Diálogo y acuerdos
HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ*
El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, se reunió este miércoles con los gobernadores emanados del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Al encuentro acudieron los mandatarios Ángel Aguirre de Guerrero, Graco Ramírez de Morelos y Gabino Cué de Oaxaca, así como el Jefe de Gobierno electo del Distrito Federal Miguel Ángel Mancera y Arturo Núñez, Gobernador electo de Tabasco.
Posterior a la platica realizada en un hotel de la Ciudad de México, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a nombre de los cinco mandatarios señaló que “Hemos establecido que el diálogo es un instrumento fundamental para construir acuerdos en este país. Reconocemos nuestras diferencias, pero vamos a privilegiar nuestras coincidencias. Planteamos una gobernabilidad que afirme la democracia y no la regresión política. Trabajaremos juntos con todas las fuerzas del país para establecer las bases de un nuevo régimen político en México. Vamos a realizar lo necesario para fortalecer al Estado mexicano; y por supuesto, el estado de derecho”.
Agregó que “los ciudadanos en esta última elección votaron mayoritariamente por un cambio; nosotros somos la plataforma progresista; somos gobernadores progresistas que tenemos clara nuestra responsabilidad con los ciudadanos que representamos en el país, y por cierto, es el 25 por ciento casi de la población. Somos la segunda fuerza política y entendemos que ese rumbo es el que también plantearon los ciudadanos en las urnas, en la pasada elección del 1 de julio”.
También los perredistas se comprometieron a “trabajar por una reforma fiscal, haciendo de Pemex una empresa estatal, fuerte y competitiva que siga siendo de los mexicanos. Hemos planteado la necesidad de un nuevo pacto social para que no se excluyan a millones de jóvenes de la expectativa de estudio y de empleo. Vamos a invertir en educación y a gastar menos en persecución. Particularmente, además de la Ciudad de México, gobernamos las entidades del sur, y hemos coincidido que la simetría entre el sur, el centro y el norte es muy grande. Urge atender esa simetría y fortalecer al sur del país. Es un compromiso de la equidad en ese nuevo federalismo que queremos constituir y por supuesto, hemos planteado en el marco de la Conferencia de Gobernadores, trabajar juntos, todos, para construir un nuevo pacto federalista, una reforma hacendaria con mayor equidad fiscal”.
Graco Ramírez, mandatario de Morelos concluyó la postura de los gobernadores perredistas diciendo que han “tomado la decisión de asistir el primero de diciembre a la toma de posesión del Presidente Constitucional, Enrique Peña Nieto, en el recinto del Palacio Legislativo de San Lázaro”.
Por su parte, Enrique Peña Nieto, afirmó que “en democracia y en la pluralidad sí es posible dar mejores resultados, y que en un clima de acuerdo y civilidad política es viable dar forma a proyectos y objetivos que incidan en elevar las condiciones de bienestar y la calidad de vida de los mexicanos. Hay la voluntad política para trabajar con todas las expresiones políticas y los gobiernos constituidos, más allá del origen partidario que tengan, en favor de todos los mexicanos”.
El ex gobernador del Estado de México ratificó “su compromiso de trabajar en objetivos compartidos y proyectos donde hay coincidencias para beneficio de los mexicanos, no obstante las diferencias políticas que hoy tenemos en México y que son parte de nuestra normalidad democrática”.
Desde mi punto de vista, es válido y acertado que los gobernadores del PRD y el próximo jefe de Gobierno del Distrito Federal se hayan reunido con Peña Nieto, al hacerlo, están poniendo el interés institucional de los estados que gobiernan por encima de la conveniencia partidista, abren puentes de diálogo y acuerdo con quien será el titular del Poder Ejecutivo del Gobierno Federal y eso seguramente les redundará en la posibilidad de tener las puertas abiertas para realizar gestiones y obtener recursos económicos de la federación que ayuden a impulsar los proyectos que realicen en sus entidades.
Los mandatarios perredistas actúan con inteligencia, pues a pesar de las diferencias ideológicas y políticas que tengan con Enrique Peña Nieto, es importante establecer una relación institucional con él. En la política de hoy, un gobernador del partido que sea y del estado que sea, no puede estar esperanzado a que el presidente de la República sea su amigo para ponerse a trabajar, gestionar recursos económicos o resolver los problemas de su entidad y darle resultados a los ciudadanos que lo eligieron, tiene que hacerlo con el presidente de la República que con quien le toco compartir su mandato, sean o no del mismo partido.
Enrique Peña Nieto, al menos en apariencia, muestra voluntad de establecer diálogo y llegar a acuerdos con sus opositores políticos y trata de generar una relación institucional con las fuerzas opositoras a lo que será su régimen a partir del 1 de diciembre, situación que deberían imitar algunos gobernadores priistas seguidores suyos que sólo se la han pasado persiguiendo políticamente a quienes no comparten sus ideas y acciones.
Lo más importante de esta reunión, más allá de haber sido muy efectiva para la foto, es que los buenos deseos, las mejores frases y la voluntad de construir acuerdos mediante el diálogo se vean traducidas en apoyos concretos que generen proyectos de desarrollo para el país.
Ojalá así sea.
Lo cotidiano.
En el municipio de Fresnillo el ambiente político empieza a calentarse, los diferentes aspirantes a la Presidencia Municipal ya andan a todo lo que dan por obtener la candidatura de sus respectivos partidos políticos.
En el Partido Revolucionario Institucional, Javier El Pichus Bonilla, hijo de Pepe Bonilla, líder moral del verdadero PRI, ya se mueve intensamente en las redes sociales con una campaña muy interesante basada en el valor de la Lealtad, en Facebook hizo circular dos fotografías; en la primera aparece junto al gobernador Miguel Alonso con la Leyenda: “¡Este si es mi candidato! Francisco Javier Bonilla Pérez 100% Priista, 100% Fresnillense y 100% Leal”; en la segunda aparece acompañado de otros priistas y la frase dice: “El gran valor: Lealtad”.
Por su parte, el seguro candidato del Partido del Trabajo, Saúl Monreal Ávila, basa su campaña en ser originario de ese municipio, su lema es: “Saúl; soy fresnillense”.
Difícil la tendrá el paisano del Perro Aguayo, Benjamín Medrano, quien también aspira a ser alcalde del mineral, pues no es de Fresnillo sino de Nochistlán, y lo mismo ha sido del PRI que del PRD, del PT y ahora otra vez del PRI, por cierto, además tiene en contra el no cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 164 del Partido Revolucionario Institucional.
De Pedro de León y sus mensajes nos encargamos el lunes.