan una fortuna, y nadie, absolutamente nadie, se pronuncia en desacuerdo.
¡Esperemos lo imposible!