Desertificación impacta en seguridad alimenticia, alertan
Al celebrarse un año más del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, urge enfatizar la necesidad de que el gobierno federal defina políticas y mecanismos más efectivos que permitan al país encarar los múltiples retos para frenar el proceso de desertificación de los suelos, y garantizar la seguridad alimenticia del país la cual se encuentra en riesgo por este proceso.
La desertificación no es un problema aislado, y pone en riesgo la seguridad alimenticia del país, ya que alrededor del 50 por ciento del territorio nacional presenta algún signo de degradación.
La desertificación disminuye la productividad de los suelos, reduce la producción de alimentos y despoja a la tierra de su cubierta vegetal e incluso repercute negativamente causando inundaciones, salinización de los suelos, deterioro de la calidad del agua, agrava la hambruna, la mala nutrición, la pobreza y los movimientos migratorios, e incluso puede desencadenar crisis, conflictos e inestabilidad.
De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2008 cerca de 23 millones de mexicanos experimentaron “inseguridad alimentaria severa y moderada” y 25.8 millones, “inseguridad alimentaria leve”.
En México, la desertificación es ante todo un problema de desarrollo sostenible. Es una cuestión de pobreza y bienestar humano, así como de la preservación del medio ambiente.
Los problemas sociales y económicos, de seguridad alimenticia, migraciones y la estabilidad política, están estrechamente relacionados con la degradación de suelos y con otras cuestiones ambientales como el cambio climático, la diversidad biológica y el abastecimiento de agua potable y alimentos.
Actualmente más de 110 países en todo el mundo sufren problemas relacionados con la sequía y la desertificación, aproximadamente 25 mil millones de toneladas de tierra cultivable se pierden en el mundo; mientras que alrededor de dos mil millones de hectáreas de suelo, equivalentes al 15 por ciento de la superficie continental (una superficie mayor que la de México y Estados Unidos juntos), han sido degradadas por actividades humanas.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente la desertificación cuesta al mundo 42 mil millones de dólares al año. Además, cerca de mil millones de habitantes en más de cien países están directamente amenazados por este problema, entre los cuales se encuentran los habitantes más pobres, marginados y políticamente débiles del mundo.