El deseo de una vivienda digna y la realidad de México

JACOBO CRUZ

Es cierto que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es de las más completas del mundo, de allí se desprende que la tarea de abogados, jueces y magistrados sea especializarse para conocerla bien y cuidar que se cumplan todas las leyes para alcanzar un país de libertad, democracia y justicia social plena para todos los ciudadanos.

Para demostrar la incongruencia que existe en la Carta Magna con la realidad citemos un fragmento del Artículo 4: “Toda persona tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”. Pero una cosa es lo que está escrito en el papel y una muy distinta es lo que sucede en la realidad de México en un sistema de producción capitalista, donde todo lo que se produce se ha vuelto una mercancía que debe venderse a quien puede comprarla.

Precisamente allí está el gran problema, lo que dicen las leyes no concuerda con la realidad y se nota como están hechas para cuidar la propiedad privada de los grandes concentradores de riqueza que se han adueñado de los medios de producción, y por decenas de años explotan los recursos naturales y la fuerza de trabajo de obreros y jornaleros mexicanos para su único beneficio.

En materia de vivienda se producen complejos habitacionales adecuando las políticas e instituciones para favorecer su ganancia sin importar la calidad de la misma, de tal forma que en todas las ciudades de México se pueden observar estos fraccionamientos populares donde la gente está amontonada provocando problemas vecinales que también suceden en Zacatecas.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), el 48 por ciento de las viviendas propias adquiridas fueron mediante un crédito del Instituto Nacional de Fomento a la Vivienda del Trabajador (Infonavit), sin embargo, al cierre de 2023 el 60.8% de acreditados tenía un ingreso de menos de 12 mil 930 pesos al mes, lo que no les permite pagar su obligación con la institución y muchas de esas familias abandonan sus pequeñas casas, provocándose que fraccionamientos muy grandes estén deshabitados con la consiguiente destrucción de las casas de interés social.

Para Angélica Maria Rojero, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), se han analizado colonias como Real de San Gabriel, la Coruña y Villas de Guadalupe, donde “de 100 casas que hemos identificado, al menos 20 están abandonadas”. https://lanotazacatecas.com/inseguridad-y-altos-costos-los-grandes-impedimentos-para-adquirir-una-vivienda-en-zacatecas/

En este sentido la Cámara Nacional de la Industria, Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), refirió que los precios de la vivienda aumentaron un 24 por ciento, por lo que las casas de interés social pasaron a costar de 824 mil pesos a un millón 21 mil pesos, por lo que la falta de pago se convierte en la principal problemática por la cual se abandona la vivienda.

El censo del INEGI del 2020 revela que Zacatecas se encuentra como la entidad con mayor porcentaje (20.23 por ciento) de viviendas deshabitadas respecto al total de la entidad, seguido de estados como Hidalgo, Michoacán, Guerrero y Oaxaca; En contraste, durante el 2024 el director del Infonavit manifestó que en México son cerca de 200 mil casas las que se encuentran en abandono y diversos litigios de las cuales se han recuperado hasta 25 mil; por temas de seguridad, el AMPI refiere que 20 de cada 100 viviendas fueron abandonadas y ocupadas por el crimen organizado, lo cual ha llegado a afectar a unas 30 mil personas en la entidad. https://www.meganoticias.mx/zacatecas/noticia/zacatecas-tiene-el-mayor-porcentaje-de-vivienda-deshabitada-en-mexico/538211

Conscientes de todas esas dificultades, los antorchistas han encabezado la lucha de centenas de familias en varios municipios de Zacatecas formado varias colonias populares como La Antorcha, Progresista, Jorge Obispo y La Campesina en Guadalupe, la Unidad Antorchista en Valparaíso, o la Manuel Hernández Pasión, Tlacaélel o La Antorcha en Jalpa, donde la gente ahora tiene un hogar para sus hijos.

En Fresnillo, más de 300 familias encabezadas por el líder social Guillermo Guerrero Viramontes han promovido la formación del fraccionamiento Arte Mexicano. La primera etapa cuenta ya con los servicios básicos gestionados en la alcaldía y está lista para escriturarse; mientras la segunda requiere el reconocimiento de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial (Seduvot), donde hay avances significativos y se espera que las próximas semanas los interesados tengan opciones para regularizarse, lo que sería de beneficio para el gobierno, toda vez que al quedar inscritos tendrían que aportar a las arcas mediante el impuesto predial. Por eso, las familias zacatecanas confían en que las autoridades les brinden facilidades  y logren la regularización de los predios en mención.

Esta lucha sostenida mediante la organización del pueblo, es un esfuerzo del antorchismo de Zacatecas por hacer válido el derecho a la vivienda, donde se siguen sorteando obstáculos de distinta naturaleza para contribuir al desarrollo social que se pregona en la ley, esto ante el encarecimiento de las casas que ofrecen las inmobiliarias donde las familias se atan por más de 20 largos años pagando un crédito en perjuicio de temas como el de la salud y educación de sus hijos.