El 2017 de Tello
GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ
El refinanciamiento de la deuda pública en Zacatecas cruza con engranajes propios de la economía local que hoy se encuentran en fase de riesgo. Si bien el incremento del precio del dólar permite que los ingresos por remesas ensanchen su capacidad adquisitiva y de inversión, el endurecimiento de los requisitos para una eventual adquisición de la nacionalidad norteamericana limitará el crecimiento de esa fuente de ingresos natural de un estado con vocación migratoria.
En cuanto a la generación de empleo, el gobierno estatal mantendrá el fortalecimiento a la inversión extranjera en Zacatecas, sin embargo, el mínimo incremento en la tasa de empleo choca con la depreciación salarial, propia de una economía “en vías de desarrollo”. El abaratamiento de la mano de obra es lo que ha permitido el crecimiento, por ejemplo, de la industria del automóvil en nuestro país. Y la tendencia se mantiene.
Pocas son las rutas transitables para que un gobierno sobrevenga a la crisis que implica el crecimiento de la deuda pública: elevar los impuestos, disminuir el gasto, aumentar el crecimiento, buscar una tasa de interés más favorable, producir inflación, entre otras. En el caso de la administración de Alejandro Tello se decidió por aumentar las cargas impositivas, llevar la deuda a un refinanciamiento a mediano plazo (con las mismas consecuencias nocivas para los presupuestos anuales), todo ello sin caer aún en el recorte al gasto público.
No un recorte directo a las políticas públicas, sino al ejercicio de las mismas. Es ahí donde el abaratamiento del gobierno debe mostrar un compromiso con la crisis financiera que cursa el estado. Es apenas el primer año de gobierno, las oportunidades para proponer este modelo eficiente y mesurado aún tienen margen de acción.
Es cierto que la austeridad en el gasto corriente no representa la solución estructural a la crisis de endeudamiento, pero sí es propia del conjunto de medidas adoptadas por cualquier estado frente al déficit financiero, medidas que de no realizarse de manera consecuente permitirán que el frágil estatus de la economía se imponga luego como elemento de crisis política y social.
De ahí que el fortalecimiento de los grupos del crimen organizado venga aparejado por el desempleo y el abaratamiento de los salarios. Las finanzas tienen consecuencias inmediatas en la fortaleza del poder del Estado y el tejido social.
La apuesta es por el robustecimiento de la base tributaria, acción coherente con la abolición de las exenciones fiscales en la que se encuentran actualmente distintos sujetos obligados. Si en un par de años el modelo de recaudación que propone el secretario de Finanzas, Jorge Miranda, genera al menos dos terceras partes de los ingresos esperados en este paquete presupuestal 2017, podrán ganar algo del optimismo sacrificado en las polémicas leyes de ingresos.
Al menos eso es lo que deberán mostrar ante la opinión pública a partir de enero de 2018, cuando las precampañas comiencen a erosionar el capital político del partido en el gobierno. A falta de un discurso de mayor empatía para presentar los beneficios del refinanciamiento (alguno debe tener) la oposición radical mantendrá en su cancha el tema. Evidentemente con posicionamientos exacerbados que tampoco contribuirán al debate público, pero que convencerán fácilmente el ciudadano de polemizar la imagen del gobierno actual.
El objetivo a perseguir en el equipo político de Alejandro Tello deberá proponerse pasar de la narrativa del gobierno responsable de meter en orden las finanzas que la administración alonsista heredó, para proyectar electoralmente los beneficios concretos de las estrategias puestas en marcha en los presupuesto de egresos 2017 y 2018.
No cuenta con los pilares de apoyo propios de los legisladores federales, quienes han mostrado su lado más opaco en vez de erguirse como eficaces gestores para el fortalecimiento de las filas de un gobierno en pleno desafío de la deuda pública. Los candidatos que impulse desde el partido en el gobierno deberán acreditar diligencia, además de sobrevivir a la lucha interna que ahora opera el grupo de alonsistas –en el Revolucionario Institucional y la nómina oficial- al asalto de próximos puestos de elección popular, empezando por el mismo ex gobernador.
La versión de distintos personajes quienes aún mantienen cercanía con el ahora director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), confirma que Alonso y Tello se reúnen con regularidad. Es ahí, en la franca amistad, donde la negociación de la senaduría que pretende obtener Miguel debería pasar por la disciplina de sus cuadros al interior del comité estatal del partido. De otra forma esa afamada camaradería parecería rebasar los límites políticos del “respecto al sexenio (quinquenio) ajeno”. Un quiebre espinoso en la comunicación política del actual mandatario, y que puede llegar a ser verificable.
Quienes han filtrado ese trascendido permanecen del lado del director de FONATUR. ¿En las oficinas de Tello la discreción confirma el dato?
Twitter: @GabrielConV