De Panzazo, educación y la cátedra Unesco en Zacatecas

MANUEL IBARRA SANTOS *

La presentación nacional del polémico documental De panzazo que reaviva en plena coyuntura electoral el debate (nunca abordado con suficiente responsabilidad, pero si con gran cinismo público) sobre la profunda crisis endémica que padece el sistema educativo, se realiza coincidentemente en el contexto local en ocasión del importante anuncio de la autorización a la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo de la UAZ, de una importante Cátedra UNESCO, que muestra en Zacatecas los dos polos opuestos de la educación: mediocridad/atraso y excelencia/innovación.

La UNESCO ha hecho su ofrecimiento para implementar en el Estado una de sus importantes cátedras,  hecho invaluable que inserta a Zacatecas en los circuitos mundiales de transferencia de conocimiento,  investigación de frontera y programas académicos de reconocimiento internacional, en beneficio de los jóvenes. Es este un logro en verdad trascendente producto del esfuerzo permanente de los doctores Raúl Delgado Wise y Rodolfo García Zamora (tanto como de su equipo), ejemplos de que la excelencia y la innovación no son inaccesibles, ni están canceladas ni prohibidas para el sistema educativo de la entidad.

El otro rostro, el de la mediocridad implacable y cruel del sistema educativo estatal, que afecta a enormes segmentos de la población, es el que reproduce los rezagos escolares que afectan en la actualidad a por lo menos 700 mil zacatecanos (casi uno de cada dos ciudadanos en el Estado los padece), que se encuentran en situación de atraso.

Hoy en día –para ilustrar el pesimismo-, en Zacatecas existen aproximadamente 200 mil personas, -de entre 15 y 24 años de edad-, que son virtualmente invisibles, inexistentes y que no son atendidas por la oferta de los  servicios de educación media superior y superior en la entidad.

Ese segmento de jóvenes es, por supuesto, altamente vulnerable, sin horizonte ni perspectiva de proyección, excluidos y socialmente marginados de toda oportunidad más o menos digna de vida. Muchos de ellos habrán de quedar atrapados –como ya lo son muchos – en los vericuetos de la delincuencia y los negocios del crimen organizado. Esa es una enorme fatalidad.

La otra cifra de los rezagados educativos en el Estado, la que se ha repetido hasta el cansancio y no disminuye, la conforman los 496 mil zacatecanos de 15 años o más, que no han terminado sus estudios de primaria, de secundaria o bien que se encuentran en condición de analfabetas tradicionales.

Evidentemente, si algún calificativo se le pudiera endosar al sistema educativo zacatecano, es el de ser altamente excluyente, por su mediocridad y por su incapacidad para retener y promover en los alumnos el dominio de los conocimientos y habilidades para enfrentar los problemas de la vida cotidiana.

Es menester conectar la enseñanza a la vida práctica y evitar que las burocracias separen a la escuela de la atención de los requerimientos y necesidades sociales. Bajo estas circunstancias la educación ya no sirve y sólo está perpetuando la “catástrofe silenciosa”, a la que hizo referencia desde la década de los noventa del siglo pasado Gilberto Guevara Niebla.

Cobra relevancia, por ese motivo, en el negativo escenario crítico de la educación, el logro significativo  de haber obtenido de la UNESCO la autorización para que funcione en Zacatecas la cátedra sobre asuntos sociológicos de la migración. Sin  duda,  se deberá convertir en una ventana de proyección mundial para académicos, investigadores y jóvenes en los temas cruciales de la investigación y la innovación.

“De Panzazo”, un documental crítico y polémico:

La proyección del documental De Panzazo, de Carlos Loret de Mola y Juan Carlos Rulfo, reaviva en estos momentos de coyuntura electoral, el debate sobre la devastadora y profunda crisis que padece el sistema educativo nacional y que ha venido arrastrando al país a un abismo de grandes incertidumbres sobre su futuro.  Nadie, con mediana racionalidad, estamos seguros, podrá negar que la República está urgida de un fuerte golpe de timón que transforme radicalmente la propuesta educativa, a fin de que  sirva al desarrollo de la sociedad. ¿Qué acaso esta no es una responsabilidad del Estado mexicano?¿Desde cuándo el aparato del Estado/Gobierno abdicó de su responsabilidad ética de educar a la sociedad?

De panzazo aporta interesantes elementos críticos sobre la realidad educativa nacional, que hay que tomar en cuenta. Sin embargo, para nada puede ser considerado un referente de reflexión pedagógica seria que vaya al fondo de los problemas escolares, debido a que acude al expediente fácil de acusar a los maestros de ser los responsables de todos los males educacionales del país. El documental incorpora (a partir de una definición terriblemente maniquea) una visión acotada y “pobrista” de la función de los profesores, sin admitir que en muchas de las ocasiones  los docentes son víctimas de las propias políticas públicas de Estado.

Por lo demás, nadie lo puede negar: De panzazo es un excepcional documental propagandístico, una especie de sociológico “reality show” pedagógico, con una alta y fuerte carga de instrumentalización, que no sólo abre la pelea por los “raitings” comerciales de comunicación de masas, sino también por la disputa que los grupos oligopólicos han emprendido desde ahora por el control de los espacios de la educación pública, de cara a la renovación de los poderes de La Unión. El otro asunto del mencionado video es que plantea una crítica ausente de propuesta. No dice ni precisa hacia donde debe ser orientada la educación mexicana.

Según los autores intelectuales del documental De Panzazo, el Sindicato de Maestros es otro de los grandes causantes de la desgracia educativa, pero no inducen, para nada, al análisis y a la explicación histórica de que el corporativismo gremial es una deformación de los estados de tipo autoritario, adoptada incluso por los gobiernos panistas de nuevo cuño, nacidos al fragor de la alternancia del 2000. Ellos llegaron al poder, pero no lo han transformado democráticamente. Y es que, al respecto, no se trata sólo de sustituir a un líder por otro, y mantener las viejas reglas del anacrónico sistema  político. Eso resulta a todas luces simplón.

El tema educativo tendrá que ser ubicado en el nivel uno de las grandes prioridades del debate público, sin duda, y emprender (sin conductas cínicas y simuladoras) el diseño integral de un nuevo sistema nacional de enseñanza. Pero igualmente hay que preguntarnos: ¿Cuál es el rol a desempeñar de las poderosas industrias de la comunicación de masas y sus medios?

En Zacatecas, por lo demás, trascender de la cultura educativa de la mediocridad y el panzazo, a la de la excelencia y la innovación, es una necesidad, y no quedarnos en la perspectiva tremendista de aquellos que le auto/asignan desde la oficialidad (con generosidad, pero sin objetividad) una calificación de “7” al sistema local de enseñanza, cuando no se hace nada por mejorar la calidad.

* Catedrático