Educación, sus nuevas tensiones y el triunfo de los movimientos estudiantiles
* Profesionistas para las empresas maquiladoras ¿Los nuevos esclavos de la sociedad?
* La transformación de la Universidad tradicional a Universidad de la innovación
* La reforma educativa y las emergentes tensiones por la visión autoritaria en su aplicación
MANUEL IBARRA SANTOS
El triunfo incuestionable del movimiento masivo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional – a 46 años de la matanza de Tlatelolco-, desmantela en esta coyuntura el proyecto dirigido a convertir a la universidad pública y en general a las instituciones de educación superior en modelos de fábricas insensibles productoras de intelectuales asalariados y profesionales lumpenproletarios destinados a servir como nuevos esclavos a las empresas maquiladoras y al capital transnacional, escenario irracional que se ha reproducido en muchos Estados de la república y al que se ha incorporado, para bien o para mal, Zacatecas.
La capacidad de fuerza y movilización de los estudiantes del Politécnico, que ha cimbrado en verdad las estructuras políticas del Estado Mexicano, logró, en un hecho inédito, contener y detener las reformas de planes y programas de estudio que pretendían, en una conducta inexplicable, inducir que los grados académicos otorgados por esa prestigiada institución fuesen de menor nivel, hecho que hubiese originado la degradación de los egresados del IPN, en relación con los de otras instituciones de educación superior, para competir en igualdad de circunstancias en el mercado laboral mexicano.
Por el momento, gracias al ímpetu de la organización de los estudiantes, se ha impedido que el Instituto Politécnico Nacional sea convertido al modelo de institución “fabrica” productora -no de profesionistas conscientes, críticos y comprometidos con la transformación democrática de la Nación-, sino de técnicos instrumentalizados al servicio de las empresas maquiladoras y del capital financiero de carácter globalizante y transnacional. De paso se abolirá la aplicación de un reglamento interno que amenazaba con ser altamente represivo y autoritario.
Los jóvenes estudiantes del Instituto Politécnico Nacional en su decálogo de demandas, en un ejemplo de madurez, sensatez y civilidad, han colocado en el centro de sus exigencias, tres temas que gravitan fuertemente en el escenario del aumento de las tensiones en la enseñanza pública mexicana y que de atenderse contribuiría a reducir su impacto negativo. Destacan las siguientes: 1).-Aumento al presupuesto de la educación superior; 2).-Incremento del financiamiento para investigación, ciencia y tecnología; y 3).-Respeto a la organización democrática de los estudiantes y el requerimiento de avanzar en la eliminación de los grupos de porros, alentados muchos de ellos por dirigentes gubernamentales autoritarios y las mafias enquistadas al interior de las instituciones de educación superior.
Teniendo como telón de fondo el debate por una eficiente y eficaz educación superior pública al servicio de la Nación, el movimiento inusitado y ejemplar de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, ha servido de catalizador de las profundas y enormes tensiones y contradicciones engendradas por el vigente modelo de desarrollo económico, que lo único que ha propiciado es el aumento de los niveles de pobreza y desigualdad social.
Con el emergente fenómeno de la protesta pública de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, y la suma de sus aliados solidarios de la UNAM, UAM y UACM, volvió a cabalgar en los confines de la geografía nacional, el fantasma del movimiento democratizador de 1968 y se recuerda con ello la traumática experiencia de la reacción fascista del Estado Mexicano que hace 46 años masacró, desapareció y asesino a decenas y cientos de jóvenes. Para fortuna ahora ha prevalecido, hasta el momento, la apertura, el diálogo y el entendimiento.
El Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma de Zacatecas
El paradigmático ejemplo de la protesta de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional nos conduce y remite, por obvias y naturales razones, a observar el caso Zacatecas: ¿Qué se está haciendo por parte de los actores involucrados, para resolver de fondo la grave crisis que sufre y afecta a la UAZ y qué iniciativas se han tomado para abrir cauces de atención a las demandas de educación superior de calidad de los jóvenes zacatecanos?
Igualmente, habrá que preguntarse sobre qué iniciativas se han tomado desde los ámbitos institucionales para evitar que las instituciones de educación superior sólo estén confinadas a la formación de profesionistas destinados a la sobre/explotación laboral de las empresas maquiladoras y no siendo educados, como sería el compromiso, para impulsar la transformación integral de Zacatecas.
Hoy es evidente que se requiere en Zacatecas una nueva propuesta de educación superior que incida en el cambio de estrategia para el desarrollo del Estado.
La paradoja de la educación superior en Zacatecas
Las instituciones de educación superior en Zacatecas atienden en la actualidad en conjunto una matrícula mayor a los 40 mil alumnos. La sociedad, el Estado y el gobierno destinan enormes cantidades de dinero para financiar este subsistema de enseñanza, del que egresan en la entidad aproximadamente siete mil estudiantes por año. Pero existe una paradoja fatalista que ha marcado negativamente a la entidad.
Ese dilema y paradoja consiste en que las enormes cantidades de dinero que la sociedad destina a este rubro van a parar a un subsistema de educación superior en crisis, ineficiente y corrupto que produce profesionistas que engrosan masivamente el ejército de los desocupados, el sector de los subempleados o que en el mejor de los casos van a parar, en los más recientes años, a los espacios ocupacionales de las empresas maquiladoras que ofrecen salarios precarios, tratos laborales de nuevos esclavos y cuyas ganancias económicas emigran inmediatamente a otros países, ya sea a los Estados Unidos de Norteamérica, Japón, China o la Unión Europea.
El tradicional esquema de la Universidad Autónoma de Zacatecas – que ha transitado por los modelos de Universidad Partido, Universidad Pueblo y hasta por la institución de corte mafioso-, ahora ha degenerado en vulgar modelo de Universidad fábrica, que sólo produce acríticamente profesionistas para el mundo del sub y el desempleo, así como para servir a las empresas maquiladoras de financiamiento extranjero, y no para transformar las estructuras productivas y democráticas de la entidad.
Sí que resulta una trágica contradicción que la sociedad realice esfuerzos de financiamiento en materia educativa para que se formen los profesionistas que solo terminan en los espacios de la sobre/explotación de las empresas maquiladoras, cuyas ganancias económicas y riqueza acumulada terminan fuera de las fronteras de nuestro país.
Los jóvenes estudiantes del Politécnico han dado el ejemplo de lo que se puede lograr si se cuenta con unidad, con ideas y con proyecto de país y de Nación.
La Reforma Educativa en Zacatecas y las tensiones profesionales
La implementación a raja tabla, sin visión estratégica ni sensibilidad, de la reforma educativa nacional en Zacatecas –operada además con una gran cantidad de falsas interpretaciones-, está propiciando una serie de tensiones en el sistema educativo en la entidad que no abonan a los procesos de calidad y al contrario actúan proporcionalmente en contra de ella.
Eso no es todo: la instrumentación de la reforma sin la definición de planes estratégicos podría conducir a procesos de ingobernabilidad de la enseñanza pública en Zacatecas, de grandes consecuencias y difíciles de superar en el corto plazo. Sus costos para el desarrollo de la sociedad serían altamente elevados, si no se actúa con sensibilidad y a tiempo.