Cierre del ejercicio fiscal 2014

Estamos en el penúltimo mes del año y con ello se comienza a prever el cierre del ejercico fiscal del 2014 para el gobierno federal.

Este es un momento crucial que nos mostrará el estado en que se encuentra la economía del país y que al mismo tiempo definirá el inicio del 2015.

Es necesario resaltar que el gobierno de la República deberá trabajar para hacer una conclusión ordenada, ya que en las últimas semanas se han registrado dos factores de suma relevancia que podrían afectar en alguna medida este cierre.

Me refiero específicamente a los acontecimientos de inseguridad y manifestaciones ciudadanas registrados en Iguala, Guerrero; así como a la caída en el precio internacional del petróleo.

Si bien el comportamiento de las finanzas de enero a septiembre muestran una estabilidad, se debe ser precabido y tomar las medidas necesarias para evitar cualquier sobresalto, que pudiera afectar negativamente el cierre del 2014, y lograr que éste se dé sin mayores contratiempos.

Derivado de los hechos de septiembre en Guerrero, algunos expertos prevén una posible disminución en el ritmo de crecimiento económico del país, afectación que tal vez no será significativa.

Sin embargo, la abrupta caída en el precio internacional del petróleo sí podría tener un impacto más directo, pues la baja en los ingresos petroleros obligará al gobierno a recortar el gasto público antes de que concluya el presente ejercicio fiscal.

Un incentivo que en México tenemos para no ser tan pesimistas con esa situación es el crecimiento sostenido de Estados Unidos, que en el tercer trimestre de este año su Producto Interno Bruto fue de 3.5 por ciento, lo que empuja favorablemente nuestra recuperación económica.

A pesar de que para el cierre de 2014, prácticamente todas las proyecciones anticipan una caída adicional en los precios del petróleo; para 2015, algunas predicciones serias estiman en promedio bajas moderadas, provocadas por el estancamiento de la economía europea y el menor ritmo de la economía china.

Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa una caída promedio de 3.3 por ciento en los precios internacionales del petróleo para 2015; mientras que la Agencia de Información en Energía (EIA) de Estados Unidos estima una disminución de 2.5.

El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación registra una disminución, que pasó del 100.69 a 93.77 dólares por barril, durante enero-septiembre de 2013 y el mismo lapso de 2014. Para el pasado octubre, el precio se situó en sólo 76.98 dólares.

Si el precio promedio del último trimestre fuera de sólo 70 dólares, el promedio anual sería de 87.83 dólares por barril. Como este nivel es superior al supuesto de 85 dólares utilizado en la Ley de Ingresos para 2014, no sería necesario ningún recorte al gasto, ni siquiera se requeriría hacer efectiva la cobertura contratada para el presente año.

Para 2015, tomando en cuenta algunas estimaciones, el precio promedio del petróleo sería de 84.92 dólares por barril, nivel superior al de 79 dólares recientemente aprobado para la Ley de Ingresos del próximo año.

El comportamiento de las finanzas y de la deuda pública enero-septiembre muestra los siguientes rasgos: los ingresos presupuestales crecieron a una tasa anual de 6.1 por ciento y el gasto público aumentó en 12.8.

Además, los ingresos registrados en los tres primeros trimestres del año se incrementaron a una tasa anual de 6.1 por ciento; la recaudación tributaria aumentó en 15; y los recursos captados mediante el Impuesto Especial a la Producción y Servicios, sin considerar gasolina y diesel, aumentaron en 55.1.

Los ingresos petroleros reportados hasta septiembre muestran una tasa positiva, aunque sólo de 1.7 por ciento. Sin embargo, esa cifra es engañosa, ya que es efecto de la comentada disminución del subsidio a la gasolina y el diesel. Quitando ese efecto, se puede apreciar cómo los Derechos sobre Hidrocarburos bajan en 3.7 por ciento anual, y los ingresos propios de Pemex lo hacen en 3.1.

La disminución en los ingresos petroleros se observó con toda claridad al registrarse un monto de 39 mil 123 millones de pesos por debajo de lo originalmente programado y a ello debe agregarse que la deuda pública neta creció en 8.5 por ciento hasta septiembre.

Empero, hay proyecciones que indican que el cierre del ejercicio podría ser razonablemente ordenado y así esperamos que sea.

Antes de despedirme, deseo informar a las y los lectores que a partir de esta semana concluyeron mis actividades al frente de la Representación del PRD ante el INE y quiero agradecer su apoyo durante los casi cuatro años que permanecí en el cargo.

Ahora, mis convicciones, mi esfuerzo y mi tarea estará centrada en el PRD como Consejero Nacional y desde donde les reitero mi compromiso por contribuir en la democratización de México.

*Consejero Nacional del PRD