Derrumbe
LILIA ARELLANO
Aconsejar economía a los pobres es a la vez grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre: O. Wilde
El presidente Enrique Peña Nieto acudió al Foro Económico Mundial de Davos 2014 a “presumir” las reformas estructurales que su gobierno ha logrado concretar con la complicidad de las tres principales fuerzas políticas en el Congreso, PRI, PAN y PRD, en materia educativa, laboral, financiera, hacendaria y energética. El gran pero es que éstas no le han servido de nada a México y han afectado negativamente a su población en el poco más de un año de gobierno del mexiquense. Y eso no es lo peor, porque lo más lamentable de su administración es que no ha avanzado en la resolución del problema de la inseguridad, del flagelo que representa el crimen organizado, y mucho menos en el mejoramiento del nivel de vida de los mexicanos. En esos dos aspectos, lo único que registra es retrocesos.
Sin desestimar las fallas en la estrategia de combate a la inseguridad que se ha agudizado en Michoacán, y que han llevado a México al récord de 49 asesinatos por día con un total de 18 mil 140 homicidios dolosos, a lo que hay que agregar mil 695 denuncias por secuestro y 8 mil 43 por extorsión, los saldos más negativos del peñanietismo los resienten todos los mexicanos pues se inscriben en el ámbito económico. Las promesas de crecimiento económico de 3.5, 4 y 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se esfumaron en los primeros meses del año pasado por la ineficacia en el ejercicio del presupuesto federal, con lo que se agudizó el estancamiento económico, el desempleo, la improductividad y, por ende, se desplomó el poder adquisitivo de los trabajadores y se incrementó la pobreza nacional, no obstante que la gestión de Peña Nieto contó con todos los elementos políticos y económicos para hacer progresar al país, recursos que fueron desperdiciados, y por lo cual hay una gran decepción ante los nulos resultados de esta administración neopriísta.
Es en el estómago de los mexicanos donde más se oye –con gruñidos de hambre- y se resienten las fallas del gabinete económico de Enrique Peña Nieto, que encabeza el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Para sustentar lo anterior, hay que empezar por señalar que el reciente reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) destaca que el impacto de la cuesta de enero de este año se dejo sentir en un incremento de 0.68 por ciento en los precios al consumidor durante la primera quincena del mes, la mayor alza en cuatro años para un periodo similar, aún en las cifras oficiales. Así, la inflación anual ascendió a 4.65 por ciento impulsada por aumentos en los precios de los alimentos agrícolas, las tarifas autorizadas por el gobierno y los energéticos, también controlados por el gobierno y que en entre la primera quincena de 2013 y las de este 2014 aumentaron en 13.42, 11.39 y 10.25, respectivamente.
La carestía en los primeros quince días de enero se concentró en los productos y servicios de la canasta básica de consumo, los cuales tuvieron un incremento de 1.33 por ciento en sus precios, con lo que alcanzaron una elevación anual de 6.46 por ciento. Los productos que tuvieron mayor incidencia en el índice inflacionario en la primera quincena del año fueron los refrescos envasados, con un incremento de 11.40 por ciento; la gasolina de bajo octanaje (Magna) que se encareció 1.70 por ciento, así como las loncherías, fondas, torterías y taquerías, con un aumento promedio de 1.39 por ciento.
En ese mismo periodo, los energéticos –gasolinas, diesel, gas LP, electricidad- aumentaron un 1.80 por ciento en promedio, tres veces más que en el mismo lapso del año pasado, cuando el alza fue de 0.52 por ciento. Las tarifas autorizadas por el gobierno tuvieron un incremento de 1.15 por ciento en la primera mitad de este mes, cuando un año antes la elevación fue de 0.32 por ciento.
Otros servicios que registraron aumentos considerables por encima del índice inflacionario reportado por las autoridades, de 4.63 por ciento, fueron las comunicaciones, con un aumento de 12.78 por ciento entre la primera quincena de enero de 2013 y el mismo periodo de 2014; el transporte con un alza anual de 8.28 por ciento; las bebidas alcohólicas y el tabaco, con un aumento de 7.17 por ciento, en tanto los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 5.04 por ciento, según las cifras oficiales.
CULPABLE, HACIENDA: CARSTENS
El brinco registrado en los índices inflacionarios, es decir, “el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo”, fue causado por los incrementos de impuestos incluidos en el paquete tributario que entró en vigor con el inicio de 2014, se desmarcó el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien advirtió que en los próximos meses la inflación se mantendrá por arriba del 4 por ciento.
Los incrementos de impuestos aprobados en la reforma fiscal que entró en vigor este mes, con la complicidad de legisladores del PRI y del PRD, impactaron en la inflación que también se resintió por las alzas en los servicios de telefonía celular, en los paquetes turísticos y en el costo de algunos bienes agropecuarios, como resultado de la temporada invernal. Carstens acusó que el brinco fundamental en la inflación se debe al paquete tributario, propuesto por el gobierno de Peña Nieto y aprobado por las fracciones priísta y perredista, y rechazó que las decisiones de política monetaria de reducir el año pasado en tres ocasiones la tasa de interés de referencia, que pasó de 4.5 por ciento a finales de 2012 a 3.5 por ciento, su nivel actual, hayan generado una mayor inflación.
De la mano de las alzas detonadas por los cambios fiscales, la actualización de tarifas públicas y la temporada de invierno, el crecimiento promedio de los precios se acentuó en los primeros días del año. También el grupo financiero Banamex acusó que “el fuerte incremento de los precios se deriva principalmente de la puesta en marcha de los cambios fiscales”. Banamex adelantó que la inflación alcanzará este mes 4.4 por ciento anual, es decir, un nivel que rebasa el limite máximo fijado por el Banco de México y que tiene para este año una meta de inflación de 3 por ciento, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
Banamex subraya que la aprobación de la Ley de Ingresos 2014, que entró en vigor el primero de enero, implica una serie de impuestos que repercuten sobre el crecimiento del INPC en 67 puntos base (0.67 puntos porcentuales). Esas medidas fiscales afectaron los precios de la frontera norte, de los refrescos y botanas, de las gasolinas y el gas licuado. También hay que señalar el aumento de tres a cinco pesos en la tarifa del metro en el Distrito Federal, que como se aplicó a mediados de diciembre impactó sobre la inflación anual de 2013.
FRUTAS Y VERDURAS MÁS CARAS
De acuerdo con los datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía, las 20 frutas y verduras más consumidas por los mexicanos se venden en promedio 50 por ciento más caras que hace un año, y subieron 10 por ciento entre finales de 2013 y los primeros días de 2014. Así, la cuesta de enero seguirá pegando con toda su fuerza en las próximas semanas, sobre todo en la adquisición de alimentos, toda vez que productores y comercializadores están en proceso de ajustar sus costos de producción por las alzas en gasolinas, diesel, electricidad y pesticidas.
Como ejemplos destacados tenemos que la cebolla se encareció 127 por ciento en términos anuales; el chile serrano, 311%; el chile de árbol, 156%; el chile poblano, 71 por ciento, por lo que las familias mexicanas ya no tendrán ni siquiera el consuelo de comer puro chile; el jitomate se incrementó 50%; la papa, 53%; el aguacate, 45.84 por ciento; la zanahoria y el chile jalapeño, 42%; el melón, 49%; la sandía, 40%; el limón con semilla, 30%; la papaya, 13%; y la naranja, 6.25%. De esos productos hortícolas, cuatro amentaron de precio en las últimas dos semanas: la cebolla, 39 por ciento; la zanahoria, 21%; el limón, 17.9%; y el plátano, 13 por ciento por una súbita reducción de la oferta, debido a las lluvias provocadas por los frentes fríos que afectaron cosechas en Guanajuato y Morelos.
Cabe destacar que la canasta con esos 20 productos básicos cuesta 478.50 pesos en promedio y hasta 629 en los supermercados donde se vende más cara, según verificaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Al arrancar este año, las familias en la Ciudad de México desembolsaron al menos 850 pesos mensuales adicionales en la compra de refrescos y bebidas endulzadas, chocolates, frituras, chicles, paletas, cereales, helados y pan dulce, entre otros productos de consumo popular, al aumentar su precio al menos 8 por ciento. Esas alzas avaladas por las fracciones parlamentarias del PRI y PRD en la Cámara de Diputados, tienen una repercusión directa de 10 por ciento en el bolsillo de las familias mexicanas, y se sumaron al aumento en el gas y la gasolina utilizados por los vehículos distribuidores de mercancía, además de la electricidad utilizada en los negocios.
Los responsables de estas alzas son tanto el gobierno federal, específicamente las autoridades hacendarias, como los legisladores federales que avalaron aplicar un impuesto de 8 por ciento a esos productos, para castigar el precio y reducir su consumo, por ser engordantes. La medida afecta a poco más de 30 por ciento de los productos que venden las tiendas de abarrotes, misceláneas, dulcerías, vinaterías, tiendas de regalos, supercitos y negocios con venta de alimentos, como taquerías, torterías, fondas o restaurantes, que lo reflejan en el precio final al consumidor.
Lo anterior provoca que las familias de cinco miembros gasten cada mes 12.6 salarios mínimos adicionales para adquirir los productos que incluyen en su dieta, ya que el minisalario que regirá este año en el Distrito Federal apenas subió 3.9 por ciento, es decir, tres pesos con 53 centavos. Como ejemplos cabe mencionar que los refrescos de cola de 600 mililitros subieron de 1 a 2 pesos, para venderse a 10 y 11 pesos; el boing de un litro pasó de 8.90 a 14.80, mientras el Nesquick de 250 ml pasó de 9.90 a 10.69 pesos; las Sabritas de 100 gramos de 18 a 19.44; la cajeta Coronado de 32.50 a 35.10, o los Cheetos de 44 gramos de 5 a 5.40 pesos.
Para dar cumplimiento a la Ley de Ingresos de la Federación para 2014, a partir del primer día de este año se aplicó el primer incremento mensual a los precios de las gasolinas y el diesel. El incremento para la gasolina Magna fue de 9 centavos mensuales, mientras que para la gasolina Premium y el Diesel de 11 centavos. De manera adicional el Congreso de la Unión aprobó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicados a los combustibles fósiles, con objeto de atenuar el ritmo de crecimiento en las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, en el caso de las gasolinas Magna y Premium el aumento asociado al nuevo impuesto fue de 10 centavos, mientras que en el caso del diesel fue de 13 centavos.
POLÍTICA FISCAL LIMITA CRECIMIENTO
Analistas y consultores del sector privado nacional y extranjero, encuestados por el Banco de México, coinciden en que la política fiscal que entró en vigor en el primer día de este año, que incluye alzas de impuestos para empresas y personas, es el segundo principal factor que limita el crecimiento de la economía mexicana, sólo después de la debilidad del mercado externo.
La reforma hacendaria de Enrique Peña Nieto, que cambio el sistema fiscal, y que fue avalada por las fracciones parlamentarias del PRI y PRD en el Congreso, es uno de los principales factores que obstaculizan el crecimiento económico, junto con la debilidad el mercado externo y de la economía mundial, sin dejar de mencionar los problemas de inseguridad pública, rubros todos bajo la responsabilidad del gobierno del mexiquense.
Los expertos consultados por el Banco de México también coinciden que la economía no esta mejor que hace un año, lo que habla del fracaso del gabinete económico de Peña Nieto.
También hay que mencionar que la reforma fiscal generó un incremento en el costo de la nómina del país del 11 por ciento para las empresas, como lo destaca la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIR). El incremento en el costo laboral también implica que se sacrifiquen los aumentos de salarios a los trabajadores para el próximo año o que la planta productiva disminuya inversiones.
DE LOS PASILLOS
Más que convencer a su auditorio, el presidente Enrique Peña Nieto parece querer convencerse asimismo cuando señala que sus reformas estructurales “están generando una gran visibilidad de México hacia el mundo y un gran interés por conocer a mayor detalle las reformas y de hacer de México un destino confiable a potenciales inversiones que generen empleo, inversión productiva y mayor desarrollo económico y social en el país”. El mandatario mexicano también presumió que el país duplicó la inversión extranjera directa, a 28 mil millones de dólares durante el último trimestre de 2013, lo que no dijo es que esto no fue suficiente para aumentar el crecimiento económico del país, que se mantiene estancado.
Dos ex presidentes opinaron sobre el trabajo que está realizando Peña Nieto. Felipe Calderón destacó en Davos que en Michoacán el gobierno federal tiene “un momento muy complejo y desafiante”. El ex mandatario michoacano recomendó al mexiquense fortalecer el Estado de Derecho y advirtió que el éxito que tenga la gestión de Peña Nieto depende mucho de la voluntad política de los gobiernos locales. Por su parte, Ernesto Zedillo aplaudió las reformas estructurales y calificó la energética como un logro extraordinario. ¿Para quién?, sería la pregunta obligada.
Para defenderse de las acusaciones que pesan sobre él por la exigencia de moches a alcaldes, el jefe de la diputación federal del PAN, Luis Alberto Villlarreal, sostuvo que nunca antes los gobiernos de Acción Nacional habían recibido tanto dinero de sus diputados, con lo que sin duda alguna el moche que le tocó tampoco tiene precedentes en la historia de la corrupción en México. Lo que el legislador olvida es que los recursos que le dieron a los municipios panistas no salió de la bolsa de los diputados de su partido sino de todos los contribuyentes mexicanos.
El gobierno de Estados Unidos presentó cargos penales por lavado de dinero y fraude bancario contra el ex gobernador interino de Coahuila, Jorge Torres López, y contra el ex tesorero de esa entidad, Héctor Villarreal, mientras que en México ninguna autoridad los persigue. Desde el 21 de noviembre del año pasado, la juez Janice Ellington, de la Corte de Distrito para el Sur de Texas, ordenó la aprehensión de ambos sospechosos quienes están en calidad de prófugos.
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