Comer compulsivamente es enfermedad relacionada con depresión: SSZ
Zacatecas, Zac.- Comer compulsivamente es un trastorno de la conducta alimentaria y es considerado enfermedad crónica, la cual está muy relacionada con depresión, miedos y fobias, misma que resulta en otros problemas de salud, como el sobrepeso y la obesidad.
Wendy Olivas Chávez, nutrióloga de los Servicios de Salud de Zacatecas, explicó que, entre los trastornos alimentarios, este padecimiento se caracteriza por la frecuente ingesta de alimentos sin control, más allá de un punto de bienestar, y quien lo sufre presenta conductas para compensar su forma de comer, como vomitar o usar diuréticos o laxantes.
Señaló que las personas que padecen este tipo de trastornos responden de manera inadecuada a situaciones de estrés, problemas cotidianos y conflictos emocionales; regularmente presentan baja autoestima y son perfeccionistas, exigentes o con tendencia a la impulsividad.
La nutrióloga explicó que hombres y mujeres, comedores compulsivos, se esconden algunas veces detrás de su apariencia física, creando un bloqueo entre ellos y la sociedad, se sienten culpables por no ser lo suficientemente buenos o al no poder controlar el consumo de alimentos y llegan a obsesionarse por su peso de forma enfermiza.
En estos individuos, la baja autoestima, acompañada de la necesidad de aceptación, validación y cariño, así como los episodios de “atracones”, se convierten en obsesión.
Para que se pueda considerar a una persona como comedor compulsivo debe presentar los siguientes síntomas: no controlar la cantidad de lo que consume, presentar episodios frecuentes de “atracones”, comer aún sin hambre y ansiosamente, continuar comiendo a pesar de sentirse satisfecho, además de sentir culpa y depresión después de la ingesta.
Es importante señalar, apuntó Wendy Olivas, que las causas del comedor compulsivo aún son desconocidas, pero más de la mitad de estos pacientes presentan historias de depresión.
El padecimiento conduce a complicaciones en la salud como: enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, problemas gastrointestinales o vesícula biliar, hipercolesterolemia, diabetes y enfermedades articulares.
Al concluir, dijo que el comer compulsivamente no es un problema de actitud o de falta de fuerza de voluntad, por lo que no se corrige “echándole ganas o con esfuerzos voluntarios”, se debe ayudar a las personas que padecen esta enfermedad a reconocerla y buscar ayuda profesional.