El PRI y Meade no tienen vergüenza
SAÚL MONREAL ÁVILA
La cuesta de enero inicia, y va siendo ominosa, con “gasolinazos”, los reveses a la economía de los más, el año del proceso electoral más importante de la historia con las consecuencias económicas inherentes, en tanto, el año se perfila de nueva cuenta como el más violento de la historia, con la milicia blandiendo la patente de corso con la ley de seguridad Interior, y por si eso fuera poco, el año de la revisión del TLC, con el riesgo de sufrir los quebrantos económicos que seguirían a una revisión desventajosa del tratado de libre comercio de America del Norte. En suma, el año que todos los pronósticos señalan como el más turbulento de los últimos tiempos
No han disminuido las insultantes asimetrías en el acceso a los medios para satisfacer las necesidades vitales de los más, y la brecha con los ricos se hace mayor en la medida que las clases medias se empobrecen, mientras aquéllos aumentan sus caudales. El llamado “combate a la pobreza” de Sedesol no ha obtenido, en el papel, sino resultados marginales, y en los hechos, convertido en un simple instrumento electorero, sin más impacto real en la calidad de vida de los mexicanos.
Por si eso no bastase, y a pesar del discurso oficial, la corrupción persiste sin freno, y da muestras de seguir incrementándose y extendiéndose, en medio de la simulación del despliegue de medidas, mecanismos y creación de complejas e ineficientes estructuras que dicen querer combatirla, el orden y la paz públicos, desquiciados en muy extensas zonas del país de manera muy grave, y como así podemos verlo en nuestro Zacatecas, vemos que tampoco ha mejorado en el resto del territorio, y a pesar de las esperanzas de la época, esa es la realidad con la que nuestro país y nuestro estado recibe al año nuevo 2018.
Y en medio de todo esto, Meade viene a retomar su campaña en Zacatecas, con la misma retorica que ya lo viene caracterizando, pletórica de cálculos optimistas en general, pero en lo práctico, hueca y fuera de la realidad, nada vino a ofrecer a los Zacatecanos, solo vino a ofertar un futuro vago e irreal a cambio de un cheque en blanco de la sociedad, su voto el primer domingo de junio. Meade Kuribreña, cuando no hace mucho visitó Zacatecas en su calidad de titular de Hacienda, dejó claro a través del subsecretario Fernando Galindo Favela que no habría apoyo para la universidad, como lo había prometido anteriormente, justificándose con el argumento que la UAZ era quien debía aplicar su presupuesto ordinario de forma más eficiente.
José Antonio Meade defendió lo indefendible en un Zacatecas que ocupa los primeros lugares en delitos como el secuestro y la extorsión y donde se dispararon sin control alguno los homicidios dolosos, principalmente las ejecuciones. Defendió la Ley de Seguridad Interior, con la que según sostuvo “avanzamos en darle certeza a las Fuerzas Armadas, como ellas nos han dado certeza a todos nosotros”, según dijo, sin explicar como lo haría o en que cambiaría el actual estado de cosas la citada ley, que solo viene a formalizar legalmente lo que ya de facto tiene años sucediendo, que el ejército tiene el control de las policías, además de los elementos castrenses desplegados en todo el país, y a pesar de todo, la violencia avanza incontenible, ¿O que logramos cuando militares se han hecho cargo de la secretaria de seguridad publica en Zacatecas? ¿Se avanzó en algo? Es obvio que no, la inseguridad está peor que nunca, según cifras de la propia secretaria de seguridad Pública.
Lo que si vimos todos es que el exsecretario Panista-Priista de hacienda, no dio oportunidad a los medios de comunicación de cuestionarle en Zacatecas, ellos prácticamente lo obligaron a dar alguna declaración, quedando a deber mucho en temas como inseguridad, la política de hidrocarburos, su anuncio de consolidar las nocivas “reformas estructurales” y el alza de los impuestos que viene, y que él mismo ya aplicó como Secretario de Hacienda y Crédito Público. De mala gana contesto a unas pocas preguntas…Desde su vehículo, sin dar responder directamente preguntas más profundas a los periodistas zacatecanos que hacían su labor.
Por ello, y por sus declaraciones más sonoras, como la frase; “En 2018, lo mejor está por venir” nos preguntamos cómo el mismo Albert Einstein lo hizo: “Si haces siempre lo mismo, ¿Cómo esperas resultados distintos?” Los últimos 17 años, desde el 2000 con Vicente Fox, y hasta la fecha con Enrique Peña Nieto, no ha cambiado en lo más mínimo nada la ruta gubernamental, a pesar de la continua espiral de deterioro nacional, los programas de gobierno solo han cambiado el nombre, pero son los mismos prácticamente en todo desde Carlos Salinas de Gortari.
La realidad del PRI y sus políticas se impone, esto es lo que nos espera en este año producto de las políticas del régimen priista, muchas de ellas aplicadas por Meade: Desde enero del 2018; Aumento al consumo de la electricidad; Aun mas aumento del precio del gas; Aumentos en los precios de las gasolinas y del diésel; Aumento en casetas por el uso de autopistas; Aumento en los precios de productos y servicios gubernamentales como expedición de actas de nacimiento, certificados de defunción, pasaportes, licencias, trámites aduanales, pago de tenencias vehiculares disfrazados de Derechos de Uso Vehicular, licencias y un largo etcétera; Aumento del desabasto de medicamentos en el IMSS e ISSSTE como en el Seguro Popular; Aumento de la carestía; Aumento de la delincuencia; Aumento de la corrupción gubernamental de los regímenes Priistas; Y todas las consecuencias por esto: Aumento de la pobreza.
Lo único que vemos va a disminuir este año… Son los ingresos y el bienestar de la población, las expectativas de vida y si lo permitimos, hasta sus esperanzas y sueños. Eso es lo que nos espera con la continuidad que representa Meade. No tienen vergüenza no el PRI ni su candidato, Meade representa más de lo mismo con las políticas que estan acabando con nuestro país, y su visita a Zacatecas solo viene a confirmarlo, por todo esto y más que a ninguna otra cosa, apostamos a la voluntad y a la convicción de la gente para cambiar el estado de cosas, como así lo veremos el próximo 3 de junio en las urnas.
