Educación en México, tema olvidado por el gobierno

GERARDO ESPINOZA SOLIS

El 15 de mayo es el día destinado en México a festejar a un sector fundamental para el desarrollo de los pueblos: las maestras y maestros. Desafortunadamente en nuestro país, este año se realiza esta conmemoración en un contexto totalmente diferente, marcado por la reforma a los Artículos 3º y 73 Constitucionales, y una lesiva serie de leyes reglamentarias que convierten la supuesta Reforma Educativa, en una reforma laboral, que en los hechos elimina el espíritu con que fue redactado el Artículo 123 de la Constitución.

A lo largo del proceso de reforma, la característica fundamental fue la falta de debate y la opacidad en la toma de decisiones, pues la aprobación se dio sin discusión de fondo entre los diversos grupos parlamentarios y mucho menos se abrió el diálogo entre representantes y representados. Es claro que esta reforma, como todas las demás, fue realizada como un acto gubernamental unilateral que no cuenta con el respaldo social ni con la aprobación de la ciudadanía. El hecho de que pocas voces se manifiesten a favor de las y los maestros que se han movilizado para tratar de detener una ley que viene a generar mayores problemas en el país, es indicativo de la desinformación que priva para ocultar la falta de consensos reales para resolver los problemas estructurales del país.

El principal argumento para sustentar la reforma educativa es la necesidad de elevar la calidad de la educación; situación en la que todas y todos los mexicanos coincidimos. Sin embargo, la supuesta reforma educativa, representa solo un cambio legal, que en los hechos no contempla una estrategia para corregir los graves problemas que presenta el sistema educativo.

Es innegable que dicho sistema no funciona, que todas las evaluaciones a que es sometida la niñez y la juventud mexicana nos arrojan resultados negativos, pero más aún, los adversos resultados que hoy la educación brinda la vemos reflejada cada día en el pobre desempeño de nuestras hijas e hijos. Vale la pena preguntarse quién es responsable de esto.

¿Serán de verdad responsables las maestras y maestros que protestan?, esos a los que el grueso de la sociedad acusan de vándalos, y holgazanes y a quienes utilizando la estructura gubernamental y los medios masivos de comunicación se les acusa de realizar marchas, plantones y paros laborales con la única finalidad de evadir la evaluación de la que serán objeto y de mantener sus excesivas prebendas; entre ellas, la posibilidad de heredar o vender sus plazas?.

En el PRD hemos reflexionado en torno al tema y tenemos la claridad de que el primer paso para resolver un problema es reconocerlo. Como hemos dicho, nosotros nos unimos a las voces que exigen se eleve la calidad de la educación, que todas y todos sabemos se encuentra por los suelos. En lo que no coincidimos es en el reparto de las responsabilidades que facciosamente el gobierno en turno hace y mucho menos en las alternativas que se proponen para resolver el problema.

En ese proceso de reflexión que hemos realizado, nos queda claro que el discurso sobre la reforma educativa se mueve en ejes que no tienen que ver con la educación; pues en efecto un factor fundamental para salir adelante es la actuación de las y los docentes, hoy presentados a la sociedad como los únicos responsables de la problemática educativa, sin embargo debemos recordar que el estado es el encargado de la formación docente, de sus filas emanan los más de un millón de maestras y maestros que hoy están en servicio; entonces si se alude a un deficiente trabajo en las aulas, es el estado quien tiene que hacerse responsable del modelo bajo el cual funcionan las instituciones formadoras de docentes; nuestra propuesta concreta es que se desvincule la educación normal del subsistema de educación básica, que igual que toda la educación superior se desarrolle bajo libre cátedra y que se acabe el monopolio del estado en este renglón.

Es necesario, en este poner las cartas sobre la mesa, que el gobierno nos explique, quien se hace responsable de que los materiales emanados de la Secretaría de Educación Pública estén escritos con faltas de ortografía cuando se supone que quienes los elaboran tienen la calidad de expertos, o esto también es falso?, forma parte también del montaje de sucesivas simulaciones en que se ha convertido el sistema educativo? quién es responsable de que no se aplique a educación por lo menos el 8% del PIB que mandatan los organismos internacionales y de las repercusiones que ello conlleva? quien es responsable de la depreciación salarial y de la pérdida en la calidad de vida de las maestras y maestros? donde está en la reforma educativa la estrategia de mejoría económica para el magisterio?

Entre otros problemas que va cargando el sistema educativo se encuentra la deficiente infraestructura escolar y tampoco aparece como prioridad su corrección en la reciente reforma; otro de ellos, que se antoja fundamental, es que el 44% de las escuelas del país son de las llamadas multigrado donde prestan sus servicios de dos a cinco maestros que atienden la totalidad de los grados de que se forma la educación primaria y el 25% del total de las escuelas son unitarias, es decir son atendidas por un solo docente. En su inmensa mayoría no cuentan con el servicio de educación física y mucho menos de computación e inglés.

Tenemos entonces, que hoy se agudizan las diferencias entre las escuelas de primera y de segunda, la estadística educativa es clara, pues aunque en general las instituciones educativas salen mal evaluadas en español, matemáticas e historia, es evidente que hay diferencias sustanciales entre ricos y pobres; es claro entonces que esta reforma no tiene nada que ver con la educación, sino con la estrategia económica de los tecnócratas en el poder, quienes se comprometieron a entregar la reforma educativa como una de las necesarias reformas estructurales para que nuestro país siga siendo el imperio de las maquiladoras y generador de una fuerza de trabajo mal calificada y por lo tanto mal pagada. Como vemos los grandes problemas del sistema educativo no son tocados y mucho menos resueltos con esta ley, pues es una mentira del PRI y del PAN, quienes sustancialmente aprobaron esta ley, que todo se resuelva sometiendo a una evaluación vertical, impositiva, estandarizada y centralizada a las maestras y maestros.

Para el gobierno neoliberal que hoy conduce el país, una educación de mala calidad es funcional y si encima le cuesta poco al estado es negocio redondo. La legislación educativa recién creada sirve para la simulación ya que sigue basada en la memorización y no en el aprendizaje creativo, crea alumnos para que puedan resolver los exámenes y no la vida, no quiere alumnas y alumnos productivos, pretende crear seres sumisos, capaces solo de manipular maquinas y apretar botones.

La realidad que vivimos, exige una ‘‘reforma integral’’ donde se considere una modificación sustancial que va desde el aspecto pedagógico hasta el administrativo; esta debe surgir desde las bases magisteriales y no ser una imposición desde el poder, ya que la Ley del servicio profesional docente es un franco retroceso en los derechos laborales.

Ese deseo del gobierno por señalar a las y los maestros como únicos responsables del fracaso de sus lesivas políticas educativas, pues la depredación inició en el gobierno de Salinas de Gortari, debe motivarnos a pensar que se oculta detrás de las propuestas que incluye la reforma y cuya parte más destacada es amenazar con el despido en lugar de iniciar un verdadero proceso de profesionalización y plantear procesos de evaluación justos y desprovistos del uso político y jurídico que se le da a la misma, y que les quita el elemental derecho a la estabilidad laboral.

¿Con quién reemplazarán a las y los maestros que no pasen las tres evaluaciones, ya que solo se dice se dedicarán a otras tareas? ¿Qué harán con las plazas vacantes? ¿Por qué se espera un nivel de reprobación elevado?

Vale la pena señalar que en el PRD tenemos propuestas alternativas para cada uno de los puntos de que consta la reforma.

1. En el punto donde se habla de implementar un Sistema Nacional de Evaluación Educativa, proponemos que se generen modelos de evaluación multidimensional -no centralizada y estandarizada- que considere las enormes disparidades entre las condiciones reales de trabajo y cuya única finalidad sea encontrar los puntos débiles de la estructura educativa para plantear alternativas y no un elemento de despidos laborales.
2. Con relación al establecimiento del Servicio Profesional Docente, proponemos se genere un moderno y transparente sistema de escalafón, que sea la base para la promoción y ascensos laborales; basado en la experiencia profesional y un verdadero sistema de formación docente.
3. Que la implementación del Sistema de Información y Gestión Educativa, puesto en práctica a partir de la realización de un censo, proponemos que la información obtenida sea útil para optimizar los recursos económicos y humanos en beneficio de la educación y no para la designación de operadores políticos del PRI – Gobierno con cargo al erario público.
4. Que la denominada autonomía de gestión, que en la práctica se refiere a la privatización del servicio educativo y a la obligatoriedad de las asociaciones de madres y padres de familia de asumir el gasto corriente y de mantenimiento de los planteles, se transforme en la obligatoriedad y exigencia de que el Estado Mexicano cumpla con la obligatoriedad de garantizar igualdad de oportunidades y una educación de calidad, laica, gratuita y obligatoria a la que se le invierta el 8% del PIB como piso mínimo y no máximo.
5. Y por último, con relación a las Escuelas de Tiempo Completo, con jornadas de entre seis y ocho horas de clases, nos manifestamos a favor; siempre y cuando se respete el espíritu con el que surge este modelo escolar: atender las necesidades de alimentación de las niñas y niños: desayuno y comida, atender su jornada escolar normal a cargo de su maestra o maestro y tener las actividades complementarias a cargo de maestros especializados en inglés, computación y atención a las tareas escolares.

Rechazamos tajantemente la explotación laboral a la que se quiere someter a las y los docentes al ampliar el horario de trabajo y otorgar a cambio una minúscula compensación que no un salario digno.

Rechazamos tajantemente que el estado se lave las manos, evadiendo su responsabilidad social y asumiendo una cómoda responsabilidad individual del magisterio, en un entorno carente de prestaciones, carente de seguridad social y carente de derechos.

Señalamos que estamos en la idea de alcanzar una digna representación federal en el 2015, a través de una izquierda fuerte y unida, que tenga por objeto revertir la legislación emanada de este embate tecnócrata y neoliberal del grupo en el poder; para ello, convocamos al magisterio nacional y local a ser parte fundamental de este esfuerzo.

Por lo pronto, saludamos de manera respetuosa sus esfuerzos y les manifestamos nuestra solidaridad y apoyo ante las acciones de resistencia que implementen.