El fracaso escolar y la evaluación planea: los profesores ¿Víctimas o culpables?
* Ante el fracaso escolar, la reforma educativa vive un momento crucial para su legitimación
* Los resultados académicos nada alentadores y los desafíos del sistema educativo
* El Estado Mexicano y el compromiso de diseñar un nuevo modelo de formación de profesores
MANUEL IBARRA SANTOS
Los desafíos cualitativos y cuantitativos del sistema educativo, ante los muy pobres resultados académicos locales y nacionales, son a la luz de las circunstancias y la realidad concreta, descomunales en verdad.
Los bajos niveles de logro académico revelados por la publicación de los resultados de la evaluación PLANEA 2015, después de la aplicación de miles de exámenes a alumnos de los últimos grados de primaria y secundaria, relata el tamaño del fracaso que padece y afecta al sistema educativo. Pero también, a unas cuantas semanas de que termine este año, nos describen la dimensión de los retos escolares que la sociedad tiene de cara al futuro inmediato.
Para ilustrar el pesimismo podemos acudir a particulares datos iniciales: en la aplicación del examen de lenguaje y comunicación de la prueba PLANEA para alumnos zacatecanos de sexto grado de primaria, sólo el 2% de ellos obtuvieron el máximo nivel de logro de aprendizaje y el restante 98% se distribuyeron en el manejo deficiente o muy deficiente de los conocimientos de esta disciplina académica fundamental.
En la prueba de matemáticas para el sexto de primaria, solo siete de cada cien alumnos zacatecanos se colocaron en el máximo nivel de logro y el 97% se situaron en los otros tres niveles <de cuatro en total> de aprovechamiento, con notorias deficiencias en el manejo de las operaciones matemáticas fundamentales.
En el caso de secundaria no son nada diferentes y/o mejores los resultados: sólo el 3% de los estudiantes zacatecanos examinados se ubicaron en el más elevado nivel de logro y el 5.7% de los alumnos de tercero de secundaria alcanzaron las mejores calificaciones en lenguaje y comunicación.
Lo que parece increíble entender, es que después de que los alumnos han cursado nueve años de escolaridad -seis de primaria y tres de secundaria-, egresen de educación básica sin el pleno dominio de las habilidades de lenguaje y comunicación, así como sin la capacidad de realizar las operaciones matemáticas fundamentales, lo que habla del fracaso incuestionable de la escuela y, en general, del sistema educativo.
Los resultados escolares nada alentadores y los desafíos inmediatos del sistema educativo
El corte de caja sobre el sistema educativo que arroja resultados nada alentadores (incluso muy dramáticos y pesimistas) dan a conocer la dimensión y el tamaño de los desafíos que enfrenta el sistema educativo, en esta etapa de coyuntura en la vida de Zacatecas y de México, que exigen una renovada actitud de racionalización por parte de todos los actores del hecho escolar, a fin de encontrar para esos problemas, salidas y soluciones concretas.
Al conocer los referidos resultados académicos, se nos ha dicho con insistencia que el principal reto de la política educativa se encuentra en reducir la desigualdad en las oportunidades de aprendizaje para los niños y jóvenes.
Y, efectivamente, en Zacatecas las oportunidades de acceso a servicios de calidad se reducen exponencialmente en algunos niveles y tenemos así como ejemplo, que la educación superior, es el nivel en el que solamente se atiende en la entidad apenas el 30 por ciento de la población potencial en edad de cursar una licenciatura.
Por otra parte, la cobertura en educación media superior sigue limitada y no cubre en el presente el 100% a la población en edad de cursar en Zacatecas el bachillerato, nivel en el que además se muestran una serie de expedientes abiertos –cuantitativos y cualitativos-, no cubiertos ni atendidos adecuadamente a la fecha.
Un diagnóstico educativo que reclama eficacia en la acción
La radiografía objetiva que aportan los resultados de la evaluación PLANEA 2015 proyecta un diagnóstico cualitativo realista de la enseñanza pública zacatecana, que demanda del gobierno en sus diferentes niveles, una acción eficaz y eficiente, para construir un sistema educativo más funcional, que sirva a la sociedad.
La reforma educativa, por lo demás, se encuentra en una excepcional coyuntura que tendrá que aprovecharse para avanzar en su profundización, con el concurso de todos y en donde los profesores habrán de ser un factor de gran centralidad.
Los profesores: ¿Víctimas o responsables del fracaso escolar?
Ante las políticas del Estado Mexicano, en muchas de las ocasiones, los profesores suelen ser víctimas y no responsables de los resultados del sistema educativo. Igualmente, ante esa realidad, lo menos que puede hacerse es avanzar en la construcción de un moderno y sólido sistema de formación de docentes en el país.
Por lo demás, la realidad del fracaso escolar es multicausal y está asociado a una serie de factores de carácter estructural y super/estructural.
Educadores víctimas o culpables
Los padres somos los responsables de darles a nuestros hijos las mejores posibilidades para que puedan triunfar en la vida. Todos queremos lograr que nuestros hijos sean personas de bien, personas honestas, personas educadas, ciudadanos con derechos y obligaciones.
En todo ese combo, la educación juega un papel fundamental. Es un claro mecanismo de ascensión social. Queremos que nuestros hijos estudien. Todos pensamos que el mejor legado para nuestros hijos es apoyarlos en sus estudios.
Esta tarea es compartida con quienes tienen a su cargo la tarea de enseñanza aprendizaje de nuestros hijos.
Queremos que les toque la mejor maestra de la escuela, luego queremos que sus profesores liceales sean los mejores, los más capacitados, los que saben más según decimos algunos más ignorantes.
Luego llegan a la facultad su vida estudiantil se modifica. Ahora son ellos los que buscan lo mejor, las cátedras más famosas, los cursos que más les aportan, etc, etc, y nosotros, padres, hacemos lo posible y lo imposible para que puedan estar en la universidad y obtengan ese tan preciado título que los hará profesionales que podrán enfrentar la vida, formar su familia y ser felices.
Cuando logramos cumplir con ese objetivo, nosotros también somos felices.
Pero siempre hay cosas que nos preocupan, y algunas de ellas tienen un valor absoluto muy importante.
Hace dos años el parlamento nacional, a través de una comisión investigadora, descubrió que algunos docentes de nuestro nivel medio, profesores de educación secundaria, habrían realizado algunos actos que los señalaban como posibles delincuentes. Algunos profesores habrían engañado al estado, cobraban el sueldo sin trabajar, estaban estafando al estado, habrían falsificado documentación y algunas otras cosas que esa comisión investigadora denunció.
Esto es muy grave. ¿En manos de quién estábamos poniendo la educación de nuestros hijos?
Cualquier padre pondría el grito en el cielo si descubre que quien está educando a su hijos es un delincuente.
Todo esto fue denunciado en la Fiscalía hace ya dos años. Sin embargo, hasta el día de hoy no tenemos noticias de que haya pasado algo en Fiscalía.
Esto es muy preocupante.
La Fiscalía podría tranquilizar a los padres indicando que está todo bien, que fue un malentendido, que no hay pruebas y que los profesores son inocentes. Que fueron víctimas de un error de apreciación. Entonces todos los padres quedamos tranquilos porque nuestros hijos reciben la educación de personas honestas, educadores comprometidos con su labor.
Y si no fuera así, Fiscalía debería tranquilizar a los padres también indicando que efectivamente, esos individuos cometieron delitos y deberán marchar presos, abandonando para siempre esa noble tarea de educar.
De esta forma los padres reconoceremos que cuando alguien se equivoca y comete actos delictivos, no importa quien sea, la justicia actúa y pone las cosas en su lugar.
Lamentablemente no es eso lo que está ocurriendo.
La Fiscalía no dice nada, no hace nada, los individuos denunciados siguen su trabajo sin que nadie pueda saber si son víctimas o culpables y los padres seguimos en la incógnita de saber si quienes están educando a nuestros hijos son personas honestas o son delincuentes.
Podrán darse cuenta todos los actores de Fiscalía que eso es un calvario para todos los padres que tienen a sus hijos en la educación secundaria. No sabemos quién está con nuestros hijos en los liceos.
La Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria, FENAPES, es la que está en el ojo de la tormenta.
Nos negamos a creer que en este caso haya un problema de corporativismo. La Asociación de Fiscales es del PIT CNT y FENAPES es uno de los sindicatos más importantes del PITCNT, pero cuando se trata de que cada uno cumpla con la función que tiene asignada, el Fiscal designado para este caso debe actuar, independientemente de quien sea que se deba investigar.
Así entiende el pueblo uruguayo que debe actuar el sistema de justicia.
La Fiscal de Corte debe tomar cartas en este asunto, y si debe cambiar el Fiscal asignado, que lo haga. Los padres de alumnos de la Educación Secundaria necesitamos saber qué pasa con esta denuncia que fue hecha por el parlamento uruguayo. No fue cualquier hijo de vecino que denunció y aún en ese caso, igual la Fiscalía ya debería haber dicho algo.
Si no hay novedades debemos darle la razón al Sr Presidente de la República cuando dice que hay casos que van a 180 KM/H pero otros no se mueven. ¿Por qué será? ¿Cual es el motivo?
Los padres uruguayos quieren la verdad.
Prof. Julio Wasen