Educación superior y la generación perdida en Zacatecas
* El fenómeno dramático de los rechazados en educación superior en la entidad; Prevalece la administración de la mediocridad, la obsolescencia y la corrupción; La universalización de la educación superior, una demanda
MANUEL IBARRA SANTOS
Frente a un sistema escolar en profunda crisis, miles de jóvenes zacatecanos iniciaron una intensa movilización en la búsqueda de un espacio en educación superior, cuando pocos serán los afortunados. Sólo accederán 3 de cada 10. Muchos otros engrosarán, no solo el interminable ejército de desempleados, sino la lista de una generación perdida.
El fenómeno de los rechazados en los más recientes año ha ido adquiriendo, cada vez más, tintes dramáticos, sin que el Estado Mexicano (por ineficiencia, incapacidad u omisión) haya encontrado la fórmula para dar respuesta a la demanda de los jóvenes por un espacio digno y de calidad en la educación superior.
Efectivamente, el sistema educativo rechaza a la mayoría de los jóvenes de sus espacios y otros ni siquiera han tenido la oportunidad de levantar su voz para exigir el cumplimiento de este derecho fundamental.
La UNESCO ha señalado, con datos al 2013, que sólo tres de cada diez jóvenes mexicanos de 18 años de edad se encuentran inscritos en alguna institución educativa. Mientras que al 70 por ciento restante no le intereso estudiar o no pudieron hacerlo.
En Zacatecas, solamente el 30 por ciento de las personas en edad potencial de cursar una licenciatura, lo puede hacer. La otra porción que es mayoritaria, se queda en los espacios del olvido, la invisibilidad y la marginación.
La dimensión de este problema es grave. Datos de la SEP a nivel nacional revelan que en el 2013, se detectaron, al menos, los registros de cerca de 300 mil rechazados. Muchos de ellos pertenecían a jóvenes zacatecanos.
Políticas de educación superior en Zacatecas y la crisis sistemática
En Zacatecas se requieren con urgencia novedosas, audaces y modernas políticas públicas en materia de educación superior, que permitan avanzar hacia la universalización de los servicios de la enseñanza terciaria. La planeación estratégica, es uno de los principios ausentes en la entidad. Se trabaja al impulso de la improvisación.
La crisis que padece la educación superior en Zacatecas, no solamente es financiera. Es sistémica y multidimensional: es una crisis lo mismo de modelo pedagógico y de gestión, que una crisis ética y axiológica.
En verdad, no hay proyecto claro y preciso de la autoridad estatal, y sólo se administran la mediocridad, la corrupción y las inercias de siempre. En tanto se adoptan decisiones responsables, miles de jóvenes sufren las consecuencias.
La problemática persistente de la educación
La problemática de la educación superior no se reduce a las grandes cantidades de jóvenes rechazados, o a los que no estudian ni trabajan. Están también las expectativas que los sectores juveniles tienen de la enseñanza terciaria, las que se han modificado radicalmente. La fe en la escuela se ha perdido, porque ésta no ha servido ya para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes, y al contrario la han hecho tormentosa.
En Zacatecas las instituciones de educación superior ofertan en su conjunto más de 250 licenciaturas, en un menú plagado de carreras liberales y tradicionalistas, (muchas de ellas creadas a finales del siglo XIX o a inicios del XX), en donde la orientación vocacional no sirve sino para actualizar la obsolescencia. La universalización de la educación superior es una condición necesaria para el progreso y el desarrollo humano con justicia.
Se tiene que evitar que Zacatecas se convierta en un espacio de ignominia y desaliento para los jóvenes, muchos de ellos obligados a emigrar a otras latitudes de la república o del vecino país del norte, en la búsqueda de oportunidades de empleo o de perspectivas dignas de vida.
