El costo de cambiar tu voto por una despensa
PEDRO JASSO CARRILLO
Seis, ocho o diez productos de la canasta básica y una promesa de mejora, es la fórmula perfecta que muchos oportunistas que se dicen ser políticos han utilizado para cumplir su capricho de llegar a obtener un puesto público en elecciones pasadas, como una oferta a los ciudadanos en edad para votar.
Desgraciadamente la falta de oportunidades de empleo y de desarrollo emprendedor, provoca que esa fórmula surta efecto y se convierta en un voto que al final de cuentas, se lo cobran con creces al electorado.
Pareciera que una campaña política se convierte en el principio y el fin; porque una vez concluido el proceso electoral sólo se vuelven a ver los rostros de los candidatos en algunas lonas rotas. Su presencia física es nula.
Desastrosamente la sociedad poco a poco se va acostumbrando a ese acto, a la dádiva, a cambiar su voto por una despensa en lugar de exigir el cumplimiento de las promesas para el desarrollo integral de la sociedad.
Las necesidades en nuestro Municipio son tantas, que se requiere estudiar los problemas de raíz, servicios de primera clase como el agua potable, el drenaje y la energía eléctrica. No sólo hace falta el cumplimiento de lo que dice la norma, sino que hace falta más voluntad por parte del presidente municipal en turno.
Pero vayamos más a fondo, una despensa cuanto les puede costar a las y los ciudadanos al cambiar su voto, el que tus hijos estén en peligro por la violencia generalizada, que te despidan de tu trabajo, que no tengas agua potable por varios meses, que los jóvenes corran peligro por la delincuencia, que no te rinda la quincena por la falta de oportunidades, que haya más pobreza y marginación; estos son sólo algunos ejemplos de lo que te puede costar cambiar tu voto por una despensa.
Por ello, quiero invitarlos a reflexionar antes de decidir entregar el manejo de tu salud, tu dinero, tu educación, tu seguridad y tu bienestar a cambio de la fórmula del engaño; hacer eso es entregar tu futuro y el de tu familia.