El arma certera de los hispanos para combatir la xenofobia en EUA
RAÚL SILVA TORRES
Los latinos o hispanos radicados en Estados Unidos no son inferiores a los anglosajones, ese es un cliché que ha obstaculizado la relación entre ambas culturas.
Las acciones del presidente Donald Trump han exaltado la intolerancia hacia los inmigrantes entre algunos sectores de la población, disfrazado de un falto sentimiento patriótico. Él es el principal enemigo de la comunidad latina, también de la musulmana.
Este 16 de febrero fue un día histórico para los hispanos que viven en ese país. Miles de ellos participaron en una mega manifestación nacional para hacer visibles sus aportaciones económicas.
Los números son claros, los latinos no son ciudadanos de tercera categoría. Por ejemplo, la comunidad inmigrantes representan el 16 por cierto de la fuerza laboral de todo el país, de acurdo al Buro de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
Los hispanos pagan más de 106 mil millones de dólares en impuestos según un estudio de la universidad George Mason.
Hace 13 años un filme presagió lo que ocurrió este jueves pasado, sin la presencia de los latinos se paralizó una parte de la vida cotidiana de los Estados Unidos, pese a quien le pese fue así.
El movimiento social “Un día sin inmigrantes” fue convocado mediante redes sociales y volantes en las calles, como medida de descontento por las políticas discriminativas que ha emprendido del Gobierno de Trump.
La realidad superó a la ficción. En 2004 el cineasta mexicano Sergio Arau realizó el largometraje Un Día Sin Mexicanos, en el que reflejaba el caos en que se convierte California sin la presencia de mexicanos y latinos.
Fueron muchos los que siguieron la recomendación de “No ir a trabajar, no abrir nuestros negocios, no comprar en tiendas o por Internet, no comer en restaurantes, no comprar gasolina, no ir a clases, no mandar a nuestros hijos a la escuela”, como lo solicitaba la convocatoria.
Son las justicias, inequidad, rechazo y racismo lo que ha movilizado a la comunidad migrante a unirse en torno a eso que les afecta. La unidad es una de las formas más certeras que ha encontrado para protegerse de leyes, iniciativas y prácticas racistas.
Desde la primera década del nuevo siglo no se había registrado una manifestación tan concurrida como la de este 16 de febrero, pero no fue tan multitudinaria como la del 2006 o 2010.
En 2010, por ejemplo, se impulsaron diversas manifestaciones de inmigrantes en Estados Unidos para pugnar por una reforma integral al entonces presidente, Barack Obama y para reprochar la ley SB1070, promulgada en Arizona, la cual permitía que la policía detuviera a los inmigrantes sólo por su aspecto.
La movilización de 2006 fue multitudinaria, cuando se esparció a 102 ciudades del país, y se estimó una congregación de entre 100 mil y 500 mil personas.
En esa ocasión los hispanos se manifestaron para luchar por una reforma integral y rechazar la ley HR 4447 creada para la supuesta Protección de la Frontera, Anti terrorismo, y Acta de Control de Inmigración Ilegal, en 2005.
Esta legislación aumentaría las penalidades para la inmigración indocumentada, y clasificaría a los extranjeros indocumentados como criminales, así como a quienes los ayudara a entrar o permanecer en los Estados Unidos.
En cada acontecimiento inmigrante, se ha dejado en claro que los latinos son y serán un soporte indispensable de la economía estadounidense, la prueba la tuvieron el jueves, sin su participación esta se paralizaría.
“Señor presidente (Trump), sin nosotros y sin nuestro aporte este país se paraliza”: Los Migrantes.
Periodista Independiente
