El frente que nació muerto
JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX
Este sábado la toma de decisiones sin elección para las candidaturas del ahora llamado México Al Frente, provocó una crisis que prácticamente revienta las posibilidades electorales de esta agrupación. Contra toda lógica fue designado al Niño Azul panista como precandidato a la Presidencia de la República, cuando Miguel Ángel Mancera encabezaba los pronósticos y encuestas de un mejor resultado. Este renunció a la participación electoral en el 2018 y ha decidido refugiarse -no le queda otra- en su puesto como Jefe de Gobierno. Una baja importante en este organismo.
La senadora Alejandra Barrales es otra que se cae del templete. Mancera registra a dos de sus hombres más cercanos para contender por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con altas posibilidades, inclusive, de derrotar a Morena. La candidatura de Salomón Chertorivsky es interesante, pero de cualquier manera manda una llanta de repuesto a través de Ahued, también ex funcionario del gobierno capitalino. En el PRD desaparece Barrales por mandato del INE y se encumbra un funcionario del gobierno de Mancera, que es el representante jurídico de su gobierno. Mancera queda bien arropado, aunque sin futuro político a la vista. Tenemos que traducir estos hechos: al perder la candidatura a presidente de la República, ha dejado configurado todo para un triunfo en la CDMX.
El anuncio se hace en rueda de prensa, acompañado de Cuauhtémoc Cárdenas, como presumiendo un aliado para el futuro. Por su parte, Cárdenas continúa configurando una organización que, si bien no es partido político, parece serlo.
La participación el Niño Azul garantiza una campaña de lodo. Bronco y bravucón a la vez, con la cola más larga que un Tiranosaurio Rex y con el rechazo de los perredistas a quien es un candidato de derecha, se espera como primera acción que muchos de estos transiten hacia Morena, favoreciendo a López Obrador.
Por su parte, los panistas tampoco votarán por una coalición PAN-PRD, mientras que el tercero del grupo, ese Otro cuyo nombre no importa porque no cuenta nada, seguirá “nadando de a muertito”. Este desacomodo político le ayuda al PRI.
La candidata independiente Margarita Zavala estará esperando los tiempos para declinar a favor del PRI y como consecuencia, los puntos que le hagan falta a Meade serán otorgados por sus excompañeros del gobierno de Felipe Calderón.
Este 12 de diciembre se espera el destape formal de Andrés Manuel López Obrador. Mala fecha, mal momento en virtud de que las últimas cuatro semanas han marcado un declive sustantivo para Morena, impulsada la caída sobre el debate que lanzó acerca de dar amnistía a los narcos, que provocó críticas al por mayor. Se habla inclusive -según las ironías populares- que ya hay una cuota de tres grupos de narcos para el gobierno de López Obrador si logra ganar: El Chapo, Don Neto y El Azul.
Además de estas dificultades que presentan los partidos que han designado candidatos, se muestra que en ninguno hubo elección: López Obrador tendrá una encuesta como soporte, donde sólo él participa y aun así tiene riesgos de perder.
Como si faltara algo, los independientes rebasarán en 3 a 1 en los municipios y diputaciones que estarán en contienda, por lo que a la hora de votar tendremos un acordeón de nombres que bien pudiera llegar a 200 en las entidades pequeñas. Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México tendrán como boleta el tamaño de una Biblia que apenas cabrá en las urnas.
Esta es la caricatura de elección que tendremos el próximo verano de 2018.