El círculo de la pobreza y la migración en Zacatecas
MANUEL IBARRA SANTOS
La pobreza, la violencia y la migración han formado un círculo perverso que ha secuestrado por años el porvenir de Zacatecas, sin que a la fecha se vean salidas razonables al problema. Por si fuera poco, el triunfo inesperado de Donald Trump, como presidente del vecino país del norte, ha generado, ahora, un escenario de incertidumbre y de shock que pondrá a prueba la capacidad de reacción de las autoridades de nuestro Estado, en particular por su carácter y perfil de entidad binacional. ¿Cuál será la reacción del gobierno local? ¿Habrá algún plan de contingencia para defender los derechos humanos de los connacionales?
En el trayecto del último siglo de historia, Zacatecas se ha significado por ser una de las entidades de la República con mayores índices de expulsión de mano de obra a la Unión Americana. Ese fenómeno está asociado a la existencia de una economía poco dinámica e incapaz de crear horizontes de vida digna para los zacatecanos.
Ante la llegada de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, quien se ha caracterizado por ser un político ferozmente “anti/migrante”, obliga al gobierno de Zacatecas a plantear y contestar una pregunta: ¿Se está preparado para atender una posible oleada masiva de retorno de paisanos a su tierra de origen?
En Zacatecas como en el país todo, a las elites gobernantes se les ha olvidado –por incapacidad -, realizar su tarea para construir un modelo económico moderno y justo, que impida que miles de paisanos tengan que abandonar su patria de origen, en la búsqueda de mejores perspectivas de vida.
El arribo de Donald Trump a la presidencia del imperio abre la puerta para la llegada no sólo de las expresiones más ultraconservadoras al poder norteamericano, en donde los migrantes resultan ser un peligro para las políticas de reconstrucción de la grandeza de los Estados Unidos. También se propicia una nueva correlación de fuerzas en el contexto planetario. Por esa razón, México se verá obligado a modificar sus estrategias históricas de relación bilateral.
Y en Zacatecas se tendrá en consecuencia que hacer lo propio. No actuar pro/activamente ante este escenario de pesadilla será de alto riesgo. Lo menos que se puede hacer es tomar la iniciativa para diseñar una renovada agenda de atención a los migrantes.
El círculo de la pobreza y la violencia en Zacatecas
Por lo pronto, el rostro desgarrador de la pobreza en que viven más de 800 mil personas en nuestro Estado, que representan el 52.3 por ciento de la población total, es el principal problema que afecta el desarrollo. Somos la quinta entidad con mayor desigualdad social en la República. Esa por lo menos es una de las conclusiones que dejara la reciente visita a Zacatecas, de Luis Enrique Miranda Nava, Secretario de Desarrollo Social.
La pobreza social sigue siendo tema de querella y disputa de la Nación, sin que el Estado y los grupos gobernantes le hayan encontrado solución efectiva.
En 1870, el pensador liberal mexicano Ignacio Ramírez “El Nigromante”, se formulaba ya con aguda provocación, la interrogante: ¿Qué hacer con los Pobres?
Y frente al reduccionismo darwiniano y fascista de los conservadores del siglo XIX que proponían que a los pobres había que exterminarlos, “El Nigromante” formuló la idea de su reivindicación, por la vía de la educación.
Ante el escenario complicado que vive Zacatecas, habrá que plantear la estrategia que permita deshacer el círculo negativo formado por la pobreza, la violencia y la migración.