Cuauhtémoc Blanco blindado: PRI, Morena y PVEM protegen a diputado acusado de violencia sexual
Ciudad de México.- El Congreso mexicano vivió este martes una jornada que quedará marcada como un retroceso en la lucha por los derechos de las mujeres. Con 291 votos a favor, la Cámara de Diputados decidió mantener el fuero de Cuauhtémoc Blanco, exfutbolista y exgobernador de Morelos, acusado por su propia hermanastra de intento de violación.
La decisión superó ampliamente los 251 votos necesarios gracias al apoyo de Morena, PRI y PVEM, generando indignación entre organizaciones feministas que ven en esto un peligroso precedente de impunidad frente a la violencia de género.
La Fiscalía de Morelos había solicitado retirar la inmunidad parlamentaria de Blanco, pero la Sección Instructora la rechazó argumentando deficiencias técnicas en la investigación, como falta de peritajes criminalísticos completos, contradicciones entre dictámenes psicológicos y omisión de testimonios clave.
La votación mostró las complejas alianzas políticas actuales, con el PT rompiendo filas con Morena para votar en contra junto al PAN y Movimiento Ciudadano, mientras el PRI sorpresivamente apoyó en bloque a Cuauhtémoc Blanco.
Entre los legisladores que avalaron esta decisión destacan Fuensanta Guerrero y Miguel Alonso Reyes del PRI; Ricardo Monreal, Soledad Luévano Cantú, Ulises Mejía Haro, Julia Olguín Serna y José Narro Céspedes, de Morena, y Carlos Puente Salas del PVEM.
El momento más polémico llegó cuando el propio Cuauhtémoc Blanco tomó irregularmente la tribuna, avalado por el presidente de la mesa Sergio Gutiérrez Luna, para declarar su inocencia, generando protestas inmediatas de diputadas de oposición que acusaron esta acción de influir indebidamente en el proceso.
Diputadas como Lilia Aguilar Gil del PT fueron contundentes al señalar que al aprobar este dictamen se avalaba una investigación deficiente y se revictimizaba a una mujer que merece justicia. Gibrán Ramírez Reyes de MC calificó el día como una vergüenza para el Congreso y una bofetada a todas las víctimas de violencia sexual.
Organizaciones civiles alertaron que esta decisión envía un mensaje peligroso a las mujeres mexicanas, diciéndoles que denunciar no sirve cuando el agresor tiene poder político. Aunque técnicamente la Fiscalía podría reabrir el caso con nuevas evidencias, analistas coinciden en que el mensaje político ya está dado: las alianzas partidistas y los intereses electorales siguen pesando más que la justicia de género en México.
Este caso se suma a una larga lista de políticos acusados de violencia contra mujeres que han encontrado protección en sus partidos, desde Javier Duarte hasta Félix Salgado Macedonio, demostrando una vez más que el sistema político mexicano sigue fallando a las mujeres.
La decisión de hoy no sólo afecta a este caso particular, sino que refuerza un patrón de impunidad que desalienta a las víctimas de violencia sexual a buscar justicia, especialmente cuando sus agresores ocupan posiciones de poder.
Mientras los partidos políticos priorizan la protección de sus miembros por encima de los derechos humanos, la promesa de igualdad y justicia para las mujeres en México sigue siendo una meta lejana.
LNY/Redacción