Celebra 50 años de vida sacerdotal el padre Rosalío Ramírez
A pesar de los severos problemas de salud, se llevó a cabo la conmemoración
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Jerez de García Salinas, Zac.- La improvisación se dio como una necesidad y aprovechando un momento de ligera mejoría; pero el momento esperado y que por razones obvias había sido cancelado, finalmente fue posible; al lado de 15 sacerdotes, varias religiosas, los miembros de su familia, representantes de algunas parroquias en las que prestó su servicio y muchos amigos y conocidos, el padre Roberto Rosalío Ramírez González arribó a sus 50 años de vida sacerdotal.
Minutos antes, pudo platicar con reporteros con respuestas cortas pero llenas de lucidez y al arribo de sus compañeros sacerdotes a varios los identificó por su nombre, al igual que a sus familiares que vinieron de diversas partes, incluso del extranjero y conocidos que accedieron hasta su recámara, donde habría de ser vestido con su nuevo atuendo confeccionado para la ocasión y que tiene como distintivo especial finos bordados con la imagen de la Virgen de la Soledad, patrona de los jerezanos.
Debido a su grave estado de salud, se improvisó el altar en el interior de su casa, en la cochera que da hacia el exterior, mientras que la feligresía se ubicó en el frente de la vivienda; el padre Chalío salió en su silla de ruedas luego fue colocado en un cómodo sillón en la parte lateral, con la conexión permanente al tanque de oxígeno y asistido en todo momento por un enfermero.
Participó en la consagración, recibió el saludo de la paz de parte de todos los clérigos, así como integrantes de su numerosa familia; tomó la comunión de parte del vicario general de la diócesis Tranquilino Romero Franco; con firmeza respondió amén al presentársele el Cuerpo de Cristo y finalmente, auxiliado por el presbítero José de Jesús López, impartió la bendición.
Sacerdotes de diversas generaciones hicieron acto de presencia en el lugar, jóvenes recién ordenados, sacerdotes longevos, párrocos de experiencia, diáconos, todos estuvieron ahí para dar gracias junto a la comunidad católica, por los cincuenta años de vida sacerdotal del padre Chalío y sobre todo para pedir por su salud.
En representación del obispo de la diócesis Sigifredo Noriega Barceló, afirmó que Rosalío Ramírez ha sido un pastor según el corazón de Cristo durante estos cincuenta años.
Afirmó que es una muestra también de que el sacerdocio se puede llevar para toda la vida, pues en los tiempos actuales hay quien cree que los sacerdotes son innecesarios y la forma de pensar actual supone que ni el matrimonio ni el sacerdocio pueden ser para siempre.
Señaló que su trabajo ha quedado reflejado en la sociedad, en los niños y jóvenes con los que trabajó como formador impulsor y asesor de movimientos y luego reflexionó en torno a cuántos bautismos, ha impartido en su vida, a cuántas parejas unió en matrimonio y sobre todo, a cuantos enfermos consoló en sus últimos momentos y les impuso los santos óleos.
Dijo que parte de los resultados en su vida de fe, obedecen a que siempre contó con la intercesión de la Virgen María, de la que ha sido devoto desde su niñez.
No obstante que fue una semana difícil, de hospitalización y poca respuesta en el intento de diálogo de sus familiares o de tomar alimentos, el padre Chalío se mostraba contento y tras permanecer largo tiempo en el sillón saludando a decenas de personas que hicieron fila para saludarlo, pidió permanecer en el comedor improvisado donde los sacerdotes invitados compartieron los alimentos.
Siempre conectado al tanque de oxígeno, por momentos esbozaba una leve sonrisa pero su rostro cansado impedía que el gesto alegre se apreciara del todo.
Ahí recibió una visita más, la de la directora del DIF estatal Lucía Alonso Reyes, quien en representación del gobernador del estado acudió a participar de este acontecimiento festivo y cruzó algunas palabras con el homenajeado.
Más tarde, el apreciado cura regresó a su recámara, mientras los visitantes de otros municipios y sacerdotes que atestiguaron la conmemoración, comenzaban a despedirse, al tiempo que los grupos de apoyo de la parroquia de San Francisco de Asís, retiraban el mobiliario dando fin a este acontecimiento histórico, los cincuenta años de vida sacerdotal del padre Chalío.
LNY/RECV