Devela publicación crudeza de feminicidio en Juárez
CIMAC
México, DF.- Presentar la forma diferenciada en que mujeres y hombres experimentan la violencia y la inseguridad pública en Ciudad Juárez y su relación con el feminicidio, son algunos de los objetivos que Julia Monárrez Fragoso presenta en su más reciente publicación, Violencia contra las mujeres e inseguridad ciudadana en Ciudad Juárez.
La publicación, coordinada por El Colegio de la Frontera Norte (Colef), en la que participan Luis Cervera Gómez, César Fuentes Flores y Rodolfo Salas Rubio que será presentada mañana en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería está dividida en tres partes presentadas por temas y capítulos.
La primera analiza 10 recomendaciones hechas al Estado mexicano por organismos nacionales e internacionales de defensa de Derechos Humanos (DH) por el feminicidio en la entidad fronteriza con Estados Unidos, desde 1993. Esta parte consta de otros capítulos y temas como la ciudad y el feminicidio en los textos académicos y la migración.
En la segunda parte del libro se analiza la violencia cometida por la pareja, en la que Monárrez estudia la violencia de género y su relación con la pobreza utilizando variables sociodemográficas, relacionadas con la marginalidad urbana, el incremento de las maquiladoras, entre otras.
En la tercera y última parte se aborda el tema de la inseguridad pública en Ciudad Juárez. El investigador Rodolfo Rubio Salas analiza la incidencia delictiva, las percepciones sobre la inseguridad y los niveles de confianza de la ciudadanía en las autoridades policiacas.
La primera base de datos sobre feminicidio
En la publicación se menciona la base de datos de feminicidio elaborada por El Colef en el que se encuentran registrados los casos de niñas y mujeres asesinadas desde 1993 hasta 2005. Su elaboración inició el 28 de julio de 1998 con 124 casos documentados en el Estudio Hemerográfico de Mujeres Asesinadas.
La autoría de ese trabajo se registró a nombre de los grupos de Estudios de Género de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el Comité Independiente de Chihuahua de los Derechos Humanos y por el Grupo 8 de marzo, uno de los pioneros en denunciar, documentar e investigar los primeros asesinatos y desapariciones de mujeres en la entidad.
A partir de 1998, recuerda Monárrez Fragoso, se ha hecho la revisión diaria de los dos periódicos locales, Norte de Juárez y Diario de Juárez, como parte del seguimiento del feminicidio.
También se tomaron en cuenta para la construcción de esta base de datos dos informes: el de la Subprocuraduría de Justicia del estado zona norte y el de la Procuraduría General de Justicia del estado y otras investigaciones periodísticas.
En total, dice la investigadora de El Colef, la base de datos del feminicidio (1993-2005) contiene información de 442 casos de niñas y mujeres asesinadas desde 1993, de las cuales 58 permanecen como desconocidas.
La autora reconoce que para su elaboración se enfrentaron a varias dificultades sobre todo para la obtención de datos debido a la falta de información sobre el número exacto de mujeres asesinadas, las causas o motivos que propiciaron su muerte y la poca confiabilidad de las estadísticas.
La publicación pretende ser un aporte para la reflexión y toma de decisiones, para erradicar la violencia de género y para la creación de políticas públicas a nivel federal con el fin de prevenir los casos de feminicidio y la inseguridad pública para Juárez y el resto del país.
Julia Monárrez Fragoso es académica feminista de la frontera norte y directora de El Colef. Desde esta visión ha estudiado el fenómeno de la violencia de género en Juárez.
En 2006, a petición de la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez, encabezada entonces por Guadalupe Morfín Otero, realizó el estudio “Sistema Socioeconómico y Georreferencial sobre la violencia de género en Ciudad Juárez. Análisis de la Violencia de Género en Ciudad Juárez, Chihuahua: propuestas para su prevención”.
En la investigación, Monárrez detalló el número de homicidios, las colonias consideradas como focos rojos en donde había que trabajar más para prevenir la violencia, y realizó una serie de recomendaciones para la promoción de políticas públicas también de prevención.
