Casablanca-Marruecos
JAIME ENRÍQUEZ FÉLIX *
Casablanca es una ciudad del occidente de Marruecos, localizada en el Oceáno Atlántico. Es la metrópoli más grande del país, con una población cercana a los cuatro millones de habitantes y el puerto más importante, además. Es, sin duda, el centro económico y comercial del país; si bien la capital política está en Rabat.
En Casablanca están basadas gigantescas compañías internacionales. Su puerto es uno de los puertos artificiales más grandes del mundo y el mayor del norte de África.
La ciudad fue fundada en el siglo X antes de Cristo y fue usada por los fenicios y los romanos como un lugar estratégico. Los portugueses lo destruyeron y lo reconstruyeron después, para abandonarlo finalmente, luego del terremoto de 1755.
Los españoles ubicaron bases comerciales posteriormente, y fue ocupada por los franceses en 1908 desarrollándose de manera diferente al resto del país como la más progresista y liberal de sus ciudades.
Casablanca, y por ende Marruecos, nacen al mundo por parto natural, a consecuencia de la película que filmara el calvo Humprey Bogart -alcohólico consuetudinaio y que muere por ello, amado por las mujeres del cine y de la sociedad, feo y con cara de viejo, con gabardina beige como uniforme y el cigarrillo en la boca- Fue acompañado en el filme por Ingrid Bergman, aun adolescente, bella, altiva e ingenua, con una escasa sonrisa que apenas asomaba a sus labios, pero que poseía un andar y un vestir elegante.
La película es una historia de amor interrumpida, situada en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, donde el macho Bogart, sin ser mexicano, sacrifica su amor por el sentimiento «limpio» a la pareja, que debe huir de este puerto africano. La canción de la película es interpretada por un negro que tiene rostro como de estar pariendo, mientras entona la melodía. Su mote: “Bola de nieve”. A partir de entonces, parejas jóvenes y viejas entonan esa melodía en sus bodas, en la búsqueda de perpetuar el amor eterno.
Marruecos es un pueblo infinitamente pobre, con un gobierno rico; tanto que se atrevió a construir la mezquita más hermosa del mundo. Terminada apenas en 1993, es más grandiosa que La Meca, pero hubo que dimensionarla un poco menor en tamaño, a fin de que la soberbia no irritara a Alá.
Fue diseñada por el arquitecto francés Michel Pinseau y los trabajos de construcción empezaron el 12 de julio de 1985. Fue inaugurada el 30 de agosto de 1993. En la edificación, misma trabajaron unas dos mil 500 personas y 10 mil artesanos marroquíes, contribuyeron con el sudor de su frente y su tenacidad, manipulando preciosamente el mármol, el granito, la madera, los mosaicos y la escayola… para elaborar los techos, suelos, columnas, etc. El coste aproximado de la mezquita fue de unos cinco mil 494 millones de dirham (unos 505 millones de euros). La altura del minarete es de 172 metros, se ilumina por las noches y sirve como faro desde muchas millas naúticas a la redonda.
Además de la mezquita de los viernes, el edificio tiene otras funciones (capaz de albergar hasta cien mil creyentes: 80 mil en el patio y 25 mil en la sala de oraciones), el edificio dispone de una medersa (escuela coránica), salas de conferencia, hammams, bibliotecas especializadas y un aparcamiento subterráneo. Su situación (península artificial sobre el agua) se debe a que Hassan II se inspiró en el siguiente versículo del Corán: «El trono de Dios se hallaba sobre el agua».
Sin embargo, la historia que articula a este pueblo con Zacatecas, no es la del macho Bogart y la bella Ingrid, sino que en esta región habitan los moros tan significativos en la batalla de Bracho, donde la inventiva popular ha modificado tiempos, personajes y nombres de lugares, dando como consecuencia una bella narrativa que incluso Ernest Hemingway envidiaría. Pero esa es otra historia que los inútiles cronistas zacatecanos no nos han contado, pero que habrá que revisar algún día.
* Catedrático