Dice IZEA que cuenta en Zacatecas, con asesoras comprometidas y de convicción
Zacatecas, Zac.- El Instituto Zacatecano de Educación para Adultos (IZEA) cuenta con personal comprometido en la lucha del Gobierno del Estado, para abatir el analfabetismo en Zacatecas.
Gloria Delgado Torres, Sandra Jaramillo Maldonado y Lucía Castro Esparza, tres asesoras que relatan sus experiencias de trabajo al atender personas de 15 años y más que son analfabetas o no terminaron su primaria o secundaria.
Brindan su servicio en la Coordinación Regional 3211, con sede en Guadalupe; ahí, Gloria Delgado Torres, originaria de San Jerónimo, dijo participar como asesora en la institución desde hace cuatro años.
Comentó que acude a los hogares de las personas mayores de 15 años de edad que se encuentran en esa situación de rezago educativo para tratar de convencerlas y despertar su interés por continuar con sus estudios.
El esfuerzo no es fácil, porque al igual que sus compañeras, se enfrenta con problemas de actitud por parte de los posibles educandos, cuya respuesta se repite una y otra vez: “Ya para qué”, “ya estoy muy grande para eso” o “no se me pega nada”.
Ella debe convencerlos de que estudiar vale la pena, no importa la edad ni el lugar donde estén. Los pretextos y la resistencia deben desaparecer. Por eso, Gloria Delgado no deja de insistir y cuando logra convencerlos se siente contenta.
El orgullo es mayor, dice, cuando sus educandos acuden a sus asesorías, terminan sus módulos y presentan sus exámenes.
“Cuando les entrego su certificado de estudios hay gente que llora de emoción, sobre todo los más grandes. Ellos nunca se imaginaron que iban a tener su documento. Me dibujan una sonrisa y esa es la máxima satisfacción, porque aprenden de mí y yo de ellos”.
Por su parte, Sandra Jaramillo Maldonado, vive en la comunidad de Sauceda de la Borda, Vetagrande, su interés por ser asesora, fue porque también quiere que la gente mayor se prepare para obtener un mejor desarrollo laboral y personal”.
“Yo tuve la oportunidad de estudiar a mi edad y estando casada estoy por titularme como abogada. Creo que si a mí el IZEA se me dio la oportunidad, hay otras personas a las que todavía les podemos ayudar.”
Sandra asegura que como padres de familia hay que demostrarles a las y los hijos lo que se puede hacer. “Tenemos que ser el ejemplo de que si nosotros lo podemos lograr a esta edad, ellos también lo pueden hacer”, subraya.
Todas las hermanas de Sandra han sido asesoras del Instituto y están orgullosas de ser una familia IZEA.
Ellas han podido ver cómo la gente mayor llega a presentar un examen, como resuelven sus dudas y preguntas y cómo les cambia la vida. Las personas se sienten más seguras, desde que comienzan a leer hasta que se certifican, concluye Sandra.
Lucía Castro Esparza atiende en la Colonia Limantur, Guadalupe, dice que para ser asesora lo único que se necesitan son ganas, que a veces puede ser difícil, sobre todo si se tiene hijos, pero que vale la pena.
“Tienes que presentar tus documentos, como acta de nacimiento, CURP, comprobante de domicilio y fotografías; después el personal del IZEA te capacita y te prepara para que conozcas los materiales de estudio y puedas ofrecer y desempeñar tu trabajo de asesora”.
“A la gente mayor le da mucha alegría saber que, sin haberlo esperado nunca, llega algo tan grande como un certificado de estudios. Para los más jóvenes, es un paso más para animarse a seguir estudiando, por ejemplo entrar a la prepa”, explica.
Dijo que el IZEA es una institución que permite que las personas mayores de 15 años tengan la oportunidad de aprender a leer y escribir o terminar su primaria o secundaria-
Además que estudiar en el Instituto no cuesta nada, todo es gratuito, e invitó a toda la gente que no tiene terminados sus estudios a que se animen y se inscriban en el IZEA.
Además comentó: “Siendo asesora del IZEA puedo hacer algo por las personas, para que se motiven, para que le echen ganas, para que lleguen a ser alguien mejor en la vida y que se conviertan en una guía para sus hijos, demostrándoles que “cuando uno quiere, sí se puede.