Cuidar a nuestros niños
HÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ
México atraviesa por severas crisis en diferentes sectores, que lo ponen frente a un panorama desolador, incierto, depresivo, de escasez, inseguro y triste. Nuestro país atraviesa por una crisis de inseguridad y violencia como nunca se había visto. Se suma la crisis económica con escasez de empleos, malos salarios, nulas prestaciones, escaso circulante y bajas expectativas de progreso. También vivimos la crisis de credibilidad y confianza en la que están metidos los diferentes gobiernos, los legisladores de todos los niveles, los partidos políticos, sindicatos y, en general, todo el sistema político nacional.
Las crisis que atraviesa nuestro país parecen desgarradoras e interminables. Como si una maldición cayera sobre el territorio nacional.
¿Dónde pudiera estar la salida a todas las crisis que vivimos?
Yo creo que en nuestra niñez, sí, en nuestros niños y niñas. En quienes pronto se convertirán en los ciudadanos y ciudadanas que gobiernen nuestro país. Es en ellos donde está la salida a las crisis que vivimos. Ellos son la verdadera esperanza para que México se transforme en una nación con un futuro alentador, con oportunidades de progreso, donde los ciudadanos vivamos en un contexto seguridad y amor. Es en nuestra niñez donde debemos poner atención los mexicanos.
Hoy nos preguntamos: ¿Porqué México vive estas crisis tan severas, que dan la sensación de que nuestro país es inhabitable? Pues la respuesta es muy sencilla, por la desatención que durante décadas han padecido nuestro niños y niñas. Niños y niñas que ahora ya son jóvenes o adultos que simplemente están reproduciendo la desatención, la violencia, la crueldad, la deshonestidad, la irresponsabilidad, la escasez, la falta de oportunidades y la falta de valores que vivieron en casa y en el entorno social.
El 30 de abril se celebró una vez más el Día del Niño. Ese día nos acordamos de ellos, los festejamos, quizá les dimos un regalo o los llevamos al cine o a ver un espectáculo. Sin embargo, la tarea de generar niños felices, sanos, amorosos, que vivan en un contexto de seguridad, respeto, responsabilidad, honestidad, amor y diversión es de todos los días. Y la responsabilidad de cumplir con ellos es, en primer lugar, de la madre y el padre de cada niño. En segundo lugar del Estado Mexicano, es decir, de todos y cada uno de los gobiernos de los tres niveles y de los mismos legisladores. Y, por supuesto, también de los maestros y de quienes laboran en el sistema educativo.
Cuando nos preguntamos: ¿Qué país queremos en el futuro?, también debemos preguntarnos: ¿Cómo estamos tratando a nuestros niños y niñas? ¿Qué tipo de educación y ejemplo les estamos dando a ellos? ¿Les dedicamos el tiempo suficiente como padres de familia? ¿Cómo padres honramos la palabra que les dimos de cuidarlos, educarlos, protegerlos y amarlos cuando los engendramos? ¿Cómo padres estamos presentes en sus vidas o los dejamos a su suerte permitiendo que la televisión, los maestros, los amigos o cualquier otra persona haga el trabajo que cómo padres nos comprometimos a hacer?
Los gobiernos deben ponerles atención suficiente, generando políticas públicas y destinando recursos para que los niños y niñas de México tengan todos los servicios de salud, educación, atención y diversión a los que tienen derecho.
El reto que hoy vivimos es hacer de nuestros niños y niñas, seres seguros, honestos, responsables, amorosos, compartidos, libres y divertidos, para que nuestro país logre salir de las crisis que vive. La responsabilidad de lograrlo es de los padres de familia y de todas las instituciones que conforman en Estado Mexicano. Y en esto, absolutamente nadie puede hacerse pendejo.
Twitter: @HectorAlvaradoX