Crónica de una reforma aprobada
GERARDO DE ÁVILA *
En medio de fuertes críticas, opiniones encontradas, presión empresarial, trampas, berrinches, gritos, mentadas de madre, complacencias, amenazas, hostigamiento y acuerdos entendidos entre PRI-PAN, se aprobó en lo general la reforma laboral con carácter de preferente del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Ahora bien, para el éxito de la reforma laboral necesariamente se requerirá de la aprobación de otras reformas estructurales igual o de mayor importancia, como la fiscal, energética y de Estado. De tal suerte, que el Congreso de la Unión tiene la última palabra.
Luego de seis años de descalabros y fracasos para el presidente en la Cámara de Diputados vino el sí. Once períodos ordinarios se sesiones tuvieron que pasar, para que con 21 votos a favor, ocho en contra y una abstención el documento se aprobara en Lo general. Entre hoy y mañana saldrá el dictamen para luego pasar al Senado.
¿Hasta dónde el presidente de la República se salió con la suya? ¿Hasta dónde el presidente electo influyó para la aprobación? ¿Cuáles son los costos o beneficios para uno o para el otro? Por lo pronto, el pronóstico es que no habrá reversa en el polémico tema que seguramente traerá reacciones en la ceremonia del cambio de poderes.
De acuerdo con las versiones periodísticas, la Comisión del Trabajo y Previsión Social, en donde el diputado zacatecano Tomás Torres Mercado es el secretario, discutirá los 261 artículos reservados de poco más de 300. De manera paralela, el pleno de la Cámara de Diputados sesionará y, de lo que resulte, el dictamen final saldrá en las próximas horas. ¿Aprobarla en estos momentos fue políticamente lo mejor?
Lo que viene…
Resulta previsible pensar, que si la mayoría de los 500 diputados la aprueban en lo particular, cuando llegue el Senado la realidad será la misma. Es evidente, que al menos en esta reforma el PRI, PAN y PVEM van juntos. Valdría preguntarse ¿el amasiato, la buena onda que se observa seguirá después del 1 de diciembre?
Otras interrogantes: ¿La reforma laboral es buena o es mala para los trabajadores de México? ¿Quién hizo verdaderamente la reforma? ¿Dónde se redactó? ¿Cuál fue la participación de los dueños del capital? ¿Cuáles serán los costos políticos, económicos, laborales y sociales? ¿Por qué salió hasta ahora?
De prosperar en todas sus letras, estamos ante la crónica de una reforma laboral largamente anunciada. Los costos, los efectos, las reacciones, las bondades, si los hay vendrán después. Con esto, se interpreta que los empresarios deben sentirse atendidos. ¿Y las y los trabajadores del país?
La “alianza momentánea” del PRI, PAN y PVEM, sin miramiento alguno, arrasó a la oposición conformada por PRD, PT, MC y el PANAL, quiénes ganaron el debate pero perdieron la votación. Simplemente fue testimonial su presencia. Es evidente que la reforma laboral aprobada en lo general es ya motivo de una polarización en el país. El malestar social está presente. Insistimos: ¿Quién pagará los costos?
La polémica reforma laboral, en su carácter de iniciativa preferente propuesta por el presidente Felipe Calderón Hinojosa podría quedar consumada en breve ante el “berrinche” de la oposición y la advertencia de que los costos políticos los tendrá que asumir el presidente electo Enrique Peña Nieto. Si esto es así, el arranque de quien gobernará el país por el período 2012-2018 será complejo. Lo mejor es no adelantar vísperas.
El escenario que se asoma, es que la reforma laboral sería dictaminada en las próximas horas. No extrañaría que las y los diputados sesionen viernes, sábado y hasta el domingo para aprobarla en lo particular y de ahí que pase a la Cámara Alta.
Sólo como referente, España y Francia atraviesan por una crisis laboral compleja, los trabajadores han salido a las calles a protestar de forma violenta. Para el caso mexicano, la realidad es otra, nada comparable con lo que ocurre en Europa, pero eso no implica que los obreros no tomen las calles y asuman acciones más radicales. Eso se verá también en los próximos días.
La gran pregunta ahora es ¿Con esta reforma laboral México se pone a la vanguardia, con esta reforma la estabilidad económica, labora, política, social se garantiza? Por su puesto que no, el éxito de la reforma laboral requerirá de la aprobación de otras igual o de mayor importancia. No seamos ilusos.
Lo bueno….
En la visión de los dueños del capital y de sus aliados los diputados del PRI-PAN, la reforma laboral era necesaria para el crecimiento y desarrollo económico del país, es benéfica porque alienta la productividad y porque pone a México frente a otros países como nación moderna y democrática.
Sostiene la gente de la IP, que las conquistas laborales no se perderán, entrarán en un proceso de competitividad, a partir de pago por horas de trabajo y forma de contratación. Por otro lado está pensada más en la gente que no tiene un trabajo, en los grupos vulnerables insertados en la planta laboral.
Lo malo…
Para los académicos, investigadores, estudiosos del tema y la clase trabajadora, la reforma laboral atenta contra la precarización del empleo, los bajos salarios, la sobre explotación y antigüedad laboral, entre otras realidades. La reforma laboral aprobada en lo general está llena de trampas.
Por si lo anterior fuera poco, hay voces que afirman que la reforma laboral se hizo en las ostentosas oficinas de empresarios nacionales e internacionales, aunque la redacción se haya hecho en la residencia oficial de Los Pinos.
Resumiendo, al final, se trató pues de una estrategia del capital frente al trabajo. Por cierto, parece que con la reforma Laboral la transparencia por fin llegará a los sindicatos que reciben millonarias cantidades de dinero de entidades públicas. Pronto vamos a ver que tan transparentes son.
Si la reforma es buena o no, eso ya es otra cosa, si era necesaria o no, también lo conocemos más pronto que tarde, pero eso de que México será mejor, tenemos nuestras reservas y sospechas fundadas de que no será así.
Para el anecdotario:
1) La percepción social de que la inseguridad no baja en Zacatecas persiste en su nivel más alto. La presencia de las fuerzas federales no ha sido suficiente para dar la tranquilidad a la sociedad. Al menos, quienes informan y forman opinión así lo están registrando.
* ¿Y usted que opina?
Es mi opinión.
(*) Periodista.