El bebé que evidenció la inseguridad en los hospitales

ALMA CELIA SAN MARTÍN * 

Nació poco antes del 10 de mayo; su llegada era esperada con ilusión. Era el primer varón de la familia Reyes García, vecinos de la comunidad El Águila, en el municipio de Tihautlán, luego de dos mujercitas que le antecedieron.

Días antes todo era felicidad, hasta la madrugada del 9 de mayo cuando dos mujeres que portaban batas blancas se lo llevaron del regazo de su madre, quien convalecía de una cesárea practicada  unas horas antes en el hospital regional de Poza Rica.

Maricela García, de 25 años, se encontraba sola; su esposo, Onésimo Reyes de Luna, había esperado que le permitieran cuidar de ella y su pequeño tras la cirugía, pero no fue así. Quizás si él hubiera estado allí no estarían viviendo la pesadilla que hoy les embarga y que no sólo les quitó la alegría sino también la ilusión.

Se llamaría José, dijo el padre, quien con lágrimas manifestó que sólo quiere encontrar a su pequeño. Ha implorado junto con su esposa, Maricela, quien convaleciente sigue en espera de que un milagro suceda y encuentren al bebé a quien sólo acarició unas horas.

El robo del recién nacido evidenció la falta vigilancia e inseguridad que existe en los hospitales, por lo menos en el hospital regional de Poza Rica, donde sólo tres elementos del IPAX resguardaban todas las áreas del centro hospitalario.

Las mujeres que sustrajeron al bebé no tuvieron mayores problemas: entraron y salieron sin ser vistas, quizás las batas blancas que portaban les permitieron acceder a la sala de maternidad sin traba alguna.

¿De quién fue la culpa? ¿Del director del hospital, Óscar René Blanco Alarcón, del administrador, de los policías auxiliares, del personal de enfermería que en ocasiones le vence el sueño del cansancio, o de las autoridades del sector salud que no destinan los recursos suficientes para el pago de vigilancia en los centros hospitalarios?

De acuerdo con datos obtenidos, la deuda que tiene el sector salud con el IPAX es bastante elevada, por lo que se ha recortado el número de elementos en cada hospital del estado. Apenas tres policías auxiliares deben estar lo mismo atentos e inspeccionar el paso de los visitantes y familiares de los pacientes, y además tienen obligadamente que realizar rondines por todas las áreas.

El director del hospital regional de Poza Rica, Óscar René Blanco, señaló en entrevista que éste era el primer caso de sustracción de menores en el centro hospitalario a 12 años de haber sido inaugurado, pero eso no es consuelo de nadie, sobre todo para los padres del menor robado.

De qué sirve que anunciara que se incrementarían las medidas de seguridad, no se cuentan con cámaras de vigilancia para cuando menos tener un indicio de quién entra y sale, menos debe haber un registro, lo que evidencia más a las autoridades del sector salud.

Después del niño ahogado quieren tapar el pozo. Lo cierto es que este caso evidenció las irregularidades y deficiencias que existen en todos los hospitales, más allá de que no se cuente con aparatos necesarios para la atención de los enfermos, o que la medicina se  eche a perder porque no se compran los refrigerados que se requieren para mantenerlas en congelación.

Lo que importa es que las autoridades realicen su trabajo como debe ser de manera rápida y expedita, porque el tiempo pasa y hasta ahora no existen más que retratos hablados de las mujeres.

Ante ello, los familiares del menor han anunciado manifestaciones  frente al hospital, a las cuales se ha unido el alcalde de Tihuatlán, José Romero, y ante la desesperación, Onésimo Reyes ha manifestado que estarían dispuestos a tomar las carreteras. Tanto él como su esposa han sido amedrentados para evitar que sigan adelante en esta búsqueda desesperada.

Plazuela 1

Dice Apolinar Lozano Reyes, ex regidor del ayuntamiento de Chicontepec, y dirigente de la agrupación de Derechos Humanos Miauaxochitl, que a pesar de que fue aprobada la Ley de Derechos y Cultura Indígena por la pasada Legislatura del estado, se desconoce mucho sobre el tema porque no se le ha dado la suficiente difusión.

Plazuela 2

La gente que viene con Andrés Manuel López Obrador de plano ha maltratado a los periodistas de Poza Rica, quienes se quejaron de que no se les asignó un espacio para realizar su trabajo y que además se les condicionó para que subieran al estrado. Dicen que fueron tratados peor que cuando ha venido Enrique Peña Nieto. Al final los instalaron en un pequeño corralito.

[email protected]

*Periodista en el estado de Veracruz, integrante de la Red Internacional de Periodistas con Perspectiva de Género.

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