El ejemplo de nuestros migrantes y la deuda que tenemos con ellos
GERARDO ROMO FONSECA *
Este fin de semana se llevó a cabo en San José, California, la celebración del “Día del Zacatecano”, en la Federación de Clubes Zacatecanos del Norte de California. Este evento contó con la presencia del titular del Ejecutivo del Estado y de autoridades del Poder Legislativo y Judicial, así como con el Cónsul de México en San José, Carlos Ponce.
En el marco de estos festejos, se efectuaron diversas actividades entre las que se destacaron: las audiencias con el gobernador del Estado, con los diputados de la LX legislatura, presidentes municipales, funcionarios del gobierno estatal y Clubes afiliados a la Federación del norte de California.
También se realizaron reuniones de trabajo del Comité de Validación (COVAM-2012); se hizo la entrega de reconocimientos al Zacatecano y Joven Zacatecano del Año 2012 por sus logros profesionales, pero sobre todo, por su aporte y servicios a la comunidad, tanto en Estados Unidos como en Zacatecas.
En torno a esta Celebración, cada año, el Día del Zacatecano representa una oportunidad para reconocer la enorme contribución de nuestros migrantes al estado, a sus comunidades; pero también, al desarrollo de los Estados Unidos.
Asimismo, los migrantes zacatecanos se caracterizan por su generosidad y por su gran capacidad organizativa, ya que desde hace muchos años se formaron los primeros clubes de zacatecanos, constituidos principalmente por personas de la misma localidad.
Las federaciones de migrantes zacatecanos han venido trabajando en diversas actividades como la promoción de la cultura, el rescate de nuestras tradiciones, el apoyo a los compatriotas con becas para sus hijos, la realización de actividades de acopio y entrega de alimentos, talleres educativos, defensoría legal, entre otras más.
Por otra parte, mientras en México se deteriora cada vez más la economía y socialmente se descompone con el aumento de la inseguridad; los migrantes siguen siendo un puntal de nuestra economía y, en gran medida, su esfuerzo y sacrificio evitan una crisis de mayores dimensiones en el país. De esta forma, a pesar de la desaceleración en la economía estadounidense, las remesas que envían los mexicanos se han mantenido a la alza en casi un año y medio: de enero de 2010 al primer mes de 2012 el monto ha aumentado un 3.36%, al punto que representa un 27% en promedio del ingreso del 4.7% de las familias mexicanas, según informó Monex Grupo Financiero.
En el marco del destejo del Día del Zacatecano, un servidor se comprometió a seguir trabajando desde el Congreso del Estado, para que nuestras tradiciones y cultura perduren en los Estados Unidos, para que las federaciones sigan fortaleciéndose y estrechemos todavía más los lazos de las y los zacatecanos en ambos lados de la frontera y mejoremos las condiciones de vida de quiénes se ven obligados emigrar, teniendo que separarse de sus familias, por lo que miles de mujeres se quedan solas al frente de sus hogares, haciendo el papel de padre y madre, a la vez.
Cabe recordar además, que los últimos años han aumentado notablemente los peligros para los migrantes -tanto nacionales como extranjeros- que intentan cruzar la frontera rumbo a los Estados Unidos; son víctimas de maltratos, abusos y extorsiones por parte de grupos delincuenciales, al encontrar en el tráfico de personas un negocio lucrativo, por lo que ahora este problema es algo cotidiano y de gran magnitud. Tan sólo en cuatro años, 80 mil migrantes que cruzan por territorio nacional han muerto a manos del crimen organizado y de las autoridades federal, estatales y municipales, así lo denunció el ex visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y especialista en asuntos de migración, Mauricio Farah: “hoy ser migrante es sinónimo de presa, no sólo para los criminales, sino también para las autoridades que abusan de ellos o que están abiertamente coludidas con la delincuencia”, señaló el académico.
Este flagelo sistemático ofende y agravia a todos los mexicanos, representa un crimen de lesa humanidad y cuya solución no puede esperar más; tal y como lo ha advertido el padre Alejandro Solalinde: “con el levantamiento de un solo migrante se atenta contra las libertades de todos los mexicanos”.
Además, en semanas recientes, el flujo de migrantes indocumentados que acuden a diversos albergues de nuestro país, ha crecido en más del cien por ciento; situación que ya está generando una crisis de abastecimiento en esos refugios. Cabe recordar que aproximadamente 20 mil inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, son secuestrados cada año en su recorrido por México con la intención de cruzar la frontera norte. También los mexicanos deportados padecen un viacrucis en su regreso forzado y vale la pena señalar que, tan sólo el año pasado, Estados Unidos deportó a más de siete mil zacatecanos.
Ante esta situación, a nivel federal, el Partido de la Revolución Democrática ha hecho patente su compromiso de impulsar la creación del Observatorio Ciudadano del Migrante (OCM), con la finalidad de vigilar que las autoridades salvaguarden la integridad física y respeten las garantías ciudadanos y los derechos humanos de los connacionales en sus traslados de nuestra tierra a Estados Unidos y Canadá, así como en su regreso y en sus viajes de visita familiar.
Al margen de la incapacidad mostrada por el Estado mexicano para procurar la seguridad de los migrantes, el gobierno federal tampoco ha tenido una política consistente en torno a este importante sector; hace más de tres meses venció el plazo para que el Ejecutivo federal publicara el Reglamento de la Ley de Migración, promulgada el 25 de junio de 2011.
Por su parte, Rodolfo García Zamora, experto en migración y desarrollo regional de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), acaba de señalar que el sexenio del Presidente Felipe Calderón ha desaprovechado el potencial para el desarrollo del país, que representan los mexicanos en Estados Unidos: “El Gobierno mexicano se ha quedado muy contento sólo a nivel del ‘Programa 3 x 1 para Migrantes’ y a nivel del Instituto de Mexicanos en el Exterior, y no ha aprovechado este enorme capital social que representan 11.3 millones de mexicanos en Estados Unidos, de los cuales tres por ciento están organizados en clubes y federaciones”.
En este sentido, todos los actores políticos y la sociedad en su conjunto, debemos asumir un compromiso en torno a nuestros migrantes y sus familias, al implementar en Zacatecas programas de desarrollo -y reforzar los existentes- que contemplen esta dura realidad de nuestra gente y buscar su bienestar.
Por otro lado, como parte medular del impulso a los procesos de participación ciudadana, he venido insistiendo en la necesidad de discutir y abundar sobre temas de primer orden para la reforma política que está en proceso en nuestro estado, como la consulta popular, la revocación del mandato, las candidaturas ciudadanas y el voto electrónico de los migrantes. En particular, el análisis de estas dos últimas figuras, me parece impostergable.
Respecto al voto electrónico de los migrantes, la extensión de sus derechos políticos a nivel estatal, representa una continuación de la lucha por crear una democracia incluyente; que además les retribuya a nuestros migrantes su apego, aporte y compromiso con Zacatecas y sus comunidades. Sin duda, la apertura de espacios de participación y la proyección de sus derechos, sería una forma de saldar la deuda que tenemos con ellos. Por tal razón, me parece que el sufragio migrante debe manejarse como un tema prioritario en las reuniones y foros organizados en ambos lados de la frontera por clubes, federaciones y coaliciones de migrantes; ser sometido a un profundo análisis para construir mecanismos viables para la necesaria implementación del voto electrónico.
Finalmente, reitero mi reconocimiento a la trayectoria y la gran labor en favor del desarrollo de los migrantes y en la defensa de sus derechos, por parte de nuestra compañera diputada y correligionaria, María Esthela Beltrán; lo mismo dentro de las federaciones, como en su actividad legislativa