El lugar de los periodistas
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Mientras el líquido de ese envase se dirige presuroso hacia su alojamiento en ese vaso con hielos, el amanuense voltea y observa a su alrededor. Está, junto con una veintena más de periodistas, en el rincón de una cantina, oyendo una canción que ya pidió. Me están sirviendo ahorita mi tequila. Ya va mi pensamiento rumbo a ti… Si, un pensamiento por Rosy Coyotécatl, Prisco Arciga, Eliseo Lugo, Adriana Tavira y el buen Jesús Ruiz, que dijera algún día, antes de que nos lo arrebatara el Covid que “aquí deberíamos poner una placa que dijera: Aquí, en este rincón, se reúnen las y los periodistas y sus amigos, para tratar de cambiar a nuestro país y a nuestro querido estado de México” … Y lo cumplimos. El motivo de esa bohemia preelectoral fue para rendir honores a nuestros entrañables amigos.
La placa fue develada por don Adalberto, el dueño de La Luz; por Lupita Escobar, la presidenta de la APYCM, cuya asociación promovió la colocación de la placa, y por Pepe Nader, el director del periódico El Valle e incansable promotor de la unidad del gremio. Así que, dese las tres de la tarde y hasta altas horas de la noche, que no de madrugada, los periodistas honraron a Baco, cantaron y platicaron, rieron y disfrutaron de su amistad y de los retos que se le vienen a los medios de comunicación, con la nueva configuración del sistema político mexicano.
Elecciones 2024, la aniquilación de los dinosaurios
Mientras degusta de unos taquitos de chamorro adobado, acompañados de una copa del mexicano tequila por origen, el hacedor de las estrofas electorales ve como la campaña mañanera de Morena logró su cometido. Sin importar si lo hicieron bien, o mal, al final le tocaron el réquiem a una oposición carente de creatividad y resultados. La violencia fue uno de los grandes agujeros negros del proceso electoral —y también del sexenio—, en un país donde más de la mitad de la población considera inseguro vivir donde vive.
Previo al domingo 2 de junio, fue la inseguridad el broche que distinguió una campaña de terror, quizá del crimen organizado, quizá de anónimos fanáticos de partidos o quizá de la propia normalidad criminal del país, pero hubo 37 candidatos ejecutados, una cifra que escaló también con los otros 58 homicidios vinculados a las elecciones, donde las víctimas fueron familiares de aspirantes, políticos que no participaron en la contienda, y miembros de los equipos de campaña.
Pero al final, nos guste o no, importe poco la violencia o la salud, la ciudadanía salió a las calles y votó. Igual que en aquel ya lejano primero de diciembre del 2 mil, cuando Vicente Fox se convirtió en el primer presidente electo no emanado del PRI en 71 años. Ahora, lo del domingo 2 de junio, nos coloca el umbral de un tiempo histórico. Quizá después de atestiguar el triunfo de la primera mujer presidenta, estamos también ante una peligrosa hegemonía que se logra al ganar también la mayoría legislativa.
Me parece que es tiempo urgente de cambios. Aquí en el estado de México, la oposición tuvo la peor derrota de su historia. Perdió casi 3 millones y medio de electores. Y es que quisieron hacer lo mismo con lo mismo y tener resultados diferentes y al no haber cambios, la derrota fue lapidaria. México seguirá dividido, algunos ríen y otros lloran, pero sin beca hay que trabajar… Basta de quejas y dichos. Hasta otro Sótano…
X: @raulmanduj