Conagua urge a no desmantelar Espacios de Cultura del Agua
Los Espacios de Cultura del Agua (ECA) son una herramienta fundamental para fomentar acciones que vayan más allá de evitar el desperdicio y reducir la demanda del vital líquido, señaló Heidi Storsberg, coordinadora general de Atención Institucional, Comunicación y Cultura del Agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Al respecto, abundó que con estos espacios se busca construir un conocimiento integral del ciclo hidrológico, el cual debe ser respetado y, en la medida de lo posible, fomentado, ya que de lo contrario las repercusiones y afectaciones para el hombre serán cada vez más severas, derivado del inminente impacto del climático en México.
Al participar en la inauguración del Octavo Encuentro Nacional de Cultura del Agua (ENCA), que se desarrolla en Zamora, Michoacán, Heidi Storsberg puntualizó que para fortalecer esta cultura, la participación social es un elemento básico, sin embargo, para motivarla es necesario contar con espacios atractivos donde se despierte el interés y la preocupación ciudadana por la conservación de los recursos hídricos.
Explicó que se vuelve fundamental que los ECA tengan programas de desarrollo de actividades a mediano y largo plazos y operen de manera permanente, lo que permitirá que prevalezcan y evitará su desmantelamiento o abandono al término de los periodos gubernamentales municipales.
Asimismo, se requiere que en estos espacios –de los cuales la Conagua, en coordinación con los Gobiernos Estatales, ha instalado 1509 en los últimos 13 años– se fortalezcan los materiales educativos y las actividades lúdicas dedicadas a toda la población, pero en especial a los niños, ya que ésto favorecerá los cambios de mentalidad colectiva en torno al agua y favorecerá la práctica de nuevas conductas, comportamientos y hábitos del uso responsable y el cuidado del agua.
Heidi Storsberg puso énfasis en que es importante que todos los gobiernos estatales y municipales contribuyan a fortalecer y mantener los ECA, a fin de favorecer la conservación de los recursos hídricos.
Por lo anterior, destacó que el ENCA ha sido fundamental, pues desde su primera emisión, en 2003, se convirtió en un gran mecanismo que facilita la interlocución entre el gobierno federal, a través de la Conagua; los obiernos de las entidades federativas, por medio de sus respectivas Comisiones de Agua o Medio Ambiente; y los gobiernos municipales, quienes cuentan con Organismos Operadores de Agua, para promover ese proceso continuo de producción y transformación colectiva de valores, conocimientos y conductas en relación con el agua en la vida cotidiana.
La funcionaria federal detalló que, ante la importancia del fomento de la cultura del agua, este tema también forma parte de las iniciativas de la Agenda del Agua 2030, una política hídrica con la que se busca que, en el largo plazo, México cuente con ríos limpios, cuencas y acuíferos en equilibrio, cobertura universal de agua potable y alcantarillado, así como asentamientos seguros frente a inundaciones catastróficas.
Puntualizó que, específicamente en la iniciativa 37 de dicha agenda, se incluyen acciones como reforzar las campañas institucionales para destacar la importancia del agua con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del desarrollo económico y social a largo plazo; lograr que la población esté mejor informada sobre la problemática hídrica y las soluciones en su localidad y en la cuenca de que forma parte; así como lograr que los diversos actores del agua reconozcan su papel en el contexto de esta agenda mediante la formulación y desarrollo de un programa especial de promoción y divulgación nacional, regional y local de los contenidos de la misma.
Invitó a todos los responsables de las áreas de cultura del agua de los organismos operadores de los servicios de agua y gobiernos estatales y municipales, a sumarse a los esfuerzos que hace la Conagua de manera permanente, pues sólo con la participación de todos es posible lograr los grandes cambios que llevarán a México a alcanzar la sustentabilidad hídrica, elemento fundamental para el desarrollo de las futuras generaciones.