Corrida de la Independencia

MARIANO INFANTE *

Quinta corrida de feria, con tarde calurosa y ligeras ráfagas de viento, con tres cuartos de entrada en la Monumental de Zacatecas partieron plaza Joselito Adame, Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y quien recién tomó la alternativa Sergio Flores, para despachar un encierro de Santa Bárbara que resultó falto de presencia y rodaje. Después del paseíllo se rindió un merecido homenaje a Julio Esponda, director de Taromagia Mexicana.

A pesar de ser para muchos el cartel más interesante del serial, la entrada no fue la esperada ni tampoco el resultado del festejo, pues nadie tocó pelo por fallas con el acero y se jugó un encierro descastado que no cumplía con el trapío para la plaza.

El primer espada de la tarde, Joselito Adame, vistió de blanco en azabache, no tuvo la tarde que esperaba pues con el primero de la tarde, Jobito, de 451 kilogramos, un toro alto de agujas al que Adame saludó alegremente con el percal, sometió a un sobrado castigo de vara, cubrió el segundo tercio con carisma y banderilleando de poder a poder, brindó la muerte del burel a sus compañeros de cartel pero se topó con un toro que se fue a menos y que no colaboró con su lidiador, aunque el diestro se mostró voluntarioso no fue suficiente pues señaló cuatro pinchazos y dejó una estocada entera al quinto viaje, escuchando algunas palmas.

Para el segundo de su lote, Adame se enfrentó a Perico con 500 kilogramos, un toro suelto y descastado que pronto se aquerenció a tablas, al que Joselito saludó de hinojos con el capote, con el tercio de palitroques se complicó el panorama pues el toro no caminaba y el coleta se vio obligado a montarse sobre él. Con la muleta se tornó un toro codicioso que no salió de la querencia, a pesar de ello el diestro estuvo voluntarioso e insistente, lo despachó con tres cuartos de acero.

Juan Pablo Sánchez, con un terno cajeta y oro en cabos negros, lidió en primer turno a Chafaldrano con 455 kilogramos, otro toro que fue pitado por el tendido por su falta de trapío al que Juan Pablo quiso cuidar mucho en las varas pasándolo casi en crudo; con la muleta el torero aguascalentense mostró una sobrada voluntad para hacer el toreo, arrimándose mucho y logrando lo mejor de su faena por derechazos, para después dejar una estocada hasta los dedos que le valió para saludar desde la línea del tercio.

Guadalavivir, con 478 kilogramos fue el sexto de la tarde que también fue reprobado por el público asistente, un astado sin transmisión en el que Sánchez estuvo superior a las condiciones y logró sacar muletazos de gran calidad y con fondo por la diestra, Juan Pablo dejó escapar la oportunidad del corte de un apéndice pues pinchó en dos ocasiones para dejar una estocada entera en el tercer viaje.

Arturo Saldívar, el originario de Teocaltiche, Jalisco, vistió en blanco y oro para lidiar al primero de su lote de nombre Rielero, un veleto de Santa Bárbara, al que el diestro toreó suavemente con el percal y llevándolo bien toreado quitó por las de chicuelo. Con la franela empezó descansado sombre el estribo. Saldívar enteró al toro y lo metió en la muleta para después lucir su tauromaquia con la diestra y con la de cobrar, en la pudo cuajar una faena de gran nivel y pasándoselo a centímetros del fajín, Arturo estuvo en plan de figura, una faena que de no haberla fallado en el pinchazo le hubiera sido buena por dos orejas.

Chespirito fue el otro toro para Saldívar, que tuvo la mejor salida de la tarde al que saludó de hinojos y jugando los brazos en el toreo de chicuelinas, el diestro jalisciense empezó su labor con rodillas en tierra en los medio del ruedo, lubricó un buen toreo y dejando en claro por qué se ha colocado arriba en el escalafón de matadores de toros; marcó un pinchazo para después dejar una estocada casi entera para saludar desde el tercio.

El recién doctorado Sergio Flores vistió en lila y oro, pasó una tarde gris pues con el primero de su lote Maradona, de 453 kilogramos, un toro anovillado que fue reprobado por el tendido pero no así por el juez de plaza que no autorizó el cambio del burel, al que Sergio tuvo que despachar de manera pronta por la bronca que se ocasionó entre el juez y el público, dejando tres cuartos de estocada lo que fue suficiente para que el astado doblara.

El octavo de la tarde fue Bucles con 502 kilogramos que estuvo en manos del torero tlaxcalteca, un toro manso y complicado que no acudía con claridad el capote de su lidiador, con la muleta el astado desarrolló sentido y poco quiso saber de la franela de Flores, dejó dos pinchazos y lo pasaportó con el descabello.

Un sombrero de Jorge Hernández Andrés, para Joselito Adame, que sacó la casta y no quiso dejar nada en la espuerta, lució un quite por zapopinas, cubrió el tercio de banderillas con gallardía y coraje, para después empezar un trasteo de muleta por estatuarios y teniendo un buen manejo de la lidia donde firmó lo mejor por derechazos, donde dejó ir un apéndice por fallas con el acero.

Al final de la corrida le fue otorgado el premio NTR, al matador de toros Joselito Adame, como triunfador del  festejo.

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