El campo debe transformarse y ser el cimiento que el país necesita
El campo se debe de transformar para ser el cimiento que este país necesita.
JOSÉ NARRO CÉSPEDES
El 10 de abril emerge el zapatismo ideológico y político nacional y en este marco, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), exige que el 90 por ciento del presupuesto al campo se vaya a favor de los pequeños agricultores y de los medianos agricultores.
El presupuesto federal debe ser un presupuesto productivo, un presupuesto dirigido a echar a andar proyectos productivos operados por los trabajadores del campo, ya no queremos que nuestra gente viva de la subsistencia, sino que nuestra gente tenga posibilidades de desarrollarse en condiciones justas y dignas con sus familias.
El 73 por ciento de las parcelas son menores de cinco hectáreas pero que el 90 ciento del presupuesto se va para los grandes monopolios y para la gran agricultura comercial, necesitamos hacer un cambio, que el 90 por ciento del presupuesto se vaya a favor de los pequeños agricultores y de los medianos agricultores.
En el marco del 95 aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata, la mejor forma de conmemorar y acompañar la lucha que dio nuestro General Emiliano Zapata a favor de los campesinos y de la propiedad social de la tierra, es seguir luchando por nuestra gente, de pie y luchando por el campo, de pie y luchando por los indígenas, por las mujeres, por los jóvenes, por los hombres del campo mexicano».
Es en este marco, donde nace una etapa de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, donde daremos la lucha por los asuntos más sentidos del campo y la ciudad. Este nueva CNPA nace con la jornada de movilización de más de cuatro mil compañeros mediante el mecanismo de ocupación de las dependencias federales, donde buscamos que nuestra gente encuentre respuestas, pero también participe activamente en el acuerdo para el campo, para lograr que sea un acuerdo digno y justo para nuestra gente.
Exigimos la no privatización de la tierra, la solución de los problemas agrarios, el respeto al agua y los recursos naturales y al territorio de nuestra gente; luchamos por un cambio en la política económica de este gobierno. Queremos una verdadera banca de desarrollo, ya que hoy en día menos del uno por ciento de las unidades de producción del país tienen créditos y estos son créditos malos, tardíos y carísimos, con mucha especulación. Son los créditos más caros malos del mundo. Mientras en Estados Unidos tienen tasas del 2 al 3 por ciento anuales, aquí en promedio el crédito anda entre el 28 y 30 por ciento de tasas».
El estado mexicano debe jugar un papel real en la regulación de los mercados, ya que no se quiere que los procesos de comercialización sean espacios de especulación para el saqueo y el despojo de la producción de nuestros compañeros, como ha pasado con los productores de manzana, frijol, maíz, de caña de azúcar y como está pasando con el café, que se les paga a tres pesos el kilo de café, mientras en los comercios está a más de 180 pesos el kilo.
Tenemos que garantizar que los pueblos indios del país sean reconocidos y tengan plenos derechos los pueblos indígenas.
El campo se debe de transformar para ser el cimiento que este país necesita.
