Celebran 150 años de la Diócesis de Zacatecas
* El mandatario Miguel Alonso y la ex gobernadora Amalia García, entre los asistentes; la ceremonia eucarística fue concelebrada por el Obispo Sigifredo Noriega Barceló, su antecesor Carlos Cabrero Romero y el Nuncio Apóstolico, Christophe Pierre
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Zacatecas, Zac.- Con motivo del 150 aniversario de la Diócesis de Zacatecas, miles de fieles católicos, entre representantes eclesiásticos y población en general, se congregaron en emotiva e histórica ceremonia eucarística la cual fue concelebrada por el Obispo Sigifredo Noriega Barceló, su antecesor Carlos Cabrero Romero y el Nuncio Apóstolico, Christophe Pierre.
“Ellos han apostado para que haya fe entre los zacatecanos, quienes decidieron creer en Dios y ser buenos como hermanos”, dijo el Nuncio de los prelados.
En el altar circular, ubicado en el centro del Lienzo Charro «Antonio Aguilar», se observaba al fondo un Cristo de grandes dimensiones; mientras los flancos fueron ocupados por la efigie de la Virgen María traída desde la Catedral Basílica y la imagen del Niño de Atocha, que para esta ocasión especial fue traída desde el Santuario de Plateros.
También, fue el sitio donde se ubicó a los obispos de otras entidades que vinieron para la celebración.
Gente de todos los municipios de la Diócesis, grupos católicos, las órdenes de religiosos y, por su puesto, los sacerdotes diocesanos fueron los invitados especiales a esta fiesta católica, que inició desde las 9:00 horas, con un programa cultural y culminó con la celebración eucarística para conmemorar que el 5 de junio de 1814, se erigió la Diócesis de Zacatecas.
Y aunque hubo varios políticos y funcionarios públicos, esta vez no ocuparon los lugares de privilegio, ya que éstos fueron designados para los sacerdotes diocesanos ataviados de blanco, los seminaristas y los laicos que participan de manera activa de la comunidad católica.
De tal manera que, en varias filas atrás, eso sí en el centro de Lienzo, se distinguió en un extremo a la ex gobernadora Amalia García Medina, flanqueada por su madre Conchita Medina, y el General Víctor del Bosque, consejero de la Secretaría de Seguridad Pública; hasta el otro extremo, el gobernador Miguel Alonso Reyes, rodeado por el general Antelmo Rojas de la XI Zona Militar y los alcaldes Roberto Luévano de Guadalupe; Benjamín Medrano, de Fresnillo, y Carlos Peña, de Zacatecas.
En otro de los extremos, el senador David Monreal Ávila, también hizo acto de presencia.
La misa, de casi dos horas de duración, se realizó en armonía y sin contratiempos, pues sólo algunas personas que llegaron tarde pedían a los guardias de seguridad los dejaran entrar, mientras que otros optaron por quedarse en la Megavelaria, donde se instalaron sillas y una pantalla para que pudieran seguir la celebración.
Flores blancas, amarillas, rojas y anaranjadas adornaron el altar en el que el obispo Sigifredo Noriega agradeció a Dios, por los 150 años de la Diócesis, los cuales, subrayó, han dejado el testimonio tangible de los obispos eméritos que aún viven y son muy recordados por los zacatecanos: Javier Lozano Barragán, Fernando Chávez Ruvalcaba y Carlos Cabral Romero, así como los otros 11 obispos que los precedieron; de los cientos de sacerdotes y religiosos así como de la población, quienes con su participación activa han sido parte del nacimiento y consolidación del catolicismo en Zacatecas.
En su homilía, Christophe Pierre dijo: “Dios, has llamado a los hombres a la conversación, su manera de actuar y su manera de hacer las cosas. El cristiano es aquel valiente que escucha la palabra de Dios, el que escucha la palabra en el hogar, la escuela y los lugares de trabajo”.
Y entre las notas del coro conformado por esta ocasión por la Orquesta Sinfónica de Zacatecas, un grupo de religiosos y el coro de Catedral, se realizó la Procesión de los Dones, en la que participaron representantes de las seis zonas de Pastoral de la Diócesis, quienes vestidos con trajes alusivos a su región, caxcanes o mineros por ejemplo, ofrendaron el vino y el pan en el altar.
Tras la comunión, cientos de globos rojos y blancos cayeron sobre los asistentes, que emocionados recibieron la bendición con indulgencia plenaria, el perdón a todos su pecados, por parte del Nuncio Apostólico, Christophe Pierre, en nombre del Papa Francisco.
LNY/WDH