Educar y concientizarnos, tarea fundamental del momento
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
El pasado martes 10 de diciembre, con la representación de nuestro Dirigente Regional, Lenin Campos Córdova acudió con los plenistas de comunidades y colonias de Guadalupe a exponer una magistral conferencia Euribiades García Córdova, vocero del Antorchismo en la zona norte y un luchador social de toda la vida que ha militado desde joven en las filas de la organización.
El tema central de la exposición fue la coyuntura actual donde al arribo del anterior mandatario, Andrés Manuel López Obrador, se desató una embestida aniquilatoria, primero lanzando acusaciones infundadas que nunca acreditaron sobre el desvío de recursos públicos, vino después la réplica de gobiernos estatales y municipales negados a tratar con “intermediarios” aunque la ley dijera otra cosa; después la persecución financiera y la negativa absoluta a resolver cualquier demanda expuesta colectivamente o individual por algún antorchista.
La administración concluyó y la realidad ha puesto las cosas en su lugar, los infundados ataques nunca se pudieron acreditar y la negativa a resolver creyendo que eso generaría el abandono de nuestra militancia a la lucha, creó un efecto contrario, ciertamente algunos dudaron sobre la perspectiva y creyeron el poderoso discurso del jefe del ejecutivo, pero los más fortalecimos nuestra convicción y entendimos que el actuar del rencoroso y visceral político era parte de los males consustanciales del actual modelo económico del cual era fiel representante.
A la par de lo acontecido los datos son elocuentes, la pobreza sigue campeando y cebándose en las mayorías, la fortuna de los magnates como Slim o Salinas Pliego creció desaforadamente, no se intentó una reforma fiscal progresiva que los obligase a contribuir al gasto público, tampoco se atacó a los monopolios que tienen el control hegemónico de las comunicaciones, el transporte aéreo, la medicina y así podría seguir con la lista, para empeorar las cosas, se vive la peor crisis del sistema de salud, la pérdida de poder adquisitivo, la violencia desbordada que sigue castigando a las mayorías y ante ello se pretende anestesiar con transferencias monetarias a los mexicanos.
Lo anterior obliga a entender que a 50 años de distancia la tarea sigue siendo la misma: crear el partido de los pobres, para ello es toral elevar la conciencia, entender que nuestra tarea no concluye al resolver una demanda inmediata, que la meta es lograr cambiar la sociedad y que ejemplo de ello es el papel del pueblo en la transformación de China luego de su revolución en 1949, desde entonces partido y gobierno han marchado de la mano. Por ende si los mexicanos aspiramos en un día no lejano cambiar la realidad, la tarea es clara hoy nuestra misión fundamental es elevar la conciencia y como decía Lenin en el ¿Qué hacer?; “debemos convertirnos en tribunos populares que hagan agitación y propaganda ante cualquier injusticia”. Esa es la tarea, ¡ni un paso atrás en la meta!