El plan de paz del Presidente
ENRIQUE EDUARDO BERNALDEZ RAYAS
Durante dos administraciones federales no hubo una planeación adecuada para combatir la delincuencia y sus expresiones violentas. Miles de mexicanos han perdido la vida ante la contemplación de muchas autoridades que han resultado ineficientes por carecer de una formación profesional también por el fenómeno de la corrupción que se enquistó en las altas esferas del poder público.
Son innegables las heridas y cicatrices que carga la sociedad, pero el mandato popular hizo posible que la clase política corrupta no permaneciera al frente de las instituciones. Con esa esperanza renovada en nuestros representantes populares y en el presidente, el futuro tiene un rostro alentador.
Así, la creación de la Guardia Nacional fue votada de manera unánime, un hecho que es histórico, sobre todo porque se pensaba que había criterios irreconciliables entre los bloques de senadores comprometidos con el proyecto de nación del presidente Andrés Manuel López Obrador y aquellos que representan de forma marginal a un sistema que originó el crónico sistema de exclusión social que padece el país.
El presidente de la República ha empeñado su palabra: La ruta para pacificar al país tiene una vertiente en desterrar privilegios y recuperar el compromiso social del Estado con la población más vulnerable, para así acabar con la desigualdad. El otro punto de apoyo es precisamente crear a un cuerpo policiaco altamente capacitado para enfrentar y contener la espiral de violencia en el país, he ahí la relevancia de la Guardia Nacional.
Las estadísticas recientes en materia de seguridad pública reflejan la inercia violenta heredada, pero con la instrumentación de los innovadores programas sociales y la operación en todo el país de la Guardia Nacional, harán posible que las cifras truculentas empiecen a revertirse.
Es preciso resaltar que la unanimidad que aconteció en el Senado no fue artificial, en mi opinión fue producto genuino de la voluntad de construir entendimientos por parte de la mayoría que admitió el procesamiento de algunas peticiones de la oposición. Al finalizar la sesión, todos los senadores quedaron satisfechos y el presidente ha manifestado su beneplácito por el avance en el trámite legislativo.
La dirección y mando de la Guardia Nacional recaerá en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, cuyo titular, Alfonso Durazo, tendrá que actuar quirúrgicamente para que la Guardia Nacional se asiente operativa y estratégicamente en todo el país; sobre todo porque hay un artículo transitorio que indica que a partir de que la Guardia empiece formalmente a trabajar correrá un plazo de cinco años en los que las fuerzas armadas podrán seguir colaborando en operativos de seguridad pública. Pasado ese tiempo, los militares y marinos volverán a sus cuarteles.
De acuerdo al INEGI, en su ejercicio denominado Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU), el último año en el que la mayoría de los mexicanos percibieron que vivían seguros en su vecindario fue el 2005 con un 53.4 por ciento. En diciembre del 2018, la ENSU reportó que un 73.7 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros en el lugar donde viven. Confío que, en los próximos años, la percepción de inseguridad disminuirá y los ciudadanos recuperaremos la tranquilidad en el entorno en que vivimos.