Cocoa, intolerante y antidemocrática: Aragón
México.- Con la actitud asumida frente a las acusaciones por uso indebido de recursos y apoyo ilegal de funcionarios públicos que han interpuesto en su contra diversos partidos a los que de manera prepotente ha retado con frases como “me pueden acusar todo lo que quieran” o “han presentado siete quejas en dos años y una más está bien”, Luisa María Calderón Hinojosa demuestra que está dispuesta a emular en Michoacán el “haiga sido como haiga sido” de su hermano Felipe luego del fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2006.
Vía comunicado, la coordinadora nacional de Foro Nuevo Sol, Hortensia Aragón Castillo, señaló que “La princesa azul” se equivoca rotundamente cuando descalifica a quienes la han señalado por violentar la normatividad electoral prevaleciente, misma que todos, trátese de quien se trate, deben respetar, pero que la candidata panista se niega a acatar anteponiendo los lazos familiares que la unen con el presidente de la República.
La publicación de reportajes y entrevistas que recientemente han difundido diversos medios de comunicación han dejado al descubierto la parte intolerante y antidemocrática de Luisa María Calderón, al afirmar que le gustaría que en México se permitiera que el presidente de la República acompañara y apoyara abiertamente a sus candidatos, reitera su deseo de que Felipe Calderón la nombre gobernadora de Michoacán. Más claro ni el agua.
No estaría mal que alguien ubicara a “la princesa azul” y le hiciera ver que si se precia de demócrata y progresista –dos atributos de los que ella carece- lo primero que tiene que hacer es acatar las leyes, respetar lo que señalan el Cofipe y el Código Electoral de Michoacán y dejar que sean los electores los que con su voto, libre y secreto, decidan quién será su próximo gobernante.
Si a pesar de ello la hermana de Felipe Calderón continúa pensando que los políticos en México están “muy acotados y censurados”, bien podría optar por cambiarse de nacionalidad e irse a vivir al país que le garantice el apoyo abierto desde los primeros círculos gubernamentales que requiere para poder saciar sus ambiciones.
Mientras ello no suceda, Luisa María Calderón Hinojosa tiene la obligación de decirle a los michoacanos a quién veremos en campaña a partir del 1 de septiembre: A la hermana del presidente de la República o a una ciudadana que busca el voto de sus paisanos, para lo cual en este último caso lo primero que debe hacer es despojarse de sus guaruras y las camionetas blindadas que el Estado Mayor Presidencial le proporciona para brindarle seguridad.
Ello representará el primer paso para tener una competencia en igualdad de condiciones y sin influencias de ningún tipo rumbo a la gubernatura del Estado.
