El efecto “Chapo”
JUAN GÓMEZ
La detención sin un solo disparo del legendario narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera “El Chapo”, la madrugada del sábado 22 de febrero, abre un abanico de repercusiones internacionales, nacionales y estatales que tendrán un efecto inmediato.
Este domingo el gobernador Miguel Alonso Reyes envió una carta al Presidente Enrique Peña Nieto, en el que lo felicita por la detención del líder del Cártel de Sinaloa, lo que evidencia no solo aprovechar una oportunidad política en el ámbito nacional, sino que muestra también las conexiones del capo en el estado de Zacatecas.
En su cuenta de Twitter el mandatario zacatecano publicó el sábado pasado: “Felicidades al Pdte. EPN por la trascendental captura de Guzmán Loera, esto confirma el compromiso con la justicia y el Edo. de Derecho”.
Al día siguiente la Coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado envió un boletín de prensa en el que destaca lo siguiente:
“Zacatecas, Zac.- En una misiva enviada, el Gobernador Miguel Alonso Reyes felicitó al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por la captura de Joaquín Guzmán Loera.
En el mencionado comunicado oficial se apunta que “En su misiva, el Gobernador reconoce también a todas las instituciones federales encargadas de proporcionar seguridad a la nación, porque con su trabajo hicieron posible la captura de Joaquín Guzmán Loera, cumpliendo así instrucciones del Presidente de la República”.
De acuerdo a declaraciones formuladas en reiteradas ocasiones por el procurador de Justicia del Estado, Arturo Nahle García, Zacatecas ha sido una plaza cuyo control lo disputan principalmente dos cárteles de la droga: Los Zetas y El Golfo, y de acuerdo con ello, la captura de Guzmán Loera traerá reacciones al interior del estado entre este tipo de organizaciones.
La presencia de la delincuencia organizada se manifestó con golpes espectaculares durante la administración de la ex gobernadora Amalia García Medina, pero al inicio de la presente administración del gobernador Alonso Reyes, la incursión de la organización de Guzmán Loera, trajo como consecuencia una sorda lucha por el control del estado que se manifestó en un incremento de la violencia en las zonas urbanas y agrícolas de la entidad.
La estrategia de la actual administración ha sido la de invertir, hasta septiembre del año pasado, más de 3 mil millones de pesos en infraestructura de seguridad, equipamiento y contratación de elementos policíacos.
Cabe recordar que en el mes de octubre de 2011 se inauguró con un desfile por las calles de Jalpa, Zacatecas, el cuartel militar que tuvo una inversión inicial de 130 millones de pesos, y que alberga a la Primera Infantería No Encuadrada, en tanto que el 97 Batallón de Infantería fue puesto en marcha por el entonces Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván el ocho de septiembre de 2012, y tuvo una inversión de 238 millones de pesos.
Sin embargo los fresnillenses demandaron por distintas vías de manera persistente el regreso de elementos de La Marina Armada de México, quienes después de ejercer presión sobre las autoridades estatales y por las gestiones del mandatario estatal, volvieron al Mineral el pasado mes de enero.
Fresnillo es uno de los lugares de mayor actividad delincuencial en el estado y por ende, el que registra el mayor número de eventos de alto impacto, en donde la presencia de los militares no ha logrado reducir los índices actos criminales.
En la detención del hombre más poderoso del narcotráfico en México y en el mundo, llama la atención que en su captura no participaron elementos del Ejército Mexicano, sino de La Marina Armada de México, quienes en una operación conjunta de inteligencia con la DEA (Drug Enforcement Administration), localizaron a Guzmán Loera en el edificio “Miramar”, una torre residencial exclusiva de Mazatlán, Sinaloa.
En este contexto La Marina es el cuerpo militar que actúa conjuntamente con la DEA en México en el combate contra las bandas del narcotráfico, lo que denota una mayor confianza en la estrategia de ambos gobiernos, el de México y de los Estados Unidos, en la lucha contra el narco.
Es difícil prever con precisión lo que sucederá con la detención de “El Chapo”, pero sus repercusiones en el plano político podrían generarse en los gobiernos panistas, lapso en el que se dio su huida del penal de Puente Grande durante el primer año de Vicente Fox Quezada y su posterior encumbramiento en el sexenio de Felipe Calderón.
Respecto a las repercusiones en la seguridad nacional son indescifrables, puesto que la captura del narcotraficante puede generar un reacomodo en la estructura de la organización, pero también el crecimiento de la Hidra en distintas ramificaciones.
En Zacatecas sin duda que las repercusiones se generarán en el corto plazo, puesto que la detención del líder no significa el fin de una organización del narcotráfico trasnacional que ha penetrado fuertemente en distintas entidades del país.
¿Qué efectos traerá la felicitación del gobernador Miguel Alonso al Presidente Peña por la aprehensión de Guzmán Loera?
¿Cederá la Presidencia de Enrique Peña Nieto a la extradición del “Chapo” a Estados Unidos”?
Al tiempo.